El Sporting Huelva sigue haciendo camino en el desastre (0-2)
El SE AEM Lleida se llevó la victoria del feudo del conjunto onubense, que ya acumula diez derrotas consecutivas
Novena derrota consecutiva de un Sporting Huelva cadavérico (2-0)
Un Sporting Club de Huelva totalmente abatido (0-3)
El Sporting Club de Huelva vivió otro doloroso partido en la mala dinámica que viene atravesando. Cayó derrotado 0-2 con el SE AEM Lleida en su estadio, añadiendo otro capítulo más a su triste temporada. Son ya diez derrotas consecutivas las que acumula el conjunto onubense, instalado en el desastre y sin visos de reacción. Es un equipo que luchar pero que tiene una moral muy débil por su situación y cualquier rival le hace daño con muy poco, mientras que le cuesta un mundo hacer gol.
Ante el conjunto catalán, el técnico Antonio Toledo alineó en el estadio que lleva su nombre para la decimotercera jornada en la Primera RFEF a Natalia, Hitomi, Andersson, Alba QR, Sarai G, Sulola, Honoka, Ida, Schenk, Albarrán y Ayaka. Se quedaron en el banquillo Paula, Raquel, Carvajal, Dubuc, Bjerksaeter, Cintado y Sofía.
El conjunto visitante se adelantó muy pronto, en el minuto 4, un primer mazazo que bien pudo contrarrestar Ayaka, que no tuvo fortuna. Remató un gran pase hacia atrás de Alba, pero su tiro se fue rozando el palo en el minuto 25. Y al minuto siguiente, el 26, volvió a golpear el conjunto ilerdense, muy efectivo.
Con el 02- se llegó al descanso y no se movió más el marcador. Toledo dio entrada a Bjerksaeter y a Raquel por Hitomi y Sarai G y más adelante María Carvajal suplió a Ayaka, pero nadie dio con el modo de recortar distancias en el marcador.
⏱ 90+4’ | Final del partido.
— Sporting Club Huelva (@sportinghuelva) December 15, 2024
𝐒𝐂𝐇 0️⃣-2️⃣ AEM pic.twitter.com/1eE4u0fPLu
A falta de cinco minutos para el final Honoka de falta directa creó la mejor ocasión de peligro. Su tiro se fue alto por muy poco.
Así se cerró otra derrota para el Sporting Club de Huelva, que parece más que condenado a un segundo descenso consecutivo si nada cambia.