Sale a la luz un texto inédito del escritor y periodista onubense Ricardo Bada

Huelva24 reproduce por primera vez unos versos inéditos rescatados de la correspondencia que mantuvo Bada con el poeta Pepe Baena

'Romance de Río Tinto' fue escrito tras presenciar la mortal cogida del torero Rafael Carbonell el día del Corpus de 1954 en la Plaza de Toros de la Merced

'Litri. Grande del toreo', el primer libro sobre la carrera íntegra del mítico matador onubense

El novillero Rafael Carbonell
Bernardo Romero

Esta funcionalidad es sólo para registrados

El pasado 8 de febrero nos dejó Ricardo Bada Díaz, ilustre periodista y escritor onubense de 85 años que, a pesar de residir en Colonia (Alemania) desde 1963, nunca olvidó sus raíces ni las historias de su tierra natal. Esta semana, el salón de plenos de la Diputación acoge un homenaje póstumo al que fuera colaborador de numerosos medios internacionales, donde se presentará la antología de sus textos que él mismo propuso antes de su fallecimiento.

Entre los muchos temas que cautivaron a Bada durante su prolífica carrera estuvo la tauromaquia y sus figuras trágicas, como la del joven novillero Rafael Carbonell, cuya historia conmovió a toda Huelva y que Bada plasmó en un romance que Huelva24 hace público por primera vez.

Fue una tarde de Corpus, el 17 de junio de 1954, entrando ya el verano y el calor por los tendidos que dan al camino que entre el cabezo y algunas casas lleva a la catedral de La Merced. A las cinco en punto de la tarde hacían el paseíllo Joselito Romero, Alejandro Arnós llamado El Venezolano, y Rafael Carbonell (1), dando inicio con el permiso de la autoridad a un festejo benéfico en el que se lidiarían seis novillos de Dolores Martín que sustituyeron a los anunciados de Moreno Santamaría. El joven Rafael Carbonell, según recuerda Vicente Parra (2), había buscado en el toro la manera de ayudar a su familia, con sus padres enfermos y él con el palaustre como único sostén de sus siete hermanos, y en el toro encontraría el cariño y hasta la adoración de los onubenses por aquel chiquillo de Viaplana de tan buena planta, tan guapo y de buenas hechuras, siempre con una sonrisa adornando su cara, que tan buenas sensaciones había dado en su incipiente carrera, con buenas actuaciones en Sevilla y en Madrid, donde sufrió un leve percance, ya que en el apartado económico apenas obtuvo algún jornal en dos o tres corridas.

Carbonell se dispone a torear al natural DALE PIERCE

Buscó la fortuna, alcanzó la fama y el cariño de sus paisanos realizando faenas como la de un mes antes en el mismo coso mercedario. Alcanzó Rafael Carbonell casi un chiquillo todavía esa gloria que tan cerca suele estar del drama. Aquél aciago día de Corpus el joven novillero fue a encontrar, en el albero de la plaza de la Meced, la muerte.

Toreaba con la muleta cuando el novillo buscó con mala fortuna el engaño, y al torear tan de cerca, el astado fue a alcanzarle el muslo derecho interesándole la vena safena (3), seccionándola y desangrando al torero, que apenas pudo llegar a una enfermería en la que a pesar de la rapidez y las transfusiones que se le hicieron, nada se pudo hacer por su vida. Muchos son los onubenses que recuerdan aquella dramática tarde de toros en la plaza de la Merced. El novillo lo finiquitó Joselito Romero (4), del que las crónicas relatan que estuvo muy lucido aquella tarde, dando la vuelta al ruedo ajeno a lo que estaba ocurriendo en la enfermería.

Cartel de la corrida

Al término de la corrida la ciudad conoció consternada y entre lágrimas la muerte de un torero que había conquistado el corazón de sus paisanos por su entrega y su valor, por su sonrisa y su historia personal también. El barrio de Viaplana, su barrio, y toda la ciudad, acudió a la capilla ardiente que se instaló en su propio domicilio. Desde la humilde casa el cortejo fúnebre se dirigió primeramente a

la iglesia del Polvorín, desde allí al Punto, recorriendo toda la ciudad y sus barrios más taurinos, desde la Isla Chica al Matadero y hasta la calle San Sebastián, despidiéndose el duelo en la esquina de la calle Montrocal, desde donde un carruaje tirado por cuatro caballos trasladaría el féretro (5) hasta el nuevo cementerio de la Soledad, donde el diestro recibió cristiana sepultura. Al decir de quienes vivieron aquellos acontecimientos (6), toda la ciudad quiso despedirse del torero, calculándose en veinte mil las personas que cubrieron las aceras de todas las calles por las que fue pasando el féretro, exornados sus balcones con mantones en los que con alfileres se prendieron crespones negros y sobre los que cayeron las lágrimas de tantos onubenses que adoraron a su torero.

'El toreo' se hace eco de su muerte y posterior entierro
Imagen - 'El toreo' se hace eco de su muerte y posterior entierro

Entre los que recordaban aquella tarde se encontraba un onubense ilustre (7), Ricardo Bada, que escribió con motivo de la muerte del joven torero un poema que derrocha huelvanía en todos y cada uno de sus versos. Inédito este Romance del Río Tinto, ve la luz por vez primera en este diario, y ha sido recogido de la correspondencia que el escritor y periodista onubense mantuviera a lo largo de su fecunda vida con el poeta Pepe Baena.

(1) Nacido en Huelva en 1930, Rafael Carbonell, peón de albañil y de humilde familia, debutó en su ciudad natal con veintidós años, cortando dos orejas y saliendo por la puerta grande, además de obtener una oreja de plata que ofreció a la Virgen de la Cinta. Meses después, alternando con Chamaco y El Coriano, cortaría tres orejas y un rabo. Se iba forjando la leyenda de Carbonell, que se pudo presentar en Sevilla con un nuevo triunfo, y en Madrid, donde sufrió un puntazo del que fue atendido en la enfermería, lo que no le impidió completar sus dos faenas. Hasta la fatídica corrida del Corpus, siguió su senda de triunfos en la capital y en otros pueblos de la provincia.

(2) Periodista taurino de los que pocos van quedando. A sus escritos sobre Rafael Carbonell me dirigió Javier García Baquero, otro grande de las crónicas taurinas.

(3) Según el parte facultativo que se ofreció antes aún de que acabara la corrida, «sufría una herida por asta de toro en el vértice del triángulo de escarpa derecho, con trayectoria ascendente por debajo del paquete vascular, con sección de la vena safena y otro trayecto ascendente por dentro de la cresta ilíaca, desgarrando peritoneo posterior, con fuerte hemorragia interna y shock traumático. Pronóstico gravísimo»

(4) Recientemente fallecido, de Joselito Romero muchos recordareis su torerísimo pasear por los derredores del mercado del Carmen, elegante, con su sombrero cordobés levemente ladeado y una sonrisa que a mí siempre me supo a nihilismo del que se aprende en la calle más que en la universidad.

(5) Portado a hombros por otros diestros onubenses, como el propio Joselito Romero, Laínez, el Niño de la Isla, el Nene o miembros de la directiva de la Peña Taurina Rafael Carbonell.

(6) Todavía quedan testigos de la tragedia, pero el común de los onubenses hemos escuchado esta historia mil veces, referidas por nuestros padres y nuestros abuelos, lo que da idea de la conmoción que supuso la muerte de Rafael Carbonell en una Huelva que por aquellos años era todavía un pueblo.

(7) Siendo uno de los más afamados escritores españoles del siglo XX, ha sido reconocido más en América que en su propia ciudad. Residió en Argentina durante dos años, aunque casi toda su vida ha transcurrido en la ciudad alemana de Colonia, donde trabajó para la Deustche Welle, siendo responsable de las emisiones en español para toda América. Ha sido un periodista de referencia que siempre ha tenido a Huelva en sus pensamientos y en sus escritos, a pesar de lo cual pocos paisanos conocen a quien fuera uno de los más brillantes intelectuales de su tiempo. Amigos y admiradores del escritor recientemente fallecido en Colonia, la ciudad donde pasó casi toda su vida, tendrán un encuentro el próximo día 24 a las siete y media de la tarde en la Diputación Provincial de Huelva, que se ha querido sumar al merecido homenaje organizado por Periferias, un acto para recordar a quien ha dejado un impresionante legado sonoro y escrito a la capital onubense, su ciudad, a la que nunca dejó de visitar y de querer.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación