crítica / 'SEIS PERSONAJES EN BUSCA DE AUTOR'

Puro teatro

Los actores logran que aparezca la más pura esencia del teatro, ser creídos, o creíbles, hasta el punto de que el espectador quede atrapado en la obra

El encanto del mejor teatro

Una versión sin Chispa

El elenco de actores de la compañía h24

Bernardo Romero

Pretendía Luigi Pirandello hace un siglo, nada menos, indagar en el proceso de creación de una pieza teatral, en poner frente al público, o en torno a él, a unos personajes atrapados en un bucle que es prácticamente el instante único en el que viven según fueron creados, unos personajes condenados a repetir siempre la misma acción. Inmortales por lo demás, con lo aburrido que debe ser eso. Es un auténtico drama, y adviértase que también es comedia la pieza representada este viernes pasado en el Gran Teatro, como se han preocupado de ello la directora y el autor de la acertada versión, una tragicomedia puramente existencial, en el sentido literal de la palabra –queden Nietzsche o Kierkegaard al margen–. Resulta ahora, en estos tiempos, más atractivo el enredo profesional que se desarrolla en el escenario, toda vez que la novedosa concepción del hecho teatral propuesto por Pirandello está ya más que asumido y devorado por el tiempo. Ahí, en ese enredo que es núcleo y sentido de la versión de Álamo, es donde los actores logran que aparezca la más pura

Se vuelve a la intención original de un Pirandello que en esta obra se buscaba a sí mismo como autor y movía a los espectadores a hacerse preguntas también sobre ellos mismos

esencia del teatro, ser creídos, o creíbles, hasta el punto de que el espectador quede atrapado en la obra, incluso formando parte de ella, con lo cual se vuelve a la intención original de un Pirandello que obviamente en esta obra se buscaba a sí mismo como autor pero mover al espectador a hacerse preguntas también a sí mismos, a su interior más atribulado.

Para lograr que la función resulte redonda, están todos los actores más que bordados en sus papeles, desde los tiernos infantes que no necesitan ni una palabra para desarrollar sus personajes: la mirada del niño o las manos despidiéndose desde la bañera de la más pequeña de la reunión, hasta los papeles que más peso sostienen en la algo más de hora y media de función, Ramón Langa, el padre y Paula Muñoz, la hija que antes hubiera interpretado Nuria Gallardo, ahora la madre viviendo en su

El elenco es verdaderamente un lujo, un grupo que ayuda y de qué manera a que el espectador se sienta inmerso en la función

eterna desesperación y desesperanza. El elenco es verdaderamente un lujo, un grupo que ayuda y de qué manera a que el espectador se sienta inmerso en la función, o en la ficción que se hace real con estos excelentes actores, desde el instante en que aparece en escena una tramoyista, técnica, operaria o chica para todo, hasta para abrir la puerta, que a martillazos da inicio a esta versión de los celebérrimos personajes de Pirandello, o la escalonada entrada en escena de los actores, ¿o personajes también? Desde el final de un pasillo central que es ocupado, y de qué manera, por la bien construida trama de esta pieza teatral. E insistimos en que el conseguir que el interés de la obra se separe un tanto de la intención del autor, la mencionada de encontrarse a sí mismo como autor, se fundamenta en dirigir u ofrecer al público un drama en el que ya no se le intenta confundir, sino que se le incluye en la función como una pieza más, y ahí sí que sigue siendo pirandelliana la obra, hasta el punto de que se hace partícipe al espectador de las dificultades del director y el regidor de la función que se pretendía representar cuando todo lo altera la aparición de los personajes, ¿o quizás actores?, que vienen en busca de un autor que les dé sentido, recorriendo un pasillo central que es pura extensión del escenario.

Una escenografía justa y necesaria, bien manejados los distintos elementos, o transformados al compás de la función: el sofá, el aparador… y una iluminación

Seis personajes en busca de autor que en manos de Pepa Gamboa han resultado en una pieza teatral redonda y atractiva, de las que te hunden en el asiento esperando tu momento de entrar en escena

inquieta que acaba siendo un actor más. Seis personajes en busca de autor que en manos de Pepa Gamboa han resultado en una pieza teatral redonda y atractiva, de las que te hunden en el asiento esperando tu momento de entrar en escena. A ello habrá contribuido, y de qué manera, la versión de Álamo, pensada para estos tiempos y sin necesidad alguna de apartarse demasiado del original. Al fin y al cabo, todo es teatro, como todo en la vida, un puro y puñetero teatro, incluso cuando sobre las tablas nos hacemos las preguntas más trascendentales, y hasta no las contestamos. Teatro, puro teatro.

Producciones Faraute. Seis personajes en busca de autor, de Pirandello, en adaptación de Antonio Álamo. Dirección: Pepa Gamboa. Iluminación Juanjo Llorens. Vestuario: Pier Paolo Álvaro y Roger Portal C. Escenografía: Antonio Marín. Música: Eduardo Aguirre de Cárcer. Reparto: Paola Bontempi, Aiden Botia, Lucía Espín, Ruth Gabriel, Nuria Gallardo, Juan Gea, Aurora Iglesias, Chema León, Didier Otaola, Diana Palazón, Montse Peidro, Fernando Ramallo y Jorge Torres.Gran Teatro de Huelva. Aforo: 660 localidades, Media entrada.11 de octubre, 2024.

En la ciudad llueve poco y cuando llueve no se sale. Los vecinos de Huelva, en esas contadas ocasiones, preferimos quedarnos en casa mirando por la ventana el espectáculo gratis y fresco de ver la lluvia caer. Con este tiempo, no tan desapacible como se esperaba, que hubiera media entrada en el primer coliseo onubense, es incluso una buena respuesta.

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