CEUS, la gran oportunidad de arraigar la industria aeronáutica en Huelva

Ricardo Ubric Rabaneda

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13/12/2023
Actualizado a las 19:28h.

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El Centro Cultural José Luis García Palacios ha acogido el tercer encuentro de 'La Mirada Económica' de Huelva en este 2023, un evento organizado por Huelva24 y Vocento que cuenta con el patrocinio de Atlantic Copper, Fundación Caja Rural del Sur y el Puerto de Huelva. Ha llevado por título 'Un nuevo horizonte para la aeronáutica andaluza' y ha sido presentado y moderado por Luis Montoto, corresponsal de Economía de Huelva24, que puntualizaba que «en este ciclo siempre elegimos sectores y negocios en los que Huelva tiene potencial y capacidades claras para crecer y uno de ellos es el de los aviones no tripulados en el Centro de Experimentación de El Arenosillo».

Los invitados a la mesa coloquio para debatir fueron Álvaro Gómez Villegas, adjunto a la dirección del Centro de Experimentación del Arenosillo (CEDEA); Rafael Márquez, director de operaciones de Sistemas Aeroespaciales y Defensa de Aertec (compañía internacional especializada en tecnología aeroespacial); Aníbal Ollero, catedrático del departamento de Ingeniería, Sistemas y Automática de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la Universidad de Sevilla; y Silvia de los Santos Trigo, responsable técnico del Sector Aeroespacial y Procesos Productivos de Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA).

Todos ellos destacaron que la aeronáutica andaluza es una potencia mundial que pide crecer desde la confidencialidad, la inversión y la seguridad y elogiaron las instalaciones del CEUS en la provincia de Huelva y sus posibilidades de seguir creciendo paulatinamente dada la confianza en ellas de muchos proyectos de gran calado.

Álvaro Gómez comenzaba su intervención explicando que "somos un gran desconocido incluso en la provincia de Huelva, circunstancia que a veces es buscada por nosotros mismos porque nuestro objetivo no debe ser publicitarnos sino dar seguridad. Eso es lo que hacemos por encima de todas las cosas. En el ámbito de ensayos, donde somos especialistas, la industria nos pide que seamos coherentes y seguros. En estos años, que llevamos ya 55, El Arenosillo ha puesto a disposición de la industria civil y militar sus instalaciones para sus ensayos en Huelva. Somos un centro que ponemos a disposición lo que no hay para que los productos se puedan certificar en condiciones cien por cien de seguridad no para el producto en sí sino para el entorno. Nació como equipamiento muy básico y ahora puede presumir de que es, sino el mejor de Europa, de los mejores. Y quizás no somos el mejor porque no tenemos cantidad y nuestra extensión es la que es. En el norte de Europa los hay de más extensión pero no de más calidad. En equipamiento tenemos un valor de más de 200 millones de euros. Hasta ahora El Arenosillo ponía a disposición de la industria las instalaciones por periodos de días, como mucho de dos semanas, pero el sector cambia y ahora trabajamos para grandes proyectos de años. Nos estamos reacondicionando a lo que pide el mercado y ha cambiado un poco la filosofía y nuestro plan estratégico".

El Centro de Experimentación de El Arenosillo es el principal campo de pruebas instrumentado para experimentación de vehículos aeroespaciales del Ministerio de Defensa de España. Sus principales líneas de actividad van dirigidas a la investigación de energías renovables y en la atmósfera alta, especialmente la ozonosfera, y a la colaboración con las Fuerzas Armadas y unidades militares de otros países para prestarles apoyo con el análisis trayectográfico de misiles y experimentación con vehículos aéreos no tripulados (también conocidos como drones), campañas de globos transmediterráneos y la homologación y certificación de misiles.

Álvaro Gómez se mostraba satisfecho por la capacidad humana y profesional de los que trabajan allí y por las instalaciones que poseen, a la vanguardia europea. "El Arenosillo es un centro perteneciente al Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) con más de 1.800 trabajadores de los cuales el 80% son de ingeniería, y eso nos da tranquilidad. Recientemente realizamos allí el lanzamiento del cohete Space y todos los elementos fueron supervisados por nuestros ingenieros antes de darle el certificado de lanzamiento. Y el hecho de estar dentro del INTA nos ha permitido ir más allá y hacer lo que nadie ha hecho. Diseñamos un centro específico para las grandes plataformas no tripuladas", explicaba.

De los orígenes y evolución a lo largo de los años de El Arenosillo, argumentaba que «en el mercado había un problema importante, ya que el cálculo de incertidumbre para tripular en los aeropuertos no permitía el nivel de seguridad suficiente. Y a la vista de eso se habló con Airbus y se tomó la decisión de diseñar un centro donde no solamente se operara en un futuro sino que abriera las puertas para que las plataformas no tripuladas estuvieran más seguras. Necesitábamos una superficie suficiente y nos reunimos cuatro personas para hacer un borrador del CEUS. Tras un arduo trabajo lo metimos todo en una olla y el proyecto se ejecutó a lo largo de varios años y ahora tenemos una instalación que merece la pena visitar. Es impresionante mirar hacia un lado y hacia otro. Imagínense una pista de aeropuerto donde está todo despejado alrededor y donde tenemos la senda del planeo más grande de Europa con 160 kilómetros, y no digo más porque ya está Marruecos debajo. También tenemos una climatología única con condiciones de operatividad aeronáutica en casi 330 de los 365 días del año para ensayos».

Mirando ya al futuro, el adjunto a la dirección de El Arenosillo se mostraba ambicioso: «Queremos seguir explotando el centro para habilitar y poner a disposición de la industria la posibilidad de operar aeronaves no tripuladas en su fase de ensayo de medio y gran tamaño. Está diseñado para aeronaves de hasta 16 toneladas de límite. Tiene una capacidad de aterrizaje de incertidumbre de 60 metros de ancho y 500 de rodadura. Eso no lo tiene ningún aeropuerto al uso. Son condiciones únicas en ese sentido y está diseñado así para grandes plataformas aéreas. Y la segunda parte de disponibilidad que tendrá el CEUS es que las futuras plataformas de aviones que volarán durante años en la zona del Atlántico norte a dos mil y pico de kilómetros podrán estar a 40, 50 o 60 kilómetros de altura. Eso permitirá bajar la altura de las cargas útiles que llevan los satélites. Se denominan Jasp, son el futuro y queríamos dejar la puerta abierta para eso».

Como nuevo horizonte de la aeronáutica también explicaba que «hablar de futuro es hacerlo de los programas estratégicos que están interesados en venir al CEUS. Durante los primeros años el CEUS tenía que hacer una función civil al estar dentro de los fondos europeos Feder. Todos conocemos los proyectos que hay actualmente y estamos abiertos a muchos retos. La perspectiva a día de hoy son conversaciones confidenciales pero teniendo en cuenta que no hay ningún centro así en Europa estamos hablando de proyectos que durarán un mínimo de cuatro años y en breve los podremos tocar. Es un proyecto grande pero también hemos descubierto que nos hemos quedado pequeños por disposición para poder acoger todos estos proyectos. En el momento en el que nos viene uno, por razones de seguridad y confidenciales ya lo tenemos todo bloqueado, así que ya estamos trabajando y pensando en ampliaciones. El Arenosillo ya está pidiendo más».

Por su parte, Rafael Márquez, contaba a lo que se dedica su compañía internacional en Andalucía indicando «hemos desarrollado un producto llamado Tharsis y siempre hemos tenido un enfoque muy aeronáutico. Todo el desarrollo tiene que ser tomado con una generación de evidencia muy riguroso para que nos den confianza para operar ese sistema. Con suerte se ha demostrado que tenemos ventajas muy competitivas y lo hemos hecho gracias al apoyo de la rama de Ingenieros de la Universidad de Sevilla. Tenemos toda una batería de elementos para ensayar en tierra y simulación. Aparte de las ventajas más obvias como la logística, porque estamos a una hora de Sevilla, otra es la climatología porque se puede hacer una reserva y en el 90% de las opciones se va a poder volar, y también está el equipamiento y algo fundamental como es la capacidad humana con los profesionales que hay en El Arenosillo. Nos solventan todos los problemas que vamos teniendo a la hora de intentar volar más lejos y más alto. Todo eso es fundamental para que Aertec tenga hoy día un producto maduro para competir a nivel europeo con empresas mayores, y parte de ese éxito se lo debemos a El Arenosillo».

También aludía Márquez a los planes de presente y futuro a corto y medio plazo que tienen en mente: «Aplicamos la dualidad civil-militar. Son aviones de peso y ya hemos anunciado el proyecto Tharsis W, una nueva versión del dron con micromisiles guiados, que lo ponemos a disposición del Ministerio de Defensa en España y también de proyectos europeos. Nuestra vocación es afrontar el futuro ofreciendo esa soberanía y autoridad de diseño propio para seguir creciendo. Y todo lo que sea CEUS será para nosotros una ventaja competitiva».

De otro lado, Aníbal Ollero hablaba del gran potencial que tiene Andalucía en el sector de la aeronáutica. «Yo llevo más de 30 años trabajando en sistemas aéreos no vinculados. Nuestro grupo somos unas 70 personas y tenemos 13 proyectos europeos en funcionamiento y coordinamos unos ocho millones de euros. Españoles son cuatro o cinco y en total llevamos a cabo unos 30 proyectos simultáneamente. Podemos decir que somos los primeros del mundo. Desarrollamos sistemas más o menos innovadores para que se puedan hacer posibles algunas aplicaciones como por ejemplo volar cientos de kilómetros y posarnos no sólo en sitios pequeños y hacer allí tareas de mantenimiento que requieren manipulación aérea. Cuando lo propuse en el año 2010 no se lo creían y somos los primeros en ese campo y también lo hemos demostrado en el sector petroquímico, donde hemos sido capaces de hacer medidas de espesor de tuberías y de tanques, un proyecto por el que nos dieron un premio europeo. Ya hay empresas que lo hacen industrialmente y que lo van a hacer aquí en Cepsa en los próximos meses. Ese es un poco nuestro espíritu y es verdad que necesitamos las infraestructuras y está Ceus en Huelva y también Atlas en Jaén. Y hablando de movilidad aérea urbana no me quiero olvidar de un centro que hemos hecho nuevo en Sevilla gracias a la Universidad, que va a abrir en los próximos meses, así que en Andalucía están surgiendo nuevas oportunidades para desarrollar sistemas novedosos», declaraba.

Al igual que sus compañeros de charla, el catedrático también veía el futuro del sector con tintes positivos. Así, esgrimía que «las posibilidades son grandes y en general soy bastante optimista. El presente y el futuro de la aeronáutica no sólo está ligado a tener una buena infraestructura. Por ejemplo, estamos haciendo que sean materiales inteligentes y absorban energía. En los últimos 10 o 15 años esas funciones inteligentes de que sean capaces de reconocer los sistemas a bordo hacen que sean más seguras y ahora hemos sacado el primer sistema multimotor completamente blando, sin ningún material duro, que utiliza esa inteligencia».

Silvia de los Santos animaba a las empresas a dar un paso adelante y apostar por la aeronáutica. «Ayudamos a las empresas nuevas y a las ya consolidadas a ser más competitivas. Mi trabajo es hacer de conectora. Es cierto que Huelva todavía no ha entrado en esa línea industrial. El Arenosillo es referente en España pero hay muchas oportunidades. Huelva tiene un polo industrial y una agricultura muy importante y quizás lo que falta es el apoyo a las empresas. Les ayudamos a buscar financiación y quizás en Huelva lo que falta es dirigir mejor a las empresas. Si no colaboran con centros de investigación no van a crecer. Trabajamos en buscarles fondos y también en darles de los nuestros porque tenemos ocho millones de euros y el requisito siempre es hacerlo colaborando con una universidad andaluza. Y también cazamos fondos europeos en cascada de tres o cuatro millones de euros para crear cadenas de valor con empresas pymes que hagan sinergia con distintos sectores. La idea es que las pymes del sector aeroespacial colaboren con empresas de otros sectores como por ejemplo el espacial, de la construcción o el textil. A veces detectamos empresas que están haciendo cositas pero están solas y el que no se apoye en un centro de investigación está perdido y no va a crecer más».

Y sobre los drones también llamaba a intentar explotarlos más, comentando que «la agricultura es una de las líneas importantes de desarrollo. Es el campo natural que tenemos en Huelva y en Andalucía y no entiendo como no salen más pequeñas empresas de servicio de drones para hacer el seguimiento a los agricultores. Es otro sector que debemos impulsar desde todas las provincias porque es muy potente, y el desarrollar aplicaciones satelitales para el uso de la agricultura es muy importante. Huelva tiene que aprovechar la sinergia porque tiene industria y agricultura. Hay que pensar en el mercado global y Huelva es una zona donde el mercado aeroespacial es muy importante».

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