El legado de José Caballero encuentra su sitio en Huelva: «Es una colección absolutamente única y peculiar»
Las obras del artista onubense pudieron acabar en Alcalá de Henares pero ha encontrado su sede ideal en el futuro Museo de Bellas Artes de la capital onubense
«Es una ubicación mucho mejor, sin ninguna duda», resalta Raúl Estévez, secretario de la Fundación Caballero-Thomas de Carranza, que califica el acuerdo con la Junta como «un acto de inteligencia»
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Tras dibujarse en el aire varios posibles destinos, el legado de José Caballero (Huelva 1915-Madrid 1991), la sección más inmortal de su trayectoria artística, se posará en la tierra que vio nacer al afamado artista vanguardista, Huelva. Habitarán el futuro Museo de Bellas Artes, en el edificio del antiguo Banco de España, casi 150 pinturas y alrededor de 2.500 dibujos, esculturas, figurines y escenografías, biblioteca y hemeroteca, archivo fotográfico y personal, mobiliario y artes aplicadas. Este nuevo hogar se ha confirmado como el ideal tras el acuerdo entre la Junta de Andalucía y la Fundación Caballero-Thomas de Carranza, con el Ayuntamiento de Huelva como testigo.
Raúl Estévez, secretario de dicha fundación, expresa a Huelva24.com la felicidad de la entidad que representa por el acuerdo anunciado entre todas las partes, que se rubricará en breve. Detalla el gran valor de la colección y por qué Huelva se va a convertir en un foco de interés cultural multidisciplinar.
«Es una colección absolutamente única y peculiar. Es extremadamente interesante, muy variada», afirma, porque «tiene la característica de que José Caballero es un autor muy transversal». Fue pintor, ilustrador, hizo murales, vidrieras, ilustró publicidad y revistas. «Trabajó en absolutamente todas las ramas de las artes plásticas, aplicadas y bellas artes», resalta, lo que le da un gran potencial a su legado. Por eso subraya que «Caballero es inagotable».
El artista onubense usó su talento para plasmar escenografías y figurines de teatro y cine y fue director artístico de películas como 'Parsifal' y 'Todo es posible en Granada'. Además de la variedad de disciplinas en las que se prodigó, sus grandes relaciones con otros artistas consiguen de que su nombre acabe apareciendo en diferentes caminos.
Un gran interés por Caballero
Al respecto, Estévez asegura que «mucha gente de ámbitos diferentes llega a José Caballero», porque tuvo amistad y trabajó con Lorca en 1932, con Pablo Neruda, Pepe Bergamín, Luis Rosales, Juan Luis Panero y otros escritores de la Generación del 27. Ilustró sus libros y fue muy activo en el teatro y cine de los años 30, 40 y 50. «Desde un autor que puede parecer muy lejano se puede llegar a José Caballero y eso lo hace muy valioso e interesante para mucha gente», apunta.

De hecho, el gran interés por Caballero se materializa en las numerosas solicitudes de información para estudios e investigaciones que tienen «mucha relación con el teatro», ámbito en el que está «absolutamente revalorizado» el onubense, pues hay varios estudios sobre los escenógrafos de los años 50, entre los que había muchos artistas que se ganaban la vida con esta faceta.
«Un acto de inteligencia»
«Proteger nuestro patrimonio artístico y que coincidan una institución privada con una pública, proteger, enseñar y compartir es un acto de inteligencia», opina sin duda el secretario de la fundación, que ha agradecido el papel de José Luis Ruiz, gran motor de la cultura de Huelva, fundador de su festival de cine y otros eventos, que también ha participado en este proceso. «Ha sido una persona fundamental. Ha sido nuestro patrono desde Huelva y todos los contactos con las administraciones los ha realizado él, por lo que sin su labor no hubiéramos llegado a este punto», recalca y añade que su labor, totalmente desinteresada, es «una guinda mayúscula a su gestión cultural».
Ahora que está definido el futuro del legado de José Caballero, el secretario de su fundación afirma que «es una ubicación mucho mejor, sin ninguna duda» que la del antiguo mercado de Santa Fe, que se estuvo valorando en su momento.



Estévez indicó que la parte de abajo del remodelado edificio es «muy pintoresca y bonita» y está «bien adecuada», pero el hecho de que tenga una bóveda de cañón «complicaba mucho la exposición de la obra». Otro aspecto a tener en cuenta es que había que dividir la colección y destinar parte de la documentación, al Archivo Municipal de Huelva. «Era un sitio excelente para la parte documental, porque se trata de un archivo de primer nivel», indica el experto, que valora que el museo ofrece «la ventaja de que la exposición va a ser mayoritariamente de la obra de José Caballero y todo queda en conjunto depositado».
Esta situación, además, facilita la realización de exposiciones temporales, así como el poder atender solicitudes de investigadores. «Habrá muchas y van a tener la facilidad de que esté todo junto, porque con todo más repartido y disperso es más difícil recopilar la información», opina Estévez, que también valora lo que supone «el paraguas de la Junta de Andalucía».
«La Dirección General de Museos bajo su dirección tiene muchos años de experiencia y el Museo de Huelva es una institución que ya tiene más de 50 años, un bagaje y un recorrido que nos da más tranquilidad y seguridad y por eso se eligió esta ubicación», sentencia.
Agradeció a la alcaldesa de Huelva, Pilar Miranda, y el Equipo de Gobierno Municipal «las ofertas» realizadas en el tiempo. «Hemos hablado con tranquilidad y la alcaldesa vio desde el principio que lo importante es que es un beneficio para Huelva», señala y añade que también lo es para el resto de Andalucía y España, porque se trata de «un patrimonio artístico cultural español».
De Alcalá de Henares a Huelva
La colección de José Caballero podría haber acabado en Alcalá de Henares, en cuyo cementerio yacen los restos del artista. Él y su esposa, María Fernanda Thomas de Carranza, pasaban los veranos en su casa de la localidad madrileña, un chalé con jardín. Una vez fallecido el artista onubense desde el Ayuntamiento mostraron su interés por su obra y su mujer, única heredera, vio con buenos ojos el proyecto de un museo. El buen entendimiento se materializó en más de una veintena de exposiciones entre 1991 y 2015.
Sin embargo, se enfrío la relación. Lo que es esperaba que sería un acuerdo rápido se fue torciendo por una serie de circunstancias. Una de ellas pudo ser el cambio de signo político en el gobierno municipal de Alcalá de Henares. La realidad es que no fructificó el proyecto de museo y se rompió.
Esta aspiración frustrada derivó en una preocupación por parte de María Fernanda de digitalizar e inventariar la obra de su marido. Ahí entró en acción Raúl Estévez, actualmente secretario de la fundación -creada en 2004-, que por entonces era un licenciado en Historia que había desarrollado trabajos informáticos y de digitalización. Fue un arduo trabajo, «complicado y muy bonito», que se completó de unos cinco años con 13 horas al día de dedicación, entre su trabajo habitual y el extra.
«María Fernanda descubrió una Huelva totalmente cambiada, muy diferente a lo que recordaba y vino encantada de cómo la trataron»
Raúl Estévez
Secretario de la Fundación Caballero-Thomas de Carranza
En 2013 ya se daba por imposible la opción de que los fondos de Caballero se quedaran en Madrid y con motivo de un homenaje a la figura del artista onubense con motivo del centenario de su nacimiento -2015- en Huelva por parte del Ayuntamiento a María Fernanda Thomas de Carranza se le aclararon las ideas. Recuerda Raúl Estévez que «descubrió una Huelva totalmente cambiada, muy diferente a lo que recordaba y vino encantada de cómo la trataron. Regresó muy entusiasmada y recuperó una idea que había al principio de que la obra fuera a Huelva», como era de justicia. La vía madrileña se había abierto camino porque el dolor de desprenderse de tanto de su vida se veía amortiguado por el hecho de estar a pocos kilómetros de donde residía.
Sin embargo, Huelva pasó a ser claramente la opción principal y comenzaron a estrecharse la comunicación con el Ayuntamiento de Gabriel Cruz primero y de Pilar Miranda después. Recuerda Raúl Estévez que en esos años hubo «una serie de gestos» que mostraron su interés por ceder la colección a la tierra natal de su marido. Donó los dibujos originales de la Huelva de los años 50 que permanecían como un tesoro en unos cuadernos. «En esos álbumes queda reflejada su infancia recordada y los rincones que frecuentaba, siendo memoria histórica de esos años», señala. Además entregó un óleo que representaba la vista que tenía el autor desde su habitación en Huelva.

«Ese tipo de donaciones fomentaron el contacto con el Ayuntamiento y se iniciaron conversaciones muy amables y visitas a la colección», recuerda sobre los pasos para un proyecto que con la pandemia de Covid-19 quedó truncado. Ya con Pilar Miranda en el Ayuntamiento onubense se retomaron las reuniones y en paralelo se desarrollaron otras con la Junta de Andalucía y surgió la opción de que la colección quedara en depósito en el Museo de Huelva y que se pueda integrar en el nuevo Museo de Bellas Artes como parte central del mismo.
El acuerdo definitivo está próximo a firmarse, tras revisarse la documentación y concretar algún detalle. «No va a haber ningún problema», avanza Estévez, que prevé que en los próximos meses se podrá comenzar el traslado. De hecho, desde la Junta ya se está contactando con agencias de transporte especializadas para afrontar la operación, que de momento ya está siendo «un éxito».