Cambio en la ley de alquileres: esto es lo que ocurre si un propietario no quiere renovar el contrato a sus inquilinos
Se ha aprobado una nueva reforma con la que se busca proteger los derechos de los arrendatarios
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Hace más de un año que la nueva Ley de Vivienda entró en vigor en nuestro país, surgiendo esta con el objetivo de regular los derechos y obligaciones relacionados con la vivienda en España. Dicha normativa englobaba una serie de modificaciones y novedades, mediante las que se pretende proteger el derecho a una vivienda digna y adecuada para todos los ciudadanos.
Principales claves de la Ley de Vivienda aprobada en 2023
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Eliminación del IPC para establecer un nuevo índice de referencia.
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El arrendador no puede solicitar más de dos meses de depósito o fianza cuando se firma un contrato de alquiler.
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El arrendador no puede subir el precio de los alquileres aduciendo gastos extras (tasa de basuras, gastos de comunidad...).
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El inquilino debe hacer los pagos del alquiler mediante medios electrónicos (salvo excepciones).
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El pago de los honorarios de las agencias inmobiliarias corresponde a lo arrendadores.
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No se pueden reflejar acuerdos privados entre el arrendador y el inquilino en el contrato de alquiler.
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Si el inquilino quiere finalizar el alquiler antes de que expire el contrato, este deberá avisar con dos meses de antelación.
Como se aprecia, muchos de los aspectos de la Ley de Viviendas se centra especialmente en los alquileres, uno de los ámbitos más problemáticos del sector inmobiliario. A su vez, como protección para los derechos de los inquilinos, se cuenta también en España con una ley de alquileres, en la cual se han dado recientemente modificaciones.
Este es el último cambio en la ley de alquileres
Esa reciente reforma de la ley de alquileres a la que se hace mención ha introducido un cambio significativo para los inquilinos, brindándoles una mayor protección. Y es que, ahora, la normativa permite que aquellos que alquilan una vivienda puedan seguir residiendo en ella, incluso si el propietario opta por no renovar el contrato. Un cambio que busca aportar más estabilidad a los inquilinos, de manera que estos puedan asegurarse posibilidad de continuar en su hogar una vez que el contrato original haya expirado.

Eso sí, deben considerarse varios aspectos dentro de esta reforma. El primero es que, para los contratos firmados desde el 6 de marzo de 2019, si la duración acordada es menor a cinco años (en el caso de propietarios individuales) o siete años (si el propietario es una entidad jurídica), el contrato se extenderá automáticamente hasta completar esos plazos. Asimismo, esta renovación automática solo será posible si el inquilino se encuentra al corriente de los pagos y cumple con las condiciones del contrato original, tal como se menciona en el artículo 10 de la Ley de Arrendamientos Urbanos.
Así pues, esta reforma en la ley de alquileres se postula para resolver dificultades a la hora de acceder a una vivienda digna y segura, a pesar de que haya generado cierta controversia entre los propietarios. Con este ajuste, los expertos estiman que se podría disminuir la alta rotación de inquilinos en las propiedades de alquiler, así como ofrecer un alivio a aquellos que desean permanecer en sus hogares.