«Si esto solo fuera tenis, tendríamos una gran pelea, pero también va a ser algo mental»

Lo más importante es descubrir qué va hacer diferente Alcaraz para que no le pase lo que en París, para prepararse y preparar un partido contra alguien como Novak. Porque es una situación muy diferente a la que se encontró Alcaraz en su primera final, en el US Open 2022, donde tuvo de rival a Casper Ruud.

Lo dijo el propio Alcaraz: para Djokovic es un día más en la oficina -lleva 35 grandes finales-, y para él es solo su segunda final de Grand Slam. Así que no, no es solo un partido de tenis. Es jugar con el cerebro propio y con el del rival.

Y en eso Djokovic es muy bueno.

Pero no es un maestro.

Es un maestro en golpear a la pelota, en los movimientos, en competir, pero puedes entrar en su cabeza para hacer que se vuelva un poco loco. A veces lo hace, descentrarse.

Con Rafa Nadal no lo puedes hacer. Con Roger Federer, tampoco. Pero con Novak puedes lograrlo. Quizá no para hacer que cometa errores, pero a veces es él quien muestra algunas sensaciones negativas: desde el otro lado de la red ves que le está gritando a su palco, por ejemplo, y ahí notas que has entrado en su cabeza. Por eso es muy bueno en momentos de tensión, pero no es un maestro.

Y esa es otra gran diferencia.

A veces le muestra al mundo que está enfadado o está en un momento negativo. Y de repente, en ese instante, deja de ser tan bueno como debería ser para afrontar el partido.

Nadal en eso es número 1, nunca muestra que esté en algún momento negativo. No muchas veces, al menos.

Creo que Novak Djokovic es increíble, pero esa es una pequeña debilidad, mostrar al oponente que está enfadado. Si eso le ayuda o no, no lo sé. Veremos.