PENTACIÓN ESPECTÁCULOS Y TEATRO ESPAÑOL

Crítica de Poncia: 'Lorca en los adentros'

Una producción impecable, cuidada hasta el mínimo detalle, para una versión o continuación de la pieza de Federico García Lorca

Es raro que el Gran Teatro venda todo el billetaje, incluido el gallinero, un lugar solo apto para alpinistas y gente valiente

Lolita Flores abarrota el Salvador Távora de Almonte con 'Prefiero que seamos amigos'

Lolita Flores, Santi Rodríguez y Álex O'Dogherty: eventos culturales en Huelva durante el mes de octubre

La actriz Lolita lo borda en el papel de Poncia pentación

Bernardo Romero

Una producción impecable, cuidada hasta el mínimo detalle, para una versión o continuación de la pieza de Federico García Lorca que en todas y cada una de sus páginas va desgranando certeras referencias al original, un texto imbuido de la exquisita lírica popular del poeta granadino. Y solo es posible llevar a cabo un trabajo así cuando el autor tiene metida la obra de Federico en sus adentros, y no sólo La casa de Bernarda Alba, sino toda la lírica y hasta la cosmogonía del poeta granadino.

En la versión, o recreación, de Luis Luque, resuena la voz del poeta en toda su amplia gama de matices, desde los requiebros más populares a la palabra o a la construcción más erudita y justa, esa que Federico García Lorca supo medir con suma sensibilidad para enjaretar sonoramente sus bellísimos textos, teatrales, líricos… en toda una obra que no contempla distancias entre los géneros, cuando por encima de todo sobrevuela una limpia mirada al mundo que acunó con las más hermosas palabras.

Sorprende un texto que en los afiches se anuncia como realizado a partir de La casa de Bernarda Alba, cuando es pura inspiración que no se separa un ápice del original, construido con la más ruda dulzura, y respetando al personaje único que aparece en escena, la Poncia, criada fiel, amiga aunque enfrentada y llena de rencor hacia su ama, a una Bernarda Alba que está presente en toda la versión, o inspiración, de Luque, al igual que las hijas y hasta el padre ausente, y por supuesto la abuela demente que sirve en los últimos compases para redondear un canto a la libertad, un romper a mordiscos las ataduras que a Federico García Lorca nunca le pudieron sujetar. En esta Poncia que hemos disfrutado en el Gran Teatro, Luque reinterpreta sin ánimo ni intención de hacer perversión en su versión, sino continuando con sumo rigor la fuerza y el canto a la libertad que es La casa de Bernarda Alba. Entre los personajes, para nada ausentes en el texto de Luque, entre unos y otros, la muerte de Adela como desencadenante de un monólogo que cubre con la sencillez de toda una diva del escenario, Lolita Flores.

María Dolores González Flores, Lolita en el mundo del espectáculo, una vida rodeada de arte y de artistas por los cuatro costados, demuestra en Poncia que ha devenido en actriz por encima de cantante y de cualquier otra faceta artística que si se empeñara podría bordar. En la obra habla con los ausentes sin dejar de ser consciente que está dialogando con el público, se mueve la actriz con los pasos justos y, sobre todo, domina los silencios. Habrá detrás una buena dirección de la artista, con absoluta seguridad, es obvio, pero ello no obsta para que la actuación de la actriz esté perfectamente ejecutada, y es que la materia prima tiene que ser de calidad para poder sacar el director los mejores frutos, y Luque lo hace.

Lolita está a la altura de una producción, en el sentido literal de la palabra, espectacular pentacion

Lolita está a la altura de una producción, en el sentido literal de la palabra, espectacular. Iluminación, vestuario, escenografía, y hasta la música a pesar de que se pudiera echar de menos el gregoriano que sobrevuela alguna escena en la pieza madre. Tan bien trabajados como están todos los recursos escénicos, tan meditados los cambios de luz, y de color, y tan mínimos los elementos, el utillaje que se maneja en la representación, convienen en alcanzar una atmósfera que emociona y seduce al espectador más sensible. Acaba la función y está la actriz ahí, recibiendo la consideración de un público teatrero y de otro, muy numeroso por lo que se oyó, y más atraído quizás por la popularidad, por la cercanía de la actriz, o de la cantante, que se debe a sus fans que por la propia función teatral.

De ahí que Lolita Flores, la hija de la simpar Lola Flores se acercara a la corbata del escenario para establecer un diálogo intimista con su público, restando solemnidad a lo deslumbrante que fue la función, al acortar las necesarias distancias que estableció la excepcional producción disfrutada en el Gran Teatro de Huelva. La famosa tonadillera se debe a su público, claro está y comprensible es. Luque ha escrito la pieza para ella, y la actriz ha sabido responder y de manera brillante, además. Al fin y al cabo, todo es teatro, como este sensacional espectáculo, como la vida misma.

Ficha técnica

PONCIA, de Luis Luque con La casa de Bernarda Alba de fondo. Dirección: Luís Luque. Espacio escénico: Mónica Boromello. Iluminación: Paco Ariza. Música original: Luis Miguel Cobo. Vestuario: Almudena Rodríguez Huertas. Intérprete: Lolita Flores.

Gran Teatro. Aforo: 644 localidades (Agotadas las entradas en las dos funciones); 24 y 25 de octubre, 2024. Es raro que el Gran Teatro venda todo el billetaje, incluido el gallinero, un lugar solo apto para alpinistas y gente valiente sin el menor atisbo de vértigo. A ellos aplaudió desde la corbata del escenario la popular Lolita Flores. Se vinieron a sumar los aficionados al teatro, atraídos por la fama que trae esta producción, a los innúmeros fans de la cantante, miembro de una dinastía que es parte ineludible de la reciente historia española en su apartado más televisiva y popular.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación