El agua que se pierde en Huelva se debe principalmente a 'pinchazos' en las redes de abastecimiento
Hay municipios en la Sierra onubense en los que el control apenas alcanza el 40% del agua canalizada
La digitalización del ciclo integral del agua permitirá también localizar los fraudes y evitar las fugas que provocan las deficiencias en las infraestructuras

¿Dónde va el agua que 'se pierde' en Huelva? Pues la mayoría de las veces no es que se desperdicie o que se pierda realmente, sino que se consume de forma fraudulenta, sin control. Así lo confirmaron en el primero de los encuentros 'Huelva en clave de futuro', organizados por Huelva24, los representantes de las empresas de gestión de agua que operan en la provincia, Giahsa y Aqualia, que explicaron que por eso «no se habla de pérdida, sino de agua no registrada».
«Si tú tienes un depósito de cabecera con un contador del que salen mil hectómetros cúbicos y resulta que en esa población, según la facturación, hay 600 metros cúbicos que no has registrado, no significa que se esté perdiendo esa cantidad de agua. Puede ser que parte se esté perdiendo, pero también que otra gran parte se deba a que hay fraudes», expuso Santiago Ponce, director ejecutivo de Giahsa, que junto a Emilio Fernández Rodríguez de Liévana, director de la Delegación de la parte occidental de Andalucía de Aqualia; Ramón González, catedrático de Ingeniería Electrónica de la Universidad de Sevilla; y Antonio Agúndez, coordinador provincial de Aguas en Huelva de la Junta de Andalucía, participaron este martes en el encuentro moderado por la delegada de Huelva24, Silvia Tubio.
De hecho, según señaló, hoy por hoy hay pequeñas poblaciones en la Sierra de Aracena, por ejemplo, con un rendimiento por debajo del 40%, lo que significa que el 60% del agua no está controlada. «No es que se esté tirando, pero no está controlada, así que no sabemos si es que se están haciendo captaciones ilegales dentro de los terrenos, o si efectivamente hay una fuga».
Avances con la digitalización
En este sentido, la digitalización del proceso en estos municipios permitirá poner fin a esta situación, ya que posibilita localizar y acotar estas pérdidas, ubicándolas con exactitud.
«Nosotros tenemos campañas periódicas de búsqueda y localización de fraudes, porque hay determinadas personas que hacen pinchazos ilegales a la red municipal», abundaba por parte de Aqualia Emilio Fernández Rodríguez de Liévana. «Eso es agua que los contadores no están registrando y que nosotros por nuestros balances, ya no sólo generales sobre cuánta agua entra al municipio y cuánta se cobra, sino por sectores, cuando vamos a hacer una búsqueda de fraudes podemos saber exactamente en qué sector, en qué barrio y en qué manzana podemos tener esa fuga».

Fuga que, obviamente, también puede deberse a una deficiencia de la infraestructura, que la digitalización del sistema permite localizar y abordar con mayor agilidad, optimizando el recurso.
Así, estas empresas trabajan con sistemas de información geográfica que resultan en una cartografía donde están pintadas todas las redes. «Ya en nuestro inventario de ese sistema tenemos localizadas las acometidas, tenemos hecho modelos matemáticos de simulación de las redes, sabemos qué es lo que va a pasar por ejemplo si viene una gran lluvia, cómo se va a comportar la red de alcantarillado. O somos capaces de localizar una avería y de hacer un histórico de las averías que se han producido en determinada red».
Esta precisión permite además actuar ante estas fugas con distintas medidas, porque «claro que las redes no son perfectas y con el tiempo van envejeciendo: las juntas de las conducciones van cediendo, las gomas que unen determinados tubos se van degradando, y se pierde agua por esas tuberías».
Pero la exactitud en la localización de estas fallas permite, por ejemplo, llevar a cabo políticas de control de presiones, «porque si no podemos actuar porque no tenemos la capacidad en ese momento de inversión tenemos que jugar nuestra cartas, y por ejemplo por la noche se reduce la presión, discriminando si es zona de uso doméstico o industrial, para rebajar la presión hasta determinado punto y minimizar la fuga».
Ventajas para el usuario
Más allá del beneficio que supone, a nivel general, el ahorro de agua y la optimización de su uso, estos sistemas que permiten un control exhaustivo suponen también una ventaja para el usuario, que ya no tiene que esperar a que le llegue una factura desorbitada para detectar una fuga.
«Se puede notificar sobre la marcha, en tiempo real, si se detecta un consumo anormal que suponga una sospecha de fuga, lo que es también una ventaja para el propio cliente».