antonio lópez, presidente de la peña flamenca de la orden
'Me duele el nulo compromiso del Ayuntamiento con el fandango'
Mañana viernes arranca la 35ª edición del Concurso Infantil de Fandangos organizado por la Peña Flamenca La Orden, el más antiguo de los que tienen lugar en la provincia. Por este motivo nos trasladamos al barrio de La Orden para charlar con Antonio López, presidente de la peña, sobre el certamen de este año.

PREGUNTA.- En primer lugar, ¿cuál es el programa del concurso de este año?

P.- La final es el 23 de mayo, primer aniversario de la muerte del Niño Miguel, tan ligado a vuestra peña. ¿Habrá algún recuerdo especial para él?
R.- Va a aparecer la figura del Niño Miguel en los centenares de carteles del concurso repartidos por la provincia, imagen que es rescatada del cuadro que está aquí en la plaza que lleva su nombre, donde está nuestra peña, que tan fluida relación tuvo con él tantos años de su vida. El cartel lo ha hecho un pintor autodidacta de aquí de Huelva que se llama Antonio Muñoz.
P.- Y este año además está dedicado a los estilos de Huelva capital.

P.- Por el concurso han pasado muchísimos jóvenes aficionados, algunos de los cuales han llegado a ser profesionales. ¿Puede recordarnos algunos de ellos?
R.- El número de concursantes que ha pisado estas tablas durante las treinta y cuatro ediciones supera el millar. Todos los que están abanderando hoy el flamenco a nivel artístico en nuestra tierra han pasado por este concurso: Arcángel, que fue ganador de cuatro concursos; Carmen Molina, que ganó cinco ediciones; Argentina, Rocío Márquez, Regina, Beatriz Romero, Jesús Corbacho, Ezequiel, el hijo de Manolo Castilla, Pilar Bogado, etc. Otros que incluso se han reconvertido en otras variantes del flamenco como es el piano flamenco en el caso de Cristian de Moret.
P.- En agosto del año pasado y con motivo del Concurso de las Minas de La Unión, envió una carta abierta a los medios de comunicación comparando los apoyos públicos y privados que recibía ese concurso y el Concurso Infantil de Fandangos. ¿Ha cambiado algo desde entonces?

Sin embargo, hoy a pocos días del inicio del concurso no hemos cubierto aún ni los premios que queremos entregar y no será porque no hemos llamado a las puertas de las instituciones, sobre todo de las más cercanas. Nos duele el nulo compromiso que desde el Ayuntamiento de Huelva están teniendo con el fandango y con nosotros teniendo en cuenta que los ayuntamientos de los pueblos con fandangos autóctonos a los que se les han dedicado el concurso han tenido un papel destacado con trofeos a pesar de la escasez de recursos que tienen y ni siquiera eso… estamos desencantados. Yo soy hijo de esta tierra, y tanto, nací en el callejón de Palomeque entre la tapia del cementerio viejo y la tapia del estadio antiguo del Recreativo y no me he movido de aquí en los 54 años que tengo. Nuestra aspiración es que el fandango siga estando vivo, que el fandango siga conquistando el espacio flamenco que merece. A diferencia de otros palos, respetando que cada uno tiene su valor, el fandango posiblemente sea el palo que de Despeñaperros para arriba más eco tenga en los oídos de la gente. Gusta muchísimo… y en Andalucía también.

P.- ¿Qué ayudas tiene la edición de este año?
Hasta el momento el Área de Cultura de la Diputación se ha comprometido a conceder los tres primeros premios y los tres colones, algunas firmas privadas de Huelva también han concedido algunos de los trofeos a los estilos personales. Espero que cuando llegue el momento tengamos todos los premios cubiertos para los niños porque tampoco estamos hablando de cantidades astronómicas. Al ser un concurso infantil los premios son pequeños: el niño que mejor cante por uno de los estilos de los que hemos hablado recibe un trofeo y 100 euros para cubrir los gastos de desplazamiento.
P.- En la carta de la que hablamos, incluso barajaba la posibilidad de celebrar el concurso en otra provincia andaluza. ¿Hay algo de eso?
R.- Dentro de la comisión organizadora del concurso se ha valorado esa posiblidad, pero se ha decidido que no era conveniente. Ha habido algunas invitaciones de gente de Huelva que reside en otras provincias hermanas que hubiera estado dispuesta a asumir el coste del concurso, que es nimio, pero que se celebrarán allende nuestra tierra. Hemos preferido correr los riesgos que estamos corriendo antes de sacarlo fuero porque hemos entendido que eso no era higiénico. Hemos tenido esa posibilidad pero lo hemos desechado.

P.- Al parecer ustedes han intentado reunirse en diez ocasiones con la Delegación de Cultura del Ayuntamiento de Huelva y no os han recibido. ¿Eso ha sido así?
R.- Ha sido así. Desde el día 20 de enero se ha pedido por mí y por otros directivos personalmente y también por escrito reunirnos con ellos sin ninguna respuesta. Le íbamos a pedir simplemente el apoyo institucional, que la rueda de prensa se hiciera allí, que se celebrara la final en el Gran Teatro o que el Ayuntamiento solicitase a algunas empresas como, por ejemplo, la de basura para que ayudara… ni siquiera le íbamos a pedir los premios. Pero han mirado para otro lado y además silbando… No nos parece correcto y además es que no sabemos las razones. Me parece que los niños de nuestra tierra que están ensayando todas las semanas, sacrificándose por nuestros cantes, merecen que la Administración más cercana tenga con ellos una dedicación, un amparo. Hay que decirlo con mayúsculas y sin temor porque es así. A ver si cambian los planteamientos de cara a un futuro porque nos podemos encontrar que después de treinta y cinco años se vaya a quedar un evento como éste en la cuneta… No me parece de recibo.
Esperemos que para certámenes venideros las instituciones, especialmente por su cercanía el Ayuntamiento de Huelva, independientemente de quién esté gobernando, traten con más cariño a este concurso porque es una pena que con estos años cumplidos y con esta cantera tremenda de jóvenes de nuestra tierra que han llevado el fandango a los cinco continentes no haya un trato más delicado con este evento. A ver si a partir del año que viene hacemos borrón y cuenta nueva y lo asumen como un patrimonio cultural. Porque observamos que, por ejemplo, en el Festival de Moguer hay un mayor compromiso por parte de las instituciones. Es verdad que es de adultos, pero el nuestro también tiene su grandeza, y además por ser niños necesita incluso de un trato más cuidadoso, más sensible…

P.- ¿Cree que con la riqueza de cantes que tenemos, si eso se aprovechará con audacia y valentía desde las instituciones públicas y privadas, podría convertirse el fandango de Huelva en la bandera de una apuesta cultural que proyectase nuestra tierra a nivel nacional e internacional, como ocurre no sólo en La Unión sino también en la Bienal de Sevilla o el Festival de Jerez, que además dejan grandes beneficios en la economía de esas ciudades?
R.- Claro que sí. Además, el flamenco tendría que abrirse un espacio en el ámbito educativo, incluso antes de la Universidad, para fomentar nuestra cultura. Tiene que haber una apuesta firme, pero yo creo que no la hay… También, como he dicho antes, hay que cubrir el flanco de una mayor cobertura de los medios de comunicación. Hace unos años, cuando se inauguró el Parque Moret y se fomentaba el acercamiento de la ciudad a esta zona, le ofrecimos al Ayuntamiento que contara con esta Institución para que formara parte de los recorridos turísticos ligados al Parque Moret, porque la peña está enclavada en una casa con una estética única que tiene noventa y nueve años y que además, según algún historiador, Luis Cernuda pudo vivir aquí con su pareja el período que estuvo en Huelva. Tenemos una plaza aquí para que en verano haya actuaciones de aficionados y así se lo ofrecimos a las administraciones locales y también a nivel de Andalucía, pero chocamos con otro muro.