BÁDMINTON
El patrimonio deportivo de Carolina Marín hecho reino en Huelva
La figura pionera de la campeona onubense va más allá de sus múltiples éxitos y ha ido dejando como legado un Europeo y un Mundial organizados en su tierra, una de la capitales del bádminton
A su estela, cientos de jóvenes quieren ser como ella en el club donde se formó, el Bádminton IES La Orden, subcampeón europeo y 9 veces campeón de Liga
París llora con Carolina Marín: Se retira lesionada cuando tenía a su alcance la final olímpica
La frase de Carolina Marín a su entrenador en el momento de la lesión: «Me he roto»
El dolor del club de origen de Carolina Marín al ver su lesión: «Estamos impactados»
En un contexto social en el que toda actuación deportiva que no obtenga como recompensa el metal de un trofeo o una medalla parece no ser digna de gran consideración, la terrible lesión de Carolina Marín ha puesto de relevancia el patrimonio más allá de los éxitos. La deportista onubense se marcha de París sin poder pelear en una final el oro olímpico que tanto ansiaba ocho años después de conquistarlo en Río. Sin embargo, pese a no subir al podio ha obtenido desde primera hora un reconocimiento de una dimensión más allá del deporte, el de las leyendas.
Carolina Marín es la mejor de la historia en su deporte por palmarés: Campeona olímpica, tricampeona mundial, heptacampeona europea y ganadora de los torneos internacionales más prestigiosos del circuito, así como del prestigioso Princesa de Asturias de los Deportes. Es la parte más brillante de una trayectoria inigualable, en la que sin laureles pesan tanto o más las casi imposibles maniobras de resurrección tras graves lesiones de rodilla que hubieran causado la retirada en alguien sin su fuerza mental y coraje.
Medir y cuantificar la capacidad de sacrificio es un ejercicio complicado, pero en Carolina, ave fénix al menos dos veces, todos los índices superan la mucha expectación que siempre ha generado. De ella siempre se ha esperado lo mejor, porque lo ha dado con creces. Su ejemplo y los valores que representa disparan la admiración que se le procesa.
Ha puesto a Huelva en el mapa como nadie
El cómo ha puesto en el mapa a Huelva en el mundo del deporte tiene un valor incalculable, como la inversión necesaria para lograr por otros caminos el mismo desenlace. Ha logrado lo que nadie nunca antes. Hoy por hoy es un lugar de referencia identificable, incluso en los puntos más alejados del planeta para los que aman el bádminton con devoción.
En el deporte de los millones de licencias en la mayor parte de los países asiáticos, la talla como deportista y persona de la marca Carolina Marín ha conseguido que Huelva, una ciudad de 150.000 habitantes, sea una de las capitales del bádminton.
Su sola influencia fue un imán, un argumento más que suficiente, para que el Palacio de Deportes que lleva su nombre, actual sede de la Federación Andaluza de Bádminton, acogiera el Campeonato de Europa de 2018, donde fue reina en casa, y que fuera también sede del Mundial en 2021, aún con ella lesionada, pese a contar con otras ciudades rivales cualificadas como alternativa.
La onubense (31 años) fue una niña prodigio que cambió el taconeo y el vestido de volantes flamenco por los que giran a velocidad de vértigo bajo el dominio de su raqueta. Con ella, aplicando tenacidad a su talento, se ha convertido en una pionera en España, como lo fueron en su día Manolo Santana con el tenis o Severiano Ballesteros con el golf y ha alcanzado la categoría de estrella mundial, con millones de seguidores. Gracias a ella se enganchan muchísimos españoles a la televisión para seguir esa disciplina extraña donde se intercambia una pelota con plumas de ganso.
Un club de origen repleto de éxitos
La historia de este fenómeno de masas comienza en el Club Bádminton IES La Orden -fundado en 1989-, donde la formaron hasta dar su salto al CAR de Madrid. Hoy día esta entidad, a base de mucho trabajo, como el que desarrolló con su volantista más brillante, le ha llevado a las cotas más altas. Es el vigente subcampeón europeo de clubes y además cuenta con otras dos medallas de bronce continentales. En España suma nueve títulos de Liga, de los que ha ganado los tres últimos de manera consecutiva.
Su segundo y tercer equipo también está en categorías nacionales y sus jugadores, de diferentes escalafones, acumulan infinidad de éxitos en numerosos torneos cada temporada. La entidad, que tiene como director deportivo a Paco Ojeda, en su día técnico de Carolina Marín, cuenta con técnicos bien formados y cientos de chavales que sueñan con ser como su referente.
Por eso cuando Carolina no pudo más, cuando se retiró con las manos vacías y la rodilla destrozada del tapiz de París, a todo el mundo se le rompió el corazón pero no hubo lugar para la decepción. Todos aquellos que ya la seguían la querían en ese instante incluso más que antes de iniciar su nueva aventura olímpica repleta de ilusión. Ha dado tanto tanto a Huelva y los onubenses que la gratitud hacia ella y el orgullo son infinitos.
Su legado es un reino de bádminton que se extiende desde Huelva hacia allá donde rebota el eco de su grito de guerra, aullido de loba, con el que corona sus hazañas. Ahora sus lágrimas causan el mismo efecto, una conexión emocional sólo al alcance de una diosa del Olimpo como ella, hecha del material con el que sueñan ser las medallas de oro.