Shuarma (Elefantes): «La vida es aprender a querer y ser consciente de lo que te aporta y de que estás vivo cuando quieres»
La banda celebra este sábado con el público de Huelva en el Gran Teatro sus 30 años en un gran momento: «Ahora es cuando más estamos disfrutando el grupo, porque somos muy conscientes de lo que tenemos»
«Hacemos lo que necesitamos hacer y recibimos cariño por ello», destaca el cantante del grupo, que subraya que «para nosotros el éxito está en continuar haciendo nuestro trabajo y llegarle a la gente»
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Sumar 30 años en cualquier aspecto positivo de la vida tiene un mérito extraordinario. En el caso de la banda Elefantes, que este sábado celebran esta cifra redonda en su trayectoria con un concierto en el Gran Teatro (21.00 horas), el amor ha sido el elemento clave para trazar este camino. Amor hacia ellos mismos y lo que hacen y hacia un público que les corresponde con efecto multiplicado. El amor adquiere muchas formas y quizás la mejor para llegar a muchas personas a la vez -en cualquier momento y lugar- sea la de una canción. Así lo creen fervientemente desde esta banda, barcelonesa en origen y ya de muchas partes donde han sembrado su esencia. Tras los muchos momentos vividos, más altos y bajos, se encuentran en plena forma, valorando quiénes son y lo que tienen, dispuestos a seguir honrando una profesión que aman y que sacia la necesidad de expresar lo mucho que tienen que decir. Su cantante, Shuarma, hace balance -en nombre también de Julio Cascán, Jordi Ramiro y Álex Vivero- en las siguientes líneas y mira hacia atrás en el tiempo y hacia adelante, puntos en los que se ven juntos tocando, conectando con un público dispuesto a celebrar la música y la vida.

- Tras varios conciertos en Huelva regresan a la capital onubense y al Gran Teatro. ¿Qué recuerdos guardan de ocasiones anteriores y qué tienen preparado para esta ocasión?
- La verdad es que Huelva nos ha tratado siempre con mucho cariño. Cada vez que hemos venido hemos sentido las ganas del público por vernos, cosa que nos ilusiona enormemente. En esta ocasión venimos a celebrar el 30 aniversario del grupo y agradecer al público habernos permitido estar 30 años sobre los escenarios, que se dice muy rápido, pero que es muchísimo tiempo y al final es un motivo de agradecimiento inmenso y eso es lo que queremos transmitir con el concierto.
«Estamos haciendo música por una cuestión de amor, hacia nosotros mismos, individualmente, y de forma grupal a esta profesión tan bonita y de amor al público»
- Vuestro disco recopilatorio, '30 aniversario o tratado sobre jardinería', incluye una canción inédita `Este amor´. ¿Es un resumen de la trayectoria del grupo o marca un nuevo horizonte?
- 'Este amor' es una forma de decirle al público cuál ha sido la constante para nosotros durante estos 30 años, que ha sido el amor. Al final estamos haciendo música por una cuestión de amor, hacia nosotros mismos, individualmente, y de forma grupal a esta profesión tan bonita de hacer música y de amor al público, porque sentimos que aportamos algo con nuestra música. La cultura es un bien para la sociedad. Es una forma, desde la humildad, por supuesto, de hablar, de un grupo que lleva 30 años haciendo música, se queda con que el amor, tanto desde dentro como desde fuera va creciendo y al final eso es lo más importante. Da igual tener más o menos éxito. Para nosotros el éxito está en continuar haciendo nuestro trabajo y llegarle a la gente. No es importante al final si es a mucha gente o menos. Lo importante es por qué te haces músico y, en nuestro caso, es para llegarle a alguien y ahí seguimos después de 30 años. Es lo que pretende reflejar 'Este amor'.
-También hay versiones y colaboraciones en el recopilatorio. ¿Hay algún proyecto o colaboración que les gustaría realizar en el futuro o que se haya quedado en el tintero?
-Hay un montón de gente con la que nos gustaría colaborar. También es verdad que hemos colaborado con muchísima gente. Tenemos la fortuna de tener buenos amigos y haber colaborado con gente tan dispar como Rafael, Antonio Vega, Love of Lesbian, José Luis Perales, Loquillo… Hemos colaborado con mucha gente, algo que nos flipa y nos encanta. Nos queda mucha gente con la que colaborar. También hemos colaborado con grupos que quizás no son tan conocidos, pero que te enriquecen igual. Al final cada uno, sea más o menos reconocido, tiene su forma de hacer las cosas. De todas puedes aprender. Por eso nosotros siempre estamos dispuestos a colaborar con gente. A modo más personal, siempre me llena colaborar con gente, incluso cuando no sea de mi estilo. Siempre aprendo cosas que acabo pudiendo aplicar a mi paleta de colores.



-Celebran 30 años de carrera. Se dice pronto, pero es un camino que no todas las bandas tienen la capacidad y suerte de recorrer ¿Qué balance hacen de este tiempo?
-El balance no puede ser más que positivo. Poder celebrar estos 30 años en en sí mismo una victoria. Durante este tiempo nos han pasado cosas buenas, muy buenas, regulares, malas, muy malas. No hay que olvidar que nosotros nos llegamos a separar Ha habido problemas de enfermedades. Jordi tuvo un cáncer. Nos ha pasado las cosas que les suceden a las personas en su vida. Desde luego lo valoramos de forma positiva. Diría que ahora es cuando más estamos disfrutando el grupo, porque somos muy conscientes de lo que tenemos. No somos la banda con más éxito, pero sí que somos una banda que disfruta mucho de lo que tiene. Y eso es fantástico, porque en otros momentos tuvimos mucho más a cierto nivel y no supimos valorarlo y disfrutarlo. Eso al final es lo más importante. No se trata tanto de cuánto tienes si no de que cuánto lo disfrutas. La valoración es súper positiva y tenemos una sensación de que tenemos mucho trabajo por hacer. Muchísimo, acabamos de empezar.
-¿Cómo describiría la evolución de Elefantes a lo largo de los años? ¿Se ven como los Rolling Stones dando espectáculo con 80 años sobre un escenario?
-No sé muy bien cómo describir la evolución del grupo. Yo creo que nos hemos ido quitando capas. Creo que es algo muy normal. En tus inicios te proyectas en otros artistas, en tus influencias y bebes a morro de eso y quieres parecerte a alguien y poco a poco el tiempo te permite valorar lo que es tuyo propio, tu propia cosecha. Con el tiempo nos hemos quitado capas, vestimenta. Creo que ya hace un tiempo que estamos en un momento, artísticamente hablando, muy relajado, a nivel de no pretender ser nada ni nadie, sino de aceptar lo que somos. Para mí es lo más importante que puede pasar. Supongo que es un camino que no tiene fin. Las personas vamos cambiando día a día y esto es una evolución constante, pero estoy muy orgulloso de que así sea. Es muy bonito trabajar desde este punto de vista, no pretender ser nada ni nadie, sino hacer un trabajo dificilísimo de realmente mostrar quién eres. Eso es muy importante. Por supuesto que nos vemos como los Stones a los 80 tocando. Cuando tengamos 80 irá subiendo la media de vida y cuando tengamos 80 serán como los 70 de ahora. Nos vemos a los 80, a los 90 y los 100 y no lo digo en broma. Espero que así sea y que tengamos la capacidad de hacer la música y con la actitud que nos corresponda a esa edad, no pretender ser lo que no somos, que es de lo que hablaba antes.
-¿Cuál es el secreto para mantener la creatividad y la inspiración y funcionar como grupo tras tantos años juntos?
-No sé si hay un secreto que funcione para todos, pero para nosotros creo que lo más importante es el amor a esta profesión, o la necesidad, incluso, me atrevería a decir. Nosotros nos expresamos a través de la música y hay cosas que las decimos mejor a través de la música que de cualquier otra manera. Eso es lo que nos hace necesitar de esta profesión tan bonita. Luego también es importante el cariño del público. Somos una banda que, afortunadamente, somos muy queridos y el cariño le gusta a todo el mundo y es difícil desprenderte de eso y es como un pez que se muerde la cola. Hacemos lo que necesitamos hacer y recibimos cariño por ello. Lo que sería raro es parar. Ya nos ocurrió. Tuvimos un nudo interno que supimos deshacer y por suerte ahora la relación entre nosotros es fantástica, nos permite trabajar de maravilla y poco a poco evolucionar como personas y como músicos.
«Ha habido momentos de mucho sufrimiento y alguna decisión que sí que la tomamos tarde y la podíamos haber tomado antes»
- ¿Cambiaría algo de cómo ha sido la trayectoria de Elefantes?
-No sé si cambiaría muchas cosas, porque al final todo nos ha llevado hasta aquí. Ha habido momentos de mucho sufrimiento y alguna decisión que sí que la tomamos tarde y la podíamos haber tomado antes. Eso quizás, sí. Pero, en definitiva, el hecho de que estemos aquí significa que las decisiones que hemos tomado, aunque ahora cambiáramos algo, no han estado tan mal, porque estamos aquí y bien, que es lo más importante, con lo cual, casi me quedo con todo lo que hemos hecho.

-¿Cuál ha sido el momento más complicado de los que han atravesado y cuál el más feliz?
-El momento más complicado fue la enfermedad de Jordi. Tuvo un cáncer y no sabíamos qué iba pasar y fue el momento más duro de todos. La separación del grupo fue difícil, pero el que exista un peligro real en la salud de alguien es lo más complicado con diferencia. El momento más feliz es muy difícil de decir, pero probablemente cuando Bunbury se propuso abrirnos las puertas, porque éramos conscientes de que eso era algo muy difícil para un grupo. Pasamos de no tener nada a tener compañía de discos, un management, ir a grabar con muchos medios, salir de gira por toda España, Estados Unidos, México… y teniendo público, porque antes tocábamos para 10 personas, cuando había mucha gente. Entonces, de repente, abrir para Enrique una plaza de toros con 5.000 personas, imagínate lo que supuso. Eso es lo que nos ha permitido tener la carrera que hemos tenido después.
«Enrique Bunbury nos abrió las puertas y nosotros supimos aprovechar todo eso y lo que hicimos gustó»
Enrique nos abrió las puertas y nosotros supimos aprovechar todo eso y lo que hicimos gustó. Pero probablemente uno de los momentos más felices fue cuando Enrique me llamó por teléfono para decirme que todas las compañías de discos estaban interesadas en nosotros y podíamos elegir. Fue realmente un momento precioso.
-Ha comentado en más de una ocasión que entiende la creación de canciones como un trabajo artesanal ¿En qué cree que reside la clave para que una canción tenga alma, merezca la pena proyectarse y logre conectar con la gente?
-La verdad es que realmente no tengo ni idea qué hace que una canción tenga ese ingrediente que conecte con el público. Si lo supiera hubiera escrito muchas de ésas. Lo que sí que sé es que hay algo muy importante como hacedor de canciones y es volcar lo que tú eres una canción, que no siempre es posible y no siempre aciertas. Hay momentos en los que uno está más sensible y trabaja con un material más sensible y hay veces que uno está más liviano y a lo mejor no hay una carga muy fuerte en esa canción. Pero sí tengo claro que cuando uno siente que tiene la necesidad de contar algo y ese algo es fuerte y potente, son canciones que no acostumbran a pasar desapercibidas. El público acostumbra a hacerlas suyas.

- ¿Tras tantos años juntos mantenéis algún rito o manía a la hora de prepararos para salir al escenario? ¿Y al acabar?
-La verdad es que no mantenemos ningún rito ni al empezar ni al salir. Nos damos un abrazo, eso sí, porque somos un grupo muy de abrazos, pero no. En otros momentos teníamos rituales y frases, ahora la verdad es que no. La concentración, y adelante.
- Tras la primera etapa de Elefantes y también desde la segunda etapa del grupo, ha publicado discos en solitario, un poemario, y versionando a Bowie, ¿Cómo equilibra su faceta en solitario con la del grupo? ¿Habrá próximo trabajo en solitario?
-Me siento muy afortunado a este nivel. Tengo mi lado de estar con mi banda, en la que formo parte de un conjunto, en el que se toman decisiones grupalmente, y eso es muy interesante. Pero tanto también el otro lado, el de poder tomar las decisiones yo solo y artísticamente también es importante y tiene un valor. Soy un caradura, porque tengo esas dos partes y las disfruto las dos. Y a veces necesito un descanso de una para irte a la otra. Hay veces que con Elefantes estoy un poco agotado de la forma que al final tiene un grupo de funcionar y necesito hacer mis trabajos en solitario y esconderme un poco en mi intimidad, tanto creativa como personal, y me sienta de maravilla. Y hay momentos en los que necesito es lo contrario, la voz grupal, las decisiones conjuntas, etc.
«Toda mi vida voy a seguir haciendo cosas en solitario. Es algo que no quiero perder y que disfruto mucho»
Toda mi vida voy a seguir haciendo cosas en solitario. Es algo que no quiero perder y que disfruto mucho. Tengo un par de discos en solitario en la cabeza, tengo también ahora el proyecto del musical 'Antoine', que se pone de nuevo en marcha con mucha ilusión, porque quedó interrumpido por la pandemia y siento que es un trabajo muy interesante y no se pudo mostrar en todo su esplendor. Van a venir muchas cosas.
- Es un gran aficionado a la lectura y en particular de la poesía. ¿Nos hace alguna recomendación aprovechando que estamos en la Semana del Libro?
-Últimamente estoy bastante volcado en Octavio Paz. Tanto sus ensayos, que son muy interesantes, como 'La doble llama', por ejemplo, o cualquier poemario suyo me parece súper inspirador. Lo recomiendo en cualquiera de sus formatos.
«A veces nuestros representantes políticos reaccionan de una manera que para mí dista mucho de lo que la sociedad necesita»
- Parece que vivimos en un mundo con representantes políticos y presidentes de países muy radicalizados, con mensajes extremistas y cargados de odio y mentiras. ¿La música sigue sirviendo para amansar a las fieras?
-La verdad es que en relación a esto yo a veces tengo ganas de hacer música que en lugar de amansar a las fieras las despierte. Siento que somos una sociedad dormida y eso me crea mucha preocupación. Creo que a veces nuestros representantes políticos reaccionan de una manera que para mí dista mucho de lo que la sociedad necesita, entonces lo que me da ganas es más que amansar las fieras, removerlas, para ver si así despertamos de este letargo social que llevamos encima.
- ¿Qué mensaje o legado le gustaría dejar a través de su música? ¿Qué canción de Elefantes dejaría en una cápsula del tiempo?
-Pues la verdad es que no sé si me gustaría dejar algún legado o algún mensaje. A mí me gusta mucho el silencio también. Voy a hacer referencia a nuestra canción más conocida, 'Que yo no lo sabía', que viene a decir de alguna manera cuando el amor despierta en ti algo que era inimaginable. Creo al final eso es la vida, el aprender a querer y ser consciente de lo que te aporta y de que estás vivo cuando quieres. Quizás sería esa canción.
«Me muero de ganas de hacer canciones nuevas»
-¿Cuáles son los próximos planes del grupo?
-Tenemos dentro de muy poquito una nueva gira, corta, pero muy especial. Es la conmemoración de un momento muy especial de nuestra carrera y vamos a dar 10-12 conciertos, uno en México y el resto en España y luego preparar el siguiente disco de estudio, que desde luego me muero de ganas de hacer canciones nuevas.