Del coma a volver a montar en bicicleta, ésta es la historia de superación del deportista onubense Antonio Prieto

El joven, nacido en Sevilla pero criado en Huelva, ha plasmado su duro proceso de rehabilitación en el libro 'Accidente', que se presenta este viernes

«Por la bici tuve el accidente pero gracias a lo que aprendí de ella me he recuperado muy bien», resalta

Sus valores deportivos le hicieron perseverar en en la recuperación: “La gente me dice ole por mi superación, pero ¿qué iba a hacer?, era medio obligado”

Antonio Prieto Navarro, sobre su bicicleta y con dos ejemplares de su libro 'Accidente' H24
Mario Asensio Figueras

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La verdad aplastante de que la vida te puede cambiar completamente en un segundo es un pensamiento en el que no reparan a menudo los que se han librado de una jugarreta del destino. Sí lo hacen con una cruda consciencia quienes han sentido en sus carnes el mazazo del suceso más imprevisible, que convierte su realidad cotidiana en una lucha por revertir ese cambio. Alguien que transita ese camino es Antonio Prieto Navarro (32 años), un deportista sevillano criado en Huelva y de padre onubense, que ha recogido en un libro el proceso de rehabilitación que tuvo como punto de partida un grave accidente en bicicleta en febrero de 2023. Le dejó casi un mes en coma y varios en una silla de ruedas antes de volver a poder andar con mucho esfuerzo y arrastrando secuelas.

El autor y protagonista de 'Accidente', obra que presentará este viernes (18.30 horas) en el Real Club Recreativo de Tenis de Huelva, no sé dejo llevar por la fatalidad y se empeñó en salir de esta situación mejorando un poco cada día. Hizo de la escritura un acto mecánico para recuperar la movilidad de su mano y también una terapia para sanar su alma, un desafío añadido a la reconstrucción de su normalidad plasmado en 280 páginas.

«Desde el principio he hecho mucho por acompañar las terapias que me ponían los profesionales con otras que yo mismo me inventaba, porque tengo un conocimiento del cuerpo bastante bueno gracia al deporte», explica a Huelva24.com un joven que derrocha simpatía y buenas vibraciones pese al sufrimiento acumulado.

Imagen principal - Del coma a volver a montar en bicicleta, ésta es la historia de superación del deportista onubense Antonio Prieto
Imagen secundaria 1 - Del coma a volver a montar en bicicleta, ésta es la historia de superación del deportista onubense Antonio Prieto
Imagen secundaria 2 - Del coma a volver a montar en bicicleta, ésta es la historia de superación del deportista onubense Antonio Prieto

Desde un principio tuvo claro cómo debía afrontar una situación tan difícil. Como a raíz del accidente no tenía mucha habilidad con la mano derecha, se propuso escribir con un teclado y de ahí el siguiente paso fue escribir un libro. «La intención era hacer la obra al cien por cien, desde escribirlo a la edición de la portada y la publicación, para que fuera un reto personal. He hecho casi todo», reconoce.

Las tres claves de una buena recuperación

En su proceso de recuperación tan efectivo ve tres claves «principales». Una es «tomarse todo de manera muy optimista, porque es la única manera de ir hacia adelante más rápido». La segunda es sacar de cada cosa «un aprendizaje y si pasa algo ver qué aprendo de eso y cómo me informo de algo, cómo aprendo a solucionarlo». La tercera es su práctica deportiva anterior al accidente, que le ha aportado herramientas para afrontar la situación. «Reconozco ciertas cosas, como la capacidad de esfuerzo o el no agobiarte cuando algo es muy lento y a largo plazo», indica.

En este sentido, Antonio afirma con rotundidad que «por la bici tuve el accidente pero gracias a lo que aprendí de ella me he recuperado muy bien». Su gran condición física evitó daños mayores a los graves que sufrió y sus valores deportivos le hicieron perseverar en su recuperación como respuesta más natural al trágico panorama en el que se vio inmerso.

Imagen - «La recuperación ha sido elevada, por encima de las expectativas»

«La recuperación ha sido elevada, por encima de las expectativas»

La realidad es que se ha recuperado mejor que la mayoría de las personas con daños similares a los suyos, situación sobre la que tiene una teoría y la demostración práctica. «No digo que otras personas no haya puesto de su parte. En mi caso la recuperación ha sido elevada, por encima de las expectativas», desenlace en el que «me ha ayudado todo lo que ya tenía antes del accidente, como mi actitud positiva y el deporte». Expone que «hay ciertas cosas del proceso de recuperación que no me han supuesto un trabajo grande y que a alguien que no estuviera en mi situación tenía que trabajarlas bien paralelamente».

Todo esto está plasmado en su libro, que cuenta en una primera parte con detalle cada etapa del proceso de recuperación. En la segunda habla de sus aprendizajes, con algunos capítulos dedicados a otras personas que le han inspirado, como el ciclista profesional del equipo Caja Rural Sergio Martín, que tuvo un accidente parecido unas semanas más tarde que él.

Un accidente con graves daños

Antonio Prieto Navarro practicaba triatlón, pero se decantó por el ciclismo, deporte en el que se empleaba a fondo a diario. Un mediodía de febrero de 2023 iba «bastante rápido» y acabó chocando contra un coche parado en el arcén. Fue un golpe «bastante fuerte» que afectó de manera grave a su cabeza.

Imagen - «Es como si se te desordenaran todas las neuronas y tuvieran que ordenarse y eso me ha afectado»

«Es como si se te desordenaran todas las neuronas y tuvieran que ordenarse y eso me ha afectado»

Se vio afectado el plexo braquial, una estructura nerviosa localizada en la base del cuello y la fosa axilar, responsable de la inervación muscular. El daño afectó a la parte nerviosa de las extremidades y por ejemplo, aún hoy «no puedo doblar la mano hacia afuera ni el codo» de brazo derecho. También sufrió un daño axonal difuso, una lesión encefálica cuyo daño se da en una zona amplia del cerebro. Antonio explica que «es como si se te desordenaran todas las neuronas y tuvieran que ordenarse y eso me ha afectado». Tiene una parálisis en el lado derecho de la cara y el interior de la boca y «me cuesta mucho vocalizar». Aún así comunicarse con él no implica dificultad, pero asegura que «hace un año no habríamos podido hablar». Añade que «cognitivamente estoy perfecto. Soy capaz de llegar al mismo punto que antes pero un poco más lento».

El joven se ve en el buen camino y afirma que «todo va progresando y eso me ha dado mucho ánimo, porque no ha habido semana en la que no haya progresado en algo».

De hospital en hospital

En el Hospital de La Paz de Madrid estuvo 28 días en coma y continuó en la UCI hasta casi un mes y 10 días. Después pasó tres meses en la Fundación Instituto San José, que cuenta con un hospital especializado en rehabilitación neurológica y funcional y referente en cuidados paliativos. «Era una especie de residencia donde duermes y por la mañana te dan terapia», recuerda. En Madrid también estuvo en el Ceadac (Centro Estatal de Atención al Daño Cerebral Adquirido), donde los tratamientos fueron «enfocados al golpe recibido en el cerebro». «Mi recuperación principal fue recuperar la capacidad de pensar y volver a ser cognitivamente lo que era antes, o lo que soy ahora. Luego, en el hospital Carlos III intentamos darle la máxima funcionalidad posible al brazo y luego regresé a Sevilla, donde estoy en casa de mis padres», relató.

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Del accidente no se acuerda de nada e incluso recuerdos que tenía de ese día antes del suceso se han ido perdiendo en su memoria. «Es normal que no me acuerde de nada, pero es curioso que cuando pasé a planta hay cosas que hace meses me acordaba se han ido borrando los recuerdos que no aportan nada. El cerebro es inteligente», opina.

Prieto nació en Sevilla, vivió en Huelva 18 años y tras estudiar la carrera en la capital hispalense se marchó a Pamplona, donde pasó cinco años antes de recalar en Madrid, donde entró a trabajar en Decathlon y tuvo el accidente.

El momento más duro

Estuvo tres meses en una silla de ruedas y eso fue para él el momento más duro». Es lo más agobiante porque no puedes hacer lo básico de andar y caminar», asegura, pero recuerda que cuando atravesaba por ese grave impedimento «no era frustrante. En ese momento mi cabeza pensaba más en qué tengo que hacer para salir de la silla de ruedas que en decir oh Dios mío estoy en una silla de ruedas me agobio. La gente dice ole tu superación, ¿pero qué iba a hacer?, era medio obligado. cómo no voy a motivarme en esa situación».

Imagen - «Veía por delante un camino donde no conocía a nadie que lo hubiera transitado»

«Veía por delante un camino donde no conocía a nadie que lo hubiera transitado»

Comparte que al principio una de las cosas que le «agobiaba» no tener amigos o conocidos que hubieran pasado por una experiencia similar. «Veía por delante un camino donde no conocía a nadie que lo hubiera transitado», rememora y refleja que eso también le incitó a a escribir su libro para «ayudar a esas personas que se enfrentan a una situación similar, que tengan algo cerca de alguien que haya pasado por eso y se lo cuente, porque no todo es bonito, lógicamente, pero con empeño todo se consigue».

110 kilómetros a la semana

Con tesón logró volver a andar y ahora hace 110 kilómetros a la semana. «Ando mal, pero antes era mucho peor», considera. Detalla que «desde el principio he visto que la única manera de mejorar era andar más. A veces todo lo rápido que pudiera y otras veces enfocado en andar lento pero con mucha precisión».

Ahora mismo no puede dar una zancada, al no poder ejecutar el gesto de correr levantando la rodilla, pero valora que «ya ando relativamente bien, me muevo y voy al gimnasio a recuperarme sin ningún problema». En cuanto al brazo derecho, inca que «como no lo tengo muy bien no he querido trabajar en volver a conducir y eso me ha obligado a andar mucho».

Enfocado en rehabilitarse «al cien por cien»

Su día a día está plenamente «enfocado al rehabilitarme al cien por cien». Va cada jornada al gimnasio donde con máquinas de musculación guiadas «te permite esforzarte sólo en una dirección, un movimiento de ida y vuelta y es más sencillo que intentar darle la orden a la extremidad».

Entrena también subido a la bici en casa sobre un rodillo y duerme una siesta, porque «en comparación con antes el cerebro me pide dormir dos horas más cada día». La bicicleta todavía no la puedo coger en la calle porque no tiene estabilidad suficiente para ponerse en marcha en los primeros segundos, pero afirma convencido de que «algún día volveré a cogerla». Ha probado alguna bici con el sistema paralímpico tipo triciclo y eso le ha despertado el gusanillo de volver a competir, pero es prudente. «Está claro que me gustaría pero lo primero que hay que saber es dónde estás y cuál puede ser tu meta con mucho realismo», recalca.

Imagen - «Si tengo que renunciar a 2-3 años más de recuperación, pues ya está, se hace, no pasa nada»

«Si tengo que renunciar a 2-3 años más de recuperación, pues ya está, se hace, no pasa nada»

El trofeo por levantar es seguir avanzando en su rehabilitación, cueste lo que cueste. «Si tengo que renunciar a 2-3 años más de recuperación, pues ya está, se hace, no pasa nada». En este proceso, resalta que «las personas que están cerca son imprescindibles. Viven este proceso contigo y te das cuentas de que las valoras mucho más y mucho menos lo material».

Cita a amigos como Antonio Alis, a su hermana, que es fisioterapeuta y le ha podido «ayudar mucho», o sus padres, que al estar prejubilados se mudaron con él a Madrid para ayudarle con todo. El resto de la familia y personas cercanas han ido aportando también. «Vives pensando que no es tu culpa pero piensas en que vaya disgusto les estoy dando», declara Prieto, que siente la «satisfacción» de recibir lo mejor de cada persona de su entorno.

Estos días repasa en su cabeza las ideas que quiere compartir en el Real Club Recreativo de Tenis. «Estoy muy contento y con muchas ganas de que salga todo bien», dice un Antonio «feliz» por el hecho de que la presentación de su libro sea uno de las primeras actividades enmarcadas en la edición número 100 de la Copa del Rey de Tenis. Al igual que esta competición ha visto pasar a grandes campeones, su gran familia seguro que aplaudirá el espíritu de un deportista con un testimonio inspirador para todos y que no deja de intentar ganar partidos diarios a la vida.

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