ENTREVISTA CON GABRIEL CARRASCO TRISTANCHO

'Por desgracia no hay unión en el baloncesto de Huelva y pecamos un poquito de cainitas, pero cada vez menos'

En una entrevista concedida a huelva24.com, el técnico onubense dice que 'si lo que hicimos con el Conquero hubiese ocurrido en Estados Unidos a lo mejor hasta se habría hecho una película', indica, y añade que 'el problema más grave e importante que tuvo el club fue el de Hacienda y vino de una mala tramitación que hubo a nivel de facturación'. Habla de su regreso a Hungría y se muestra optimista con el futuro del Enrique Benítez: 'Ha montado un grupo de trabajo excepcional'.

'Por desgracia no hay unión en el baloncesto de Huelva y pecamos un poquito de cainitas, pero cada vez menos'

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PREGUNTA.- ¿Cómo le entró el gusanillo por el baloncesto?

RESPUESTA.- Pues con 10 años en el colegio Tartessos. Allí se montó una pequeña escuela de baloncesto en la categoría de minibasket y desde entonces hasta los 46 años que tengo en la actualidad no he dejado de tener una licencia, ya sea como jugador, aunque es algo que ya tengo muy olvidado porque jugué en el siglo pasados (risas) como entrenador. Como jugador sí que es verdad que fue una etapa muy bonita. Me formé en el Cajahuelva y probablemente el responsable de que hoy en día esté aquí es Antonio Quintero padre, que creo que es uno de los entrenadores que más impacto ha tenido en el desarrollo del baloncesto en Huelva desde los años 80 hasta prácticamente su fallecimiento hace ya creo que seis años. Siendo jugador llegué a jugar en liga EBA cuando por entonces era la segunda categoría que había en el baloncesto femenino en España. Éramos un grupo de jugadores que nos manteníamos de la misma generación desde categorías inferiores, con Chuni Molina, Gonzalo Rebollo, Agustín Molina, Miguel Ángel Vilchez, Quique Chaves, Julio Granados, Israel… Y con 17 años me estaba despertando interés la faceta de entrenador y ahí empecé a hacer mis pinitos, primero en una escuela municipal que se montó en Los Rosales, que es donde yo vivo. Ahí creo que es donde tuve la oportunidad de empezar a engancharme y a conocer el lado de los banquillos. Empezamos con un equipo infantil en unas instalaciones muy humildes y al final acabamos teniendo equipos desde alevín hasta junior. A partir de ahí he tenido la suerte de pasar por muchos clubes. El Ciudad de Huelva y el Maristas en categorías inferiores. En Palos fui coordinador de la escuela municipal cuatro o cinco años y también tuve el mismo cargo en la escuela municipal de Gibraleón. Después me fui al Conquero, que es el club en el que más años he estado. Empecé con un equipo cadete en 2005 cuando era un club totalmente amateur y tras la llamada de José Luis Pena, Beti, que es un gran amigo y en aquella época era el director deportivo del club. Teníamos un grupo en Primera Nacional, que en aquella época lo cubríamos con cuatro o cinco jugadores sénior completado con varias jugadoras júnior, y también teníamos dos cadetes, había un infantil y no teníamos minibasket. Tras el cadete pasé al júnior de Primera Nacional y al sénior hasta que llegó el primer ascenso a Liga Femenina 2 en el año 2008, y tras cuatro temporadas ahí logramos subir a la máxima categoría en 2012. Fuimos creciendo año a año y después tuve la experiencia de Hungría y la de la liga EBA con el Enrique Benítez y ahora afrontaré una nueva aventura en el extranjero.

P.- ¿Por qué dejó tan pronto la faceta de jugador?

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P.- ¿Es muy diferente dirigir a hombres que a mujeres?

R.- Es una pregunta que me hacen mucho y entiendo que la hagan, pero de verdad que creo que el baloncesto no tiene género. Hay unas diferencias que pueden ser físicas, pero por el contrario en el baloncesto femenino se producen unas situaciones mucho más ricas a nivel táctico que en el masculino. Y a nivel de personalidades yo he aprendido mucho dirigiendo a mujeres por las muchas experiencias que me han tocado vivir y creo que eso me ha formado mucho como entrenador. Y es verdad que a nivel competitivo y deportivo he tenido la suerte de poder vivir experiencias de máximo nivel en el baloncesto femenino tanto en España como fuera, ya que he disfrutado de una competición como es la Eurocup y esta próxima temporada también voy a volver a hacerlo. Aunque esta última campaña, después de mucho tiempo sin entrenar a hombres, ya que mi última experiencia en el baloncesto sénior fue un Campeonato de Andalucía con Palos en el que quedamos campeones y Palos ascendió a Primera Nacional, ha sido muy divertida por todas las circunstancias que se dieron. Ganamos varios partidos ‘in extremis’ y vivimos algo que poca gente se esperaba como fue ver un Andrés Estrada nuevamente lleno pero en esta ocasión con baloncesto masculino. Fue una experiencia que estoy muy contento de haberla podido vivir porque para mí este deporte, y más si es en Huelva, tiene una connotación muy especial.

P.- En las redes sociales se le ve a usted muy comprometido, crítico y reivindicativo con la lucha por la igualdad en el deporte…

R.- Creo que todavía hay una gran diferencia. Por desgracia el deporte femenino sólo es portada cuando consigue algo. Y si lo circunscribimos a nuestra ciudad, no deja de ser también un reflejo de lo que pasa en este país. En Huelva los mayores logros los ha logrado el deporte femenino y eso son hechos y solamente hay que tirar de palmarés para verlos. Pero únicamente nos acordamos del deporte femenino cuando es portada. Tiene que hacer auténticas heroicidades para que todo el mundo se quiera hacer la foto y quiera aparecer. Por ejemplo, hace unos días la Selección Española de baloncesto femenino ganó el oro en el Europeo y leí una entrevista que le hacían a Marta Xargay y era bastante dura. Ha ganado tres oros seguidos y lleva jugando muchos años en el Dynamo Kursk, uno de los mejores clubes de Europa con el que ha ganado varias Euroligas, y decía que realmente cuando está fuera no recibe llamadas ni atenciones. Esa es una realidad que está ahí y creo que todavía nos queda mucho por andar y son brechas que hay que intentar acortar por razones tan básicas como que es de justicia.

P.- ¿Se valoró en Huelva lo que hizo el Club Baloncesto Conquero?

R.- En la calle sí. Yo me tiré un año fuera en Hungría y cuando volví, desde echar la gasolina o entrar en una tienda a comprar algo, me asombraba que siempre había alguien que se sigue acordando del Conquero. Creo que aquello fue algo que si hubiese ocurrido en Estados Unidos a lo mejor hasta se habría hecho una película. Éramos un club muy humilde con un presupuesto que en aquella época estaba en unos 270.000 euros y fuimos capaces de ganarle un título a un club con la historia que tiene Perfumerías Avenida. Y no fue una anécdota, ya que veníamos de haber jugado ya una final el año anterior, teniendo opciones reales de ganarla. Por eso digo que a pie de calle, entre el aficionado, sí se valoró. Pero después creo que a nivel institucional a todos los niveles, y hablo de administraciones locales, provinciales y autonómicas, se podía haber apoyado un poco más. Era una situación que era salvable y al final se dejó que se fuera el proyecto. También me consta que hay gente que ha echado la vista atrás y ahora sí que dice que a lo mejor habría que haber hecho un poquito más porque se mantuviera a flote y una ciudad como Huelva pudiese seguir teniendo un proyecto en Liga Femenina con lo que venda. Creo que era muy importante y que decía mucho de la sociedad.

P.- Y haciendo autocrítica, ¿qué parte de culpa tuvo el propio club de todo aquello?

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P.- ¿Y una de las soluciones no podría ser que se repartiera para otros clubes más parte de la tarta que recibe el Recre?

R.- Yo soy deportista y a mí que el Recreativo estuviese en Primera División y jugando la Champions me encantaría porque le viene bien a la ciudad y al deporte en general. Pero siempre viéndolo desde fuera, y creo que con cierta objetividad, sí que pienso que la gestión a nivel deportivo en Huelva podría hacer que el máximo exponente, que es el Recreativo, estuviera al máximo nivel pero que hubiera espacio para muchos más deportes porque no hace falta tanto. Por ejemplo, echo en falta cosas que he visto en el norte de España como fundaciones cuyos patronos son las entidades públicas, que al final provocan que también las privadas den un paso adelante. Y no me refiero sólo a la cantera, ya que por ejemplo los equipos vascos de Liga Femenina están todos participados por fundaciones que son de capital público. El hacer un frente común a nivel institucional ayudaría a que hubiera una fortaleza económica, que al final le hace falta al deporte. El deporte es bueno porque es salud, porque dinamiza a nuestra juventud, porque genera espectáculo en una ciudad y la ciudad necesita ocio… Y también es bueno porque transmite una imagen positiva de la ciudad que creo que todos coincidimos que Huelva necesita. La situación económica y social de Huelva es la que es y la mejor manera de mejorarla no es decir solamente que vivimos en un paraíso sino ser conscientes de los retos y problemas que tenemos. Es algo que la ciudad tiene que afrontar porque si no nos veremos abocados a vivir una situación que ningún onubense quiere vivir.

P.- Suele decirse que en el baloncesto onubense hay bastante caínismo.

R.- Unión por desgracia no la hay. Yo al menos lo digo por como lo he vivido siempre. Por ejemplo, en el gremio en el que me muevo ahora de la hostelería a mí el que me abran un negocio al lado que vaya muy bien es una competencia que empresarialmente veo muy positiva. Me obliga a ponerme las pilas pero también me está generando riqueza. Toda la riqueza que se genera en mi entorno para mí es muy positiva. Y en el baloncesto lo veo igual. Si el baloncesto de Huelva tiene algo al máximo nivel hay mucha gente que lo puede ver como que solamente hay un canal de entrada de recursos que se puede redireccionar a una única entidad, pero yo lo veo totalmente diferente. Creo que eso puede generar que ese canal de recursos y esa atención que genera el baloncesto cada vez sea mayor. Siempre que he estado en un proyecto deportivo he intentando aportar la visión de que tiene que ser abierto. En el Enrique Benítez, por ejemplo, me he encontrado con gente que también piensa así y por eso el club está alineado con una entidad como Montessori y el año pasado tuvimos a un jugador que no podía debutar con nosotros y se vinculó a un club de Primera Nacional. Todo lo que sea abrir y tender lazos con otras entidades que no sean el propio club va a fortalecer al club. Es verdad que pecamos un poquito de cainitas, pero pienso que ya eso pasa menos y que hay más gente que lo empieza a ver de otra manera. Todo lo que sea dividir es siempre negativo y desde la suma se crece y se generan cosas positivas y buenas noticias.

P.- ¿Cómo ve el estado de salud del baloncesto femenino onubense?

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P.- Y en cuanto al masculino, con el Enrique Benítez creo que acaba de comprobar nuevamente que Huelva necesita y quiere baloncesto de élite…

R.- Huelva siempre ha sido una ciudad de baloncesto. Tenemos nuestra historia. Recuerdo el primer proyecto que hubo profesional, con jugadores y entrenador de fuera, que fue el segundo año en el que se estuvo en la Primera B porque en la otra ocasión se descendió. Fue con Miguel Ángel Martín Benito y yo participaba ahí como júnior junto a otros jugadores de Huelva. Y desde esa época esta ciudad ha vivido grandes gestas. En masculino llegamos a estar en la ACB y en femenino era impensable en una fase de ascenso a Liga Femenina 2 hubiera un Andrés Estrada lleno. E igual de impensable era que en liga EBA, que no deja de ser la cuarta categoría del baloncesto masculino español, volviéramos a ver ese empuje y esas ganas que tiene la gente de Huelva de baloncesto. Ese es un punto de partida y desde ahí se tiene que provocar otra vez el crecimiento y el intentar estar a la altura de lo que la gente quiere. Con los pies en el suelo me consta que el Enrique Benítez está trabajando en esa dirección. Creo que ha montado un grupo de trabajo excepcional y con gente que llevan un trabajo increíble en los últimos años y que son responsables de que el Enrique Benítez vaya a cumplir su séptima temporada en liga EBA como el máximo exponente del baloncesto onubense. Siguen Fructuoso, Cinta Peña… y además ha incorporado a gente de la comunidad educativa que no necesita presentación, como el director del Montessori, Ricardo, con la importancia que tiene que un club tenga detrás un colegio con esa infraestructura. También ha entrado Carlos Castañeda, una persona muy reconocida a nivel educativo, o la figura del presidente Juan Carlos Vizcaíno, muy reconocida nivel empresarial, lo que le va a dar un plus fundamental al club en cuanto a la gestión y captación más allá de las instituciones públicas. Porque visto lo visto es muy difícil. Subsistir a lo mejor sí, pero poder crecer es complicado si sólo se vive del apoyo público. Hay que intentar generar apoyo privado, y ahí también el aficionado debe tener un peso importante haciéndose socio y sumando.

P.- Antonio Quintero es el nuevo técnico del Enrique Benítez. ¿Qué cree que le puede aportar?

R.- Creo que a día de hoy es uno de los técnicos onubenses mejor formados. Graduado en Educación Física, Entrenador Superior, es uno de los pocos técnicos que ha podido vivir situaciones de baloncesto profesional. Estuvo conmigo de ayudante el año que se gana la Copa de la Reina y también tiene experiencia en categorías sénior porque dirigió en Primera Nacional al Conquero el año siguiente del bloqueo en Liga Femenina. Además, fue cuarto de Andalucía con el Conquero júnior. Demostrando mucha hambre y mucha valentía el año pasado estuvo en un proyecto fuera de Huelva en Valencia, en el Claret de la Liga Femenina 2. Estuvo como primer entrenador y se quedó incluso a pocos partidos de meterse en la liga de ascenso a la máxima categoría. Y para esta temporada ya estaba pactada su vuelta a Huelva porque creo que es un valor para cualquier club. De hecho ha habido otros clubes, mínimo dos, uno de ellos de Huelva y otro de fuera, que han estado muy interesados en hacerse con sus servicios, pero él tenía muy claro que quería estar en el Enrique Benítez. Ya estaba planteada su entrada en el club siendo el máximo responsable de la parcela de preparación física y estando también muy vinculado a la cantera y al cuadro técnico de liga EBA. Y cuando se ha producido la situación de que inicialmente yo esta temporada no iba a estar aquí, ya teníamos el mejor fichaje para cubrir mi salida y todos estamos muy contentos. Yo no tengo la mínima duda de que está totalmente capacitado y de que va a ser la pieza fundamental sobre la que va a girar un proyecto muy ambicioso del Enrique Benítez.

P.- ¿Cuándo tomó la decisión de no renovar y por qué?

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P.- ¿Qué nos puede contar de su nuevo destino, el CEKK Cegled?

R.- Es un club de una ciudad pequeña que está en coche a 40 ó 45 minutos de Budapest, más al norte de Hungría. Es un equipo histórico de Eurocup en los últimos años. El año pasado fueron sextos. Además, la liga de Hungría es una competición muy atractiva por las reglas que tienen de protección a la jugadora nacional. Solamente se pueden fichar cuatro extranjeras por equipo, dos de ellas extracomunitarias, y el mercado de jugadoras húngaras no es tan grande ni tienen tantísima calidad, por lo que todos los equipos están equilibrados. Además, por ejemplo en la liga regular te obligan a que en los dos primeros cuartos tienes que tener a una jugadora Sub 21, y en la segunda parte de los encuentros siempre tienes que tener en la cancha a dos jugadoras húngaras. Está Sopron, que lleva dos años consecutivos jugando la ‘final four’ de la Euroliga femenina, y equipos como el Atomeromu, que está siempre entre los ocho mejores de la Eurocup, que es una competición que juegan 40 clubes de todo el continente. Es una liga muy atractiva y de mucho nivel, y cuando recibí la oferta se me empezó a activar la motivación. Esto se ha precipitado en los últimos días y me senté con el Enrique Benítez. Creo que está muy encarrilada la construcción de la plantilla a nivel de renovaciones y de nuevas incorporaciones aquí en Huelva, le expliqué la situación y desde el primer momento lo entendieron. También saben que mi vinculación con el club va a seguir, desde que los jugadores van a poder almorzar en Tie-break habitualmente hasta que me van a tener ahí para ayudarles en cualquier situación en la que me puedan necesitar.

P.- Es cuanto menos extraño que con su currículum no cuente con ofertas de clubes españoles de Liga Femenina…

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