La otra mezquita de Andalucía se encuentra en este pueblo de Huelva
Si la de Córdoba es uno de los monumentos más conocidos y visitados de España, la Ermita de la Concepción tiene tras de sí 1.700 años de historia
La Mezquita de Almonaster, en su denominación musulmana, es una joya histórico-artística ubicada en la sierra onubense sólo superada en tamaño por la cordobesa
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La Mezquita de Córdoba es sin duda uno de los tesoros arquitectónicos más emblemáticos de España, un monumento que atrae a millones de visitantes cada año con su intrincada historia y su impresionante belleza. Sin embargo, más allá de los muros centenarios de este famoso lugar de culto, en la provincia de Huelva se esconde otro tesoro igualmente fascinante: la Mezquita de Almonaster la Real.
Almonaster la Real se encuentra enclavado en la soberbia comarca de la Sierra de Huelva, a pocos kilómetros de lugares tan conocidos como Jabugo o Aracena. Esta pintoresca población ha sido testigo de siglos de historia, y en sus calles empedradas y entre sus colinas se encuentra una joya histórico-artística que rivaliza con la grandeza de la Mezquita de Córdoba.
La Ermita de la Concepción de Almonaster la Real es el corazón de esta pequeña localidad, un monumento que ha sido cuidadosamente preservado y restaurado a lo largo de los años. Declarada Monumento Histórico-Artístico en 1931, esta antigua mezquita musulmana, luego convertida en ermita cristiana, es un testimonio tangible de la rica y compleja historia de la región.
Lo que hace que la Ermita de la Concepción sea tan especial es su arquitectura única, que abarca más de 1.700 años de historia. En sus muros y columnas se pueden encontrar elementos que datan desde la dominación romana hasta la época medieval, pasando por el período de dominio musulmán.
El origen de este impresionante edificio se remonta a los siglos I y II d.C., cuando en el lugar existía un edificio monumental romano. Posteriormente, durante el período visigodo, es posible que se erigiera un monasterio cristiano en el mismo sitio, lo que podría explicar el nombre de Al-Munastir, utilizado durante siglos de dominación musulmana. En el interior de la ermita, se pueden encontrar incluso piezas escultóricas hispanovisigodas, que atestiguan la antigüedad y la importancia histórica del lugar.
Durante la ocupación musulmana, la mezquita de Almonaster la Real fue construida para servir a la población local, convirtiéndose en un centro de culto y comunidad. Aunque la fecha exacta de su construcción no está confirmada, se estima que podría remontarse a los siglos IX o X, durante el período omeya.
Según recoge la web Arteguias, la estructura de la mezquita presenta una planta cuadrangular irregular, con cinco naves de diferentes anchuras que convergen en un mihrab semicircular orientado hacia el suroeste. Los arcos de herradura, típicos de la arquitectura islámica, se apoyan en pilares y columnas de diversas formas y alturas, algunos de los cuales fueron reutilizados de estructuras romanas y visigodas.
Tras la reconquista cristiana en el siglo XIII, la mezquita fue adaptada para el nuevo culto, con la adición de una cabecera mudéjar y un ábside rectangular orientado hacia el este. A lo largo de los siglos, se realizaron diversas reformas y añadidos, como la construcción de una sacristía y la culminación de la torre alminar.
Hoy en día, la mezquita de Almonaster la Real sigue siendo un lugar de culto activo, pero también es un destino turístico popular para aquellos que desean explorar la rica historia y la impresionante arquitectura de la región. Al recorrer sus pasillos y admirar sus detalles arquitectónicos, los visitantes pueden sumergirse en el pasado de Andalucía y maravillarse con la belleza perdurable de este monumento medieval.
Sin embargo, la visita a la antigua mezquita de Almonaster la Real no estaría completa sin un paseo por los alrededores, desde donde se puede contemplar el pintoresco casco urbano de la localidad y los vastos campos de dehesas y bosques que la rodean. Es en este tranquilo entorno donde se puede apreciar la verdadera esencia de este pueblo de la Sierra de Huelva, un lugar donde el pasado y el presente se entrelazan en perfecta armonía.
