Cuenta atrás en el Museo de Huelva: «El visitante va a entrar en la necrópolis de la Joya»
En el primer trimestre de 2025 se inaugurará la exposición 'La Joya. Vida y eternidad en Tarteso', que cuenta con piezas nunca antes musealizadas
La muestra pone «en valor el gran legado tartésico, centrado en el yacimiento de la Joya, con una museografía innovadora y envolvente»
«Queremos ser la capital europea de Tartessos», dice la delegada de Cultura, que señala que un grupo de expertos ya viene trabajando desde hace un año
El carro tartésico de La Joya, a punto de ver la luz tras «meses de trabajo, dolores de cabeza y noches sin dormir»

En el Museo de Huelva está iniciada la cuenta atrás para inaugurar en el primer trimestre de 2025 la exposición 'La Joya. Vida y eternidad en Tarteso', una muestra con la misma ambición y expectativas de éxito que tuvo 'Ídolos. Miradas milenarias desde el extremo suroccidental de Europa', Mejor Proyecto Exposición Andaluz y de las más visitadas de la historia del espacio museístico, con más de 24.000 visitantes.
La idea esta clara. «Queremos ser la capital europea de Tartessos», señala la delegada de Cultura de la Junta de Andalucía en Huelva, Teresa Herrera, que en la presentación de la réplica del carro tartésico, realizada por la Asociación ArqueoHuelva con el patrocinio de la Fundación Atlantic Copper, anunció que desde hace un año un grupo de expertos ha abierto una línea de investigación para profundizar en una etapa histórica en la que Huelva era muy relevante.



La exposición y todo el trabajo que se está desarrollando, según Herrera, aspira a «convertir este espacio en un referente de interpretación del mundo tartésico. Propone una visión profunda de los hallazgos de la Joya», la gran necrópolis tartésica.
Piezas nunca musealizadas
La muestra, realizada al cien por cien con fondos propios, permitirá ver piezas habituales expuestas en el Museo y otras nunca musealizadas hasta ahora de entre los siglos VIII y VI a. C. «Se podrán ver los ajuares funerarios y elementos simbólicos con recursos audiovisuales. En las pantallas se van a proyectar recreaciones para conocer el simbolismo funerario y los rituales asociados a la vida, la muerte y la vida eterna en su sociedad, donde existe el concepto de transcendencia», detalla Herrera.
Esta exposición «pone en valor el gran legado tartésico, centrado en el yacimiento de la Joya, con una museografía innovadora y envolvente».
Un lugar destacado en esta muestra lo tendrá la réplica del carro tartésico hallado en la tumba 17 de la Joya, una realidad próxima gracias a la Asociación ArqueoHuelva, con el patrocinio de la Fundación Atlantic Cooper. El presidente de la asociación, Jorge Cotallo, muy emocionado y feliz tras ver avanzar el proyecto del carro que contemplaba desde niño en su refugio del museo, compartió un interesante momento con los comisarios de la exposición, Clara Toscano y Javier Jiménez Ávila, grandes expertos en Tarteso.
«El patrimonio para mí es una cuestión sentimental, porque mi padre se crió en la Joya»
Clara Toscano
Comisaria de la exposición
«Yo soy muy de Huelva y amante del onubensismo y el patrimonio para mí es una cuestión sentimental, porque mi padre se crió en la Joya», comenzó diciendo Toscano, doctora de la Universidad de Huelva y perteneciente al Grupo Vrbanitas. Sobre la exposición y qué contendrá aseguró que es «una exposición muy novedosa y que ya estaba en la mente del antiguo director del Museo, Pablo Guisande, y ahora se podrá hacer. El visitante va a entrar en la necrópolis de la Joya. Lo dejamos ahí».
La experta aclaró que «Tartessos es como los griegos se refieren a la sociedad que se extendía por Huelva, Sevilla y Cádiz antes de la llegada de los fenicios». Por eso apuestan en la exposición por castellanizar el término y decir Tarteso.
¿Qué significa el carro tartésico?
Jiménez Ávila, jefe de Servicios de la Consejería de Cultura de la Junta de Extremadura, indicó que hay que «resituar Tarteso en el mapa, porque hay mucho debate y ruido, pero lo claro es el protagonismo de Huelva, hay consenso y tiene que ser destacado y reconocido».
Ejemplificó el esplendor de Huelva con el carro tartésico que se va a recrear para ser expuesto de nuevo en el Museo Provincial. «El carro es una pieza absolutamente única. Un carro completo dentro de una tumba, la 17, no hay otro en toda la península». Explicó que su propietario sin duda perteneció a la aristocracia y ostentaba el trinomio «riqueza, prestigio y poder, aue lo representa el carro».
«El carro se usó en vida y debió circular por Huelva para que lo envidiaran. Refuerza una jerarquía y luego se uso para el más allá»
Javier Jiménez Ávila
Comisario de la exposición
Este carro supone «un status sobre el resto de la ciudad. Es como tener hoy un Ferrari». Jiménez Ávila expuso que elaborar un carro como éste es «muy completo» porque implica «una gran cantidad de medios y recursos», implicar a muchos artesanos y artistas en materias como la madera, el metal, el cuero y las cuerdas «de una calidad extraordinaria», como los famosos tapacubos con cabeza de león.
«El carro se usó en vida y debió circular por Huelva para que lo envidiaran. Refuerza una jerarquía y luego se uso para el más allá», destacó el experto. Cotallo apuntó que prueba de su uso es que hace 2.700 años tuvo reparaciones.
La Joya, una necrópolis de la alta sociedad
Como reveló la arqueóloga Clara Toscano, en esa época «no toda la población tenía derecho a enterrarse», sólo una alta sociedad que eligió la Joya como un punto elevado desde donde se veían los ríos Tinto y Odiel. En este lugar de privilegio hay incluso dos niveles diferenciados: la metrópolis alta y la baja. En la alta están las tumbas principescas, la de los 'princeps', los principales de la ciudad. «Hay una distinción clara y física», aseguró Toscano sobre el espacio donde están las tumbas 5, 9, 17 y 18. En la zona baja los ajuares, dentro de su relevancia, «son más pobres».
Otro elemento característico de la Joya sus ajuares son los jarros zoomorfos y se comentó uno que tiene cabeza de ciervo en la boca del continente y adosada a su espalda en el asa, la cabeza de un équido. Jiménez Ávila detalló que tiene dos funcionalidades. Una es la primaria, como parte de un «lavatorio en un ritual purificador» y luego se reutilizaron como parte del «ritual funerario». El experto indicó que «representa el estatus, como los cetros y coronas de reyes».
Los jarros se complementan con lo que se llama un brasero, que viene a ser una palangana. «Ambos son signos de identidad social. Una tumba con estas dos elementos es señal que forma parte de la aristocracia y en otras partes Mediterráneo lo usan igual. Entonces lo usaban para purificarse y equipararse al resto de la realeza del mediterráneo», sostiene Jiménez Ávila, que expuso que caballo y ciervo hablan de «las relaciones mitológicas» y que el hecho de no contar con fuentes históricas da pie a interpretaciones «sugestivas».
El anillo de oro
En las vitrinas del museo se puede ver habitualmente un anillo de oro tartésico muy especial, hallado en la tumba 5. Clara Toscano considera que «el anillo habla por sí mismo». Resalta que curiosamente en La Joya hay mucha riqueza y esplendor, pero que entre los metales no abunda el oro, más allá de cuentas de collar, un colgante y este anillo. «El anillo representa una divinidad alada y es un símbolo que puso a Huelva en el mapa de la comunidad internacional y tuvo una gran repercusión». «Es el grifo de la Joya», apunta Jorge Cotallo.