Manuel Carrasco en uno de los conciertos de su gira 'Corazón y flecha' fb

V. GÓMEZ

Huelva

Uno de los momentos más esperados por los seguidores de Manuel Carrasco en sus conciertos es cuando el artista dedica unas letras a la ciudad y al público ante el que actúa. Lo viene haciendo en las últimas giras, originando gran expectación en cada actuación.

Este detalle cobra especial interés si cabe cuando el isleño visita su tierra. Ya sea en Huelva o Isla Cristina, las veladas en su localidad natal tienen algo especial. El cantante se desvive con su público, ante el que en ningún momento esconde su emoción y sus nervios.

Sin ir más lejos, durante la presente gira de 'Corazón y flecha', cuando a finales de junio visitó la capital -cantó durante dos noches seguidas-, Manuel Carrasco incluyó en su repertorio tres canciones con Huelva y los onubenses como destinatarios.

Guitarra en mano, el isleño emocionó a los miles de onubenses congregados en el Estadio Iberoamericano. Primero lo hizo por fandango, después por bulerías y, para terminar, rememorando una de sus primeras canciones dedicadas a Huelva, 'Déjame que sea' (2006).

Algunas de las estrofas que sonaron al ritmo de fandango fueron:

«Si yo tuviera un barquito, yo le pondría tu nombre, pa' cada puerto que arribe, sepa quién soy y de dónde. Si yo tuviera un barquito, como Colón hizo entonces, navegaría los mil mares solo por verte esta noche. Que mi voz libre no miente y al corazón que se asome voy a decirle de Isla, de mi Huelva soy señores».

«Que no te voy a nombrar ni calles ni monumentos, tu eres inigualable, para mi la incomparable, la dueña de todos mi besos".

"Que no quiero aparentar, ni esconderme tras las luces y tras el brillo, así tú me lo enseñaste, la humildad va por delante y el coraje en los bolsillos".

El artista también entonó la siguiente letra inédita dedicada a su tierra:

"Déjame, déjame que te lo quiero contar, déjame, que vengo como un chiquillo deseando estar contigo como la primera vez. Déjame. Que no se aguantan mis ganas, van desde el campo a la playa recorriendo mi niñez. Así lo quiso el destino, yo agarradito a tu nido para volar y volver. Déjame, quererte como te quiero, tú el milagro, yo el deseo, déjame. Que todo este sentimiento no entiende de contratiempo, solo te sabe querer. Y quiéreme, quiéreme, ay como el sol a la luna, quiéreme, ay como el cielo a los mares, quiéreme. Que el mayor de mis triunfos es el amor que te tengo y que le voy contando al mundo. Mi fandanguito, mi amor, contigo nada me falta, en una noche de estrellas al calor de una candela en El Rocío, Doñana. Suena al niño Miguel y a Toronjo tu garganta, la voz con más sentimiento que parió el cante flamenco por Alosno se arrancaba. Tenía que ser de aquí la mujer que yo quisiera, y en la Plaza de las Monjas se enceraron las palmeras, cuando le canté al oído tembló hasta el puente del Tinto y la besé de mil maneras. Ay Huelva, tú fuiste el beso en la playa, la novia que tuve y tendré, la compañerita que encuentro para recuperar mi fe, la mano que meció mi cuna y la que nunca me suelta, tú la estación de salida y tú mi billete de vuelta. Mi Huelva, te quiero, si no te lo digo me muero".

Asimismo, fruto de la colaboración de Manuel Carrasco con Turismo de la Junta de Andalucía como embajador, el cantante compartió con el público una de las letras del vídeo promocional de la provincia onubense.

"Mi Huelva, qué maravilla. Dame una puesta de sol. Pide al campo la verdad. Levanta la persiana de la noche y la brisita de la mar. Ahí llevas mi corazón. Hay tanta historia detrás. Cuidado que cuando te mira Huelva te puedes enamorar".

Pero uno de los momentos más nostálgicos y emotivos llegó cuando el isleño, casi al final del concierto, recordó uno de sus primeros temas dedicados a su tierra, 'Déjame que sea', una canción publicada en 2006 que todos sus seguidores corearon al unísono.

Por su parte, la última vez que visitó Isla Cristina, en mayo de 2022, el isleño entonó una letra dedicada a su barrio, La Higuerita. En esta ocasión, el artista sorprendió acompañado por un teclado con los siguientes versos:

«Cada vez que estoy contigo, se ilumina mi garganta, me convierto en barriada a la orillita del mar. Cada vez que estoy contigo, soy arenita en el agua, soy balcón por sevillanas, soy mi padre en altamar. Cada vez que estoy contigo, tierra mía, no me canso de besarte. Y será porque te extraño tantas veces, eso no lo sabe nadie. Soy un pasodoble viejo entre los labios, las empanadillas de la Aurora, soy la Retamita en pleno invierno, cangrejito con su boca. Y soy las manos en la frente de mi madre al despertar, la que a los años no se cansa de luchar. Y soy el vaso que pesaba el marisquito. Y soy el inconformista que no se quiere frenar, tú me lo enseñaste, se pierda para ganar. Soy de tu Higuerita, del Pozo con el cubito. Y soy... Cada vez que estoy contigo, me acompañan las sonrisas. ¿Cómo estás? ¿Qué tal la vida? Hoy venimos de ensayar. Cada vez que estoy contigo sobran hombros, donde la amistad se explaya. Vuelvo a ser el que jugaba mucho antes de cantar. Soy conversación sin trono, soy chanclita, con las manos puesta en los bolsillos, viendo como un niño dice a otro 'mira dónde está el Lolito'. Y soy la camiseta grande que mi hermano me dejó, el fandanguito en la lonja que un amigo me cantó, la madrugada acompañando a los barquitos. Y soy el inconformista que no se quiere frenar, tú me lo enseñaste, se pierde para ganar. Soy de tu Higuerita, del Pozo con el cubito. Y soy... el que no quiere frenar. Y soy... Cada vez que estoy contigo".

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación