arqueología

Cañaveral de León, donde esperan las respuestas de las fascinantes estelas diademadas

más conocimiento sobre la prehistoria

En esta localidad de la sierra se han descubierto tres de estos monolitos escultóricos conmemorativos, dos de ellos en su contexto primario, algo único hasta ahora y con información que redefine lo conocido

Los arqueólogos tienen un ingente material por estudiar hallado en una necrópolis que puede arrojar luz sobre el origen y función de las estelas y donde hay más tumbas con secretos por revelar

El Ayuntamiento no esconde su incertidumbre sobre la negociación con los propietarios de la finca privada donde se asienta, la financiación para futuras campañas y la ejecución de un centro de interpretación proyectado

Las peculiaridades de la nueva estela hallada en Cañaveral de León: muestra órganos genitales masculinos y elementos armamentísticos

Hallan una tercera estela prehistórica decorada en la zona de Cañaveral de León que alberga un antiguo complejo funerario

Descubren un gran complejo funerario en Cañaveral en la zona donde se halló la estela prehistórica

La tercera estela diademada de Cañaveral de León H24

Mario Asensio

Huelva

Desde el origen de la humanidad y hasta que ésta tuvo la capacidad de registrar su realidad a través textos escritos se extiende el enigmático periodo de la prehistoria. Su legado son diversas representaciones que hoy nos hablan de ese pasado incompleto a nuestro entendimiento. Una de ellas son las estelas diademadas, unos monolitos escultóricos conmemorativos que han dado lugar a teorías e interpretaciones más o menos certeras sobre qué son. En toda la península Ibérica y el sur de Francia han aparecido unas 300, pero sólo dos en su lugar de pertenencia, el contexto que nos puede contar más de su origen y su función, que pueden dar precisión científica a su antigüedad (más de 4.000 años).

Ambas fueron halladas en los años 2022 y 2023 en una necrópolis descubierta en la localidad onubense de Cañaveral de León, donde previamente apareció una primera estela diademada descontextualizada, en 2018 en un camino. Son hallazgos de relevancia internacional, llamados a redefinir todo lo que se sabe de estos singulares elementos grabados en piedra, con personajes a los que podemos ver el rostro, rodeados de simbologías y atributos.

Las tres estelas diademadas, ya joyas que residen en el Museo Provincial de Huelva, y todo el material aparecido a su alrededor están llamados a ofrecer muchas respuestas a raíz de los estudios que ahora mismo están generando conocimiento inédito en laboratorios y gabinetes. A la vez podrían ser apenas la punta del iceberg. El yacimiento arqueológico comprende un área conocida de unos 5.000 metros cuadrados, pero su extensión real podría ser de casi el doble. En este espacio se han excavado nueve tumbas y hay muchas más estructuras funerarias identificadas esperando su turno para ofrecer más luz, por lo que podrían aparecer más estelas diademadas de la misma tipología o con otras iconografías nunca vistas.

Varias dudas

Pese a todo el potencial de conocimiento que se presupone encierra la necrópolis que se extiende en torno al camino de las Capellanías de Cañaveral de León, se cierne sobre el lugar la incertidumbre. Con el material encontrado hay años de estudio por delante, pero el terreno también ofrece oportunidades para muchas más campañas arqueológicas, aunque la financiación que las posibilitaría es incierta. Además el terreno pertenece a una finca privada y está sobre la mesa la negociación con los propietarios. Otro desafío a cumplir es la construcción de un centro de interpretación dotado con réplicas de las estelas gracia a una subvención que expira en un año y que aún no tiene proyecto presentado. Más a largo plazo el reto es hacer de la necrópolis un lugar visitable, lo que redundaría en la difusión de su importancia y en la popularidad de una localidad que con estos descubrimientos se ha puesto en el mapa. Tiene una dimensión de 35 kilómetros cuadrados y menos de 400 habitantes. Está situada a 117 kilómetros de Huelva capital, a un paso de la frontera con Badajoz.

«Necesitamos que las administraciones pongan de su parte, porque lo que se lleva hecho hasta ahora lo ha financiado un inversor sueco privado»

Miguel Muñoz

Alcalde de Cañaveral de León

Miguel Muñoz (PSOE), alcalde de la localidad desde junio de este año, manifiesta a Huelva24.com que están «muy contentos» con todo lo que está sucediendo, pero no esconde sus dudas acerca de cómo se va planificar el futuro. «Necesitamos que las administraciones pongan de su parte, porque lo que se lleva hecho hasta ahora lo ha financiado un inversor sueco privado y nosotros lo que queremos es que la Junta de Andalucía, que es a la que en teoría le corresponde, ponga de su parte para que esto siga adelante». Insistió en que «el problema que cuando se acaba el dinero se van y se corta todo. Nuestra intención es que se haga cargo la Junta y controle todo, porque aún queda mucho por descubrir».

Desde la Junta de Andalucía señalan a este diario que se está a la espera del «informe de la última excavación para valorar qué medidas tomarán en un futuro con respecto al yacimiento». La «prioridad" es tener el informe para actuar en consecuencia.

Riksbankens Jubileumsfond, de Suecia, ha venido financiando los trabajos arqueológicos, que empezaron, y aún siguen, como coordinadores Timoteo Rivera Jiménez, arqueólogo perteneciente a un grupo de investigación de la Universidad de Huelva; y Leonardo García Sanjuán, catedrático de Prehistoria de la Universidad de Sevilla y miembro del Grupo de Investigación Atlas. A ellos se sumaron en el marco del proyecto 'Encuentros marítimos: un contrapunto a la narrativa terrestre dominante de la prehistoria europea', Johan Ling (University of Gothenburg, Suecia), Marta Díaz-Guardamino Uribe (Universidad de Durham, Reino Unido) y David Wheatley (Universidad de Southampton, Reino Unido) .

Con respecto a la propiedad del terreno donde se extiende el yacimiento, Muñoz detalla que «la mitad está en una finca y la otra mitad en un camino y estamos tratando con los dueños de la finca para que no salga perjudicado ninguno, porque lo que no queremos es llegar a la expropiación». Afirma que su deseo es que en un futuro «se puedan hacer visitas a la necrópolis».

Centro de interpretación

En lo referente al proyecto del centro de interpretación, tiene como base una subvención fondos europeos lograda por el anterior equipo de Gobierno que ahora toca ejecutar al actual. Está dotada con unos 110.000 euros ya en caja y el plazo límite de ejecución expira dentro de un año. El proyecto lo está redactando la Diputación de Huelva y desde el Ayuntamiento no conocen aún sus pormenores. «Estamos a la espera de que se presente para acometer el comienzo de la obra. Esto tiene mucho papeleo y nos gustaría comenzar cuando antes», reconoce. Este centro se ubicará en un espacio céntrico, en torno a la popular laguna, junto al Museo del Aceite y cerca del propio consistorio municipal.

Lo que sí es seguro de su contenido es que contará con réplicas de cada una de las tres estelas diademadas, cuyas piezas originales están en el Museo de Huelva. «Hay un dinero destinado para las réplicas pero hasta que no tengamos el centro terminado no podremos contar con ellas», comenta el alcalde sobre los 15.000 euros destinados a este fin.

Laguna de Cañaveral de León ABC

Muñoz verifica que el interés por las estelas ha llevado hasta la localidad a muchos arqueólogos. «Cuando teníamos la tercera estela en el Ayuntamiento muchos querían venir a verla y les ha sorprendido mucho. Nos dicen que es una maravilla y que esta última que ha aparecido rompe los esquemas de todo lo que se sabía. Todos están sorprendidos», expone el regidor cañetero, que aspira a que pronto la demanda sea turística.

Qué tienen de especial las estelas diademadas

Timoteo Rivera, arqueólogo que pertenece a un grupo de investigación de la Universidad de Huelva, es coodirector de la excavación desde sus inicios. Afirma con rotundidad que las estelas diademadas de Cañaveral de León son «un descubrimiento de relevancia internacional» porque en la península ibérica y sur de Francia han aparecido unas 300 estelas y de ellas solo las dos últimas de la localidad onubense han aparecido en «contexto arqueológico primario», su entorno original. Explica que «hasta Cañaveral de León y las Capellanías realmente no teníamos evidencias ni prueba de quienes había hecho las estelas y para qué se utilizaban. Todo se basaban en interpretaciones, pero no había datos objetivos y significativos que pudiesen ayudar en la interpretación de ese elemento tan singular de la prehistoria de la Península Ibérica».

«Hasta Cañaveral de León realmente no teníamos evidencias ni prueba de quienes había hecho las estelas y para qué se utilizaban»

Timoteo Rivera

coodirector de la excavación

Ahondando en este aspecto, recuerda que la mayor parte de las estelas descubiertas aparecen como ocurrió con la primera de Cañaveral de León «de manera casual cuando se estaban realizando labores agrícolas». También un número «muy reducido» ha aparecido reutilizadas. Por ejemplo, en un yacimiento de Extremadura se halló una reutilizada como umbral en una edificación. Igualmente ha aparecido en yacimientos romanos reutilizadas.

En el caso de las de Huelva, el hecho de que se hallen en el entorno para el que fueron creadas permite «aportar datos concluyentes y relevantes respecto a la cronología y a la funcionalidad. Estos datos no los tenemos aún pero están por venir. Tenemos interpretaciones y cuestiones que podemos ir aportando, pero hay que esperar a tener dataciones absolutas para saber determinadas cosas», comenta Rivera.

«La excepcionalidad de estas estelas es que no hay otro sitio en el contexto nacional ni internacional en su contexto primario, una necrópolis»

Timoteo Rivera

«La primera razón que justifica la excepcionalidad de estas estelas es que no hay otro sitio en el contexto nacional ni internacional donde hayan aparecido estelas en el que se supone que es un contexto primario, una necrópolis. En este caso, de la transición de la Edad del Bronce a Edad del Hierro. Si estuviesen tapando las tumbas o erguidas y con el paso del tiempo se hayan caído o se dio una amortización intencional en algún momento, son cuestiones que todavía tenemos que definir y concretar», reflexiona el arqueólogo onubense.

Indica que la primera estela «ya fue significativa en cuanto a lo que representaba iconográficamente», porque por primera vez aparecía «con gran parte del repertorio acompañante de elementos decorativos que tienen las estelas de guerrero». La segunda estela «no sólo tiene la mayor parte de los elementos acompañantes sino que tiene elementos característicos del guerrero. Tiene una daga, una espada y un escudo que desgraciadamente no está al completo porque coincide con la zona de fractura de la parte inferior de la estela. Además está asexuada».

Rompiendo esquemas

Resalta que las interpretaciones tradicionales hablaban de las estelas diademadas como personajes femeninos o incluso «hablaban de las estelas diademadas como representaciones de jefaturas femeninas en el Bronce final». Pero paradójicamente la estela tres es diademada y es masculina, con lo cual «ha destrozado las interpretaciones que había hasta el momento y no existe consistencia histórica y datos que sostengan que los personajes de las estelas diademadas eran todos femeninos. Igual que probablemente los personajes de las estelas de guerrero no son todos masculinos».

Al final los hallazgos de las estelas onubenses lo que hace es «ampliar el conocimiento que se tiene sobre las estelas y de alguna manera sí que es verdad que da al traste con muchas de las teorías e interpretaciones que se estaban manteniendo hasta el momento. Porque carecíamos de datos primarios. Al final con una muestra de 300 es difícil que tengas una visión completa y conjunta», determina Rivera.

Él fue uno de los especialistas a los que llegó una foto por parte del Ayuntamiento con la primera estela, diagnóstico que al principio sólo él se atrevió a dar y que confirmó sobre el terreno en aquel abril de 2018 junto a Leonardo García Sanjuan. Pasados cinco años, la visión de conjunto que tienen es mucho más amplia a la parcial que tenían en este momento.

¿Aparecerán más estelas?

Es la gran pregunta. Si tras la primera apareció la segunda y después la tercera, ¿habrá más? Rivera es prudente y manifiesta que «lo único que sabemos es que hay una necrópolis con una serie de estructuras funerarias. Algunas están excavadas y otras no y están apareciendo estelas. Lo más probable es que aparecieran más, pero nadie lo puede asegurar a ciencia cierta. No tenemos ningún dato objetivo que nos diga aquí hay una estela, pero están apareciendo vinculados al tema funerario y sigue habiendo estructuras por excavar».

También expone que aún no tienen «claro» hasta dónde podría llegar la necrópolis. «Tiene entre 4-5.000 metros cuadrados como mínimo y un máximo de 8-10.000. Es bastante considerable. La zona de los 4.000 metros está confirmada por la zona excavada y por datos de prospecciones geofísicas. Las estimaciones más altas se basan en estudio superficiales que pueden ser o no. Hemos hecho una geofísica de una zona que no teníamos analizada con anterioridad y los resultados no han sido buenos, con lo cual no es concluyente», detalla.

La necrópolis tiene entre 4-5.000 metros cuadrados como mínimo y un máximo de 8-10.000

La última campaña de excavación, donde se halló la estela tres, acabó a finales de septiembre. Estos días se procede al tapado de la necrópolis para proteger tanto lo excavado como lo que no «con las medidas adecuadas», recuerda Rivera. «De momento no hay muchas más perspectivas sobre el futuro. Estudiar los materiales, elaborar la documentación técnica, informes preliminares, memoria científica, un poco el proceso ya más burocrático y administrativo de una excavación», señala.

Los nuevos posibles hallazgos tendrán que esperar. El arqueólogo onubense recuerda que «teníamos una planificación que se ha desbordado porque pensábamos en una única campaña de excavación el año pasado por no imaginábamos estos resultados. Al final nos hemos buscado la vida ingeniándonoslas para conseguir financiación y acometer esta campaña», dijo en referencia a la de este año. «De momento no hay previsión de una continuidad de excavaciones en el futuro. Eso no quita que esa posibilidad surja y se vea la conveniencia, pero no creo que sea a corto plazo, el año que viene por ejemplo , lo veo difícil», opina. «Cuando haya que volver que sea en las mejores condiciones y si no, a protegerlo porque ahí seguirá para el futuro», sentencia.

Pese a estas perspectivas destaca que «ahora tenemos un recorrido muy largo en todo lo que es el estudio de materiales y obtención de datos», algo que también requiere tiempo y paciencia. «Aún no tenemos las dataciones absolutas de la campaña de 2022». Tardan porque no existen muchos laboratorios y muchas veces están saturados.

Haciendo balance de cómo se han hecho las cosas, considera que «al final cada administración ha jugado su papel. El Ayuntamiento, al ser la más cercana, nos ha ayudado en todo lo que ha podido. La Junta de Andalucía ha sido el gestor de todas las autorizaciones y creo que los proyectos salen adelante porque se piensan, se planifican y se hacen. Hay un procedimiento administrativo establecido y que seguir», estima y añade que «no todo se puede poner en valor de la misma manera y hay sitios donde es más factible desarrollar determinadas actividades. Cada caso es distinto».

En su opinión el yacimiento tiene «una problemática fundamental» y es que está gran parte en una propiedad privada y otra encima de un camino. «Las administraciones tienen que solventar el desvío provisional del camino y convertirlo en definitivo y al final la administración autonómica, nacional y provincial podrán invertir en la medida en que eso siga siendo público, por compra o por cesión». Recuerda además que la mayor parte de la necrópolis esté en una propiedad privada, algo que «representa un hándicap» y ahí «hemos tenido que ser nosotros, con la ayuda del Ayuntamiento, los que hemos conseguido que la propiedad nos diese la autorización para haber actuado. Si no fuera así no estaríamos hablando de nada».

En cuanto a las perspectivas futuras, sí valora como muy positivo el centro de interpretación proyectado, así como la puesta en valor de la necrópolis. «Hacerla visitable vinculada al centro de interpretación sería algo bueno. Es la forma en la que más revierte en la sociedad, en el desarrollo económico y social», revela.

Exalcaldesa y en el equipo de investigación

Mercedes Gordo ha sido alcaldesa los últimos cinco años. Desde el Ayuntamiento gestionó la aparición de las dos primeras estelas y tras decidir no presentarse a la reelección se integró en el equipo de investigación, por lo que vio sobre el terreno la aparición de la tercera estela. Sobre cómo siente la gente del pueblo esta serie de acontecimientos, declara que hay «sentimientos encontrados», pues mientras es «casi unánime» el apoyo a todo el trabajo desarrollado y hay «un orgullo» porque estos hallazgos estén teniendo lugar en la localidad serrana, también hay cierta «frustración» porque por ley se tienen que depositar en el Museo de Huelva.

Mercedes Gordo, en la entrega de la primera estela al Museo de Huelva H24

Esta licenciada en Humanidades ha hecho en este tiempo un máster acelerado en muchas materias, especialmente administrativas y arqueológicas. Parte de los esfuerzos de esta representante del partido 'Independientes Huelva' desde su posición fue acercar las estelas a sus vecinos, que la conocieran y la tomaran como símbolo representativo de su identidad. Programó numerosas actividades, como charlas explicativas de arqueólogos o la conmemoración anual de la aparición de la primera estela, con un cartel especial cada año que se repartía casa por casa. La estela se ha ido integrando en la realidad social circundante, ya sea en la cabalgata de Reyes o en los colegios.

Se siente muy satisfecha de haber conducido al Ayuntamiento a optar a los fondos europeos Next Generation del Gobierno central y que su proyecto de centro de interpretación fuera el que tuvo más puntuación de los onces concedidos a la provincia, el número 30 de los 405 de todo el país.

Recuerdos de la primera aparición

Con respecto a cómo apareció el 17 abril de 2018 la primera estela en el camino de las Capillanías, Gordo recuerda que fue «de manera totalmente casual». Desde el Ayuntamiento se estaban realizando labores de mantenimientos con los fondos del PFEA en este camino y en él se identificó una piedra que resaltaba en el firme. Se tuvo que traer una máquina para retirarla por sus grandes dimensiones y peso y en principio nadie se dio cuenta de que estaba tallada. «Los obreros se sentaban allí para el bocadillo, para echar un cigarro. Un día uno se inclinó sobre la piedra para prepararse el bocadillo y apreció un relieve en la piedra y lo limpió con las manos. Cogió agua de la rivera de Montemayor e identificaron que eso era algo. Nos mandaron foto al grupo del equipo de Gobierno y le mandamos fotos a contactos arqueológicos que teníamos, como Timoteo Rivera, Diego Batanero e Ignacio Garzón y el primero es quien nos dijo que era una estela diademada, que era algo excepcional y que nunca había aparecido una en la provincia. Era un pelotazo».

Imagen principal - Cañaveral de León, donde esperan las respuestas de las fascinantes estelas diademadas
Imagen secundaria 1 - Cañaveral de León, donde esperan las respuestas de las fascinantes estelas diademadas
Imagen secundaria 2 - Cañaveral de León, donde esperan las respuestas de las fascinantes estelas diademadas

Al día siguiente Rivera y Leonardo García Sanjuan certificaron in situ su opinión y se le comunicó el hallazgo a la Junta de Andalucía, que autorizó una prospección, algo a lo que nunca se había sometido la localidad y que se realizó en diferentes puntos. Lo siguiente fue la tramitación para la autorización de una excavación arqueológica. Marta Díaz-Guardamino formó equipo y además se cursó la petición a la familia Gallardo, propietarios de la finca Mari Vázquez, para estudiar su zona, contigua al camino. Cuenta como anécdota que «se les dijo que había un 99% de certeza de que no iban a encontrar nada» y sin embargo se descubrieron elementos que hacían pensar que la primera estela no había aparecido de manera descontextualizada. Fue el momento en el que se descubrió la necrópolis y la segunda estela, en 2022.

Se hizo un estudio geofísico con un georadar para fotografiar el terreno y apreciar qué había enterrado, trabajo que realizó el equipo de Javier Bermejo, de la Universidad de Huelva. «Identificaron distintas estructuras y se consolidó el descubrimiento de la estela de guerrero, la primera que había en la provincia de Huelva», rememora Mercedes al conectar con esa alegría. Entonces se prorrogó por un año más la campaña y en septiembre de este año apareció la tercera estela. Fue un viernes 8 de septiembre, apenas cuatro días desde el inicio de los trabajos.

La descubrieron dos alumnos en prácticas de la Universidad de Durham, Archie y Jay. «Levantaron una de las piezas de las tumbas pensando que no era nada, ya que las dos anteriores estela eran de granito blanco y este era pizarra, y se encontraron la sorpresa de que la pieza estaba tallada y era una estela también en su contexto de la necrópolis», describe la exalcaldesa, que apunta que presenta la particularidad de que las estelas diademadas siempre se habían asociado al género femenino y ésta tenía como «particularidad» que tenía grabados «genitales masculinos».

«Con lo que han ido recopilado este año tienen trabajo en sus laboratorios y gabinetes para dos o tres años»

Mercedes Gordo

Exalcaldesa de Cañaveral del León y miembro del equipo arqueológico

Los investigadores excavaron nueve tumbas y hay más por escudriñar, pero es tiempo de análisis. «Nos cuentan que con lo que han ido recopilado este año tienen trabajo en sus laboratorios y gabinetes para dos o tres años solo con lo obtenido aquí y piensas que puede haber 15-20 campañas más de excavación». apunta Mercedes, que indica que hay tumbas de las que se han ido identificando que no se han podio excavar «por falta de tiempo» y otras que están «solo delimitadas», también sin excavar.

Aquí aclara que cuando aparecen restos de huesos la excavación avanza de manera «más lenta y meticulosa» para que no se pierda ningún detalle. «Uuna de las tumbas se ha hecho prácticamente con brocha», refleja. En las tumbas había restos de huesos, cerámica y carbón.

Un lugar importante

«Lo que acredita la necrópolis y las estelas es que era un lugar importante. Se creen que podían tener un carácter funerario y estar en lápidas y otras teorías las consideran identificadores de caminos o para marcar cursos de agua», señala. En este caso se cumple con las tres, porque al lado de la necrópolis está la ribera de Montemayor y además está en un camino que en la época pudo ser importante. Asimismo mencionó la presencia de minas que en su momento pudieron ser explotadas.

Con respeto al perfil de los ocupantes de las tumbas, Mercedes Gordo, comenta que está «todavía por determinar» su estatus pero que a los investigadores resulta llamativo que las estructuras de las tumbas variaban mucho entre sí y estaban muy juntas. Algunas eran «muy llamativas» porque estaban hechas con distintos tipos de piedra y tonalidades, con una clara finalidad ornamental, pero que sin embargo, pese a no ser expoliadas, no contenían demasiadas cosas en su interior. «Es posible que la propia tumba sea el elemento que marca el rango de la persona enterrada allí», aclara sobre un escenario donde las tumbas están «casi adosadas» unas a otras.

Gordo apunta que tras excavarse nueve tumbas no hay una estimación de cuántas más quedan por excavarse, pero con sus propios ojos ha visto que hay «un montón de material» por analizar. Por ejemplo, con los huesos se realizarán estudios para determinar si son de niños o personas mayores, así como sus diferentes ajuares.

Otra curiosidad de la excavación que le llamó mucho la atención es que los arqueólogos, cuando ya tienen localizada una pieza, esperan a la noche para levantarla y tomar una muestra de parte de la tierra que estuvo bajo ese elemento. «Sin nada de linternas, con una luz roja, se toma esas muestras y se meten en un tubito que se analiza para datar cuándo fue la última vez que le dio la luz a esos granos de arena y de este modo pueden saber cuando la estela estuvo en esa posición hincada», explica. Esto ocurrió sólo con la segunda estela, ya que el hallazgo de la primera fue casual y el de la tercera también fue inesperado. «Durante la excavación hemos ido por la mañana, por la tarde y varios días por la noche porque varias piezas generaron dudas de si eran estelas o no», apunta.

«Para mí fue fascinante cómo se reescribía la historia de nuestro pueblo»

Mercedes Gordo

«Para mí fue fascinante cómo se reescribía la historia de nuestro pueblo», comparte Mercedes Gordo sobre lo que supuso para ella vivir todos estos hallazgos en su pueblo, siendo licenciada en Humanidades y ocupando un puesto de responsabilidad como el de alcaldesa. Expone que hasta esta serie de descubrimiento sólo se conocía un yacimiento calcolítico en una de las zona de las tierras altas de la localidad pero no había sido estudiada con profundidad por los científicos. Sólo existe documentación sobre la localidad a partir de la edad media y no se sabía nada de lo anterior. «De buenas a primeras nos encontramos que tenemos una historia que se retrotrae a la época prehistórica», afirma.

Ahora vive las cosas «de otra manera». Siendo alcaldesa le daba «rabia» porque las responsabilidades del pueblo «te absorben las 24 horas» y quería estar «más pendiente» de las excavaciones. Tenía hilo directo constante telefónicamente y todos los días visitaba el yacimiento, pero sólo un día estuvo trabajando en la excavación. Este año, sin embargo, lo ha vivido desde dentro y ha estado en los trabajos todos los días y a todas horas. «Ha sido una experiencia distinta pero igual más gratificante», ratifica.

Otros hallazgos

El efecto de las estelas diademadas ha servido de palanca para sacar a la luz otros restos históricos. Gordo afirma que desde pequeña había escuchado que había unas columnas en el pueblo, como un rumor sin un fundamento real. A raíz de descubrirse las estelas, un vecino le aseguró a la entonces alcaldesa que en su huerta tenía unas columnas que se confirmaron como romanas. Se extrajeron y están ahora mismo en el Museo Etnológico del Aceite mientras se espera su traslado al Museo de Huelva.

Por si fuera poco todo lo expuesto, el paisaje de Cañaveral de León también presenta fósiles, sobre todo trilobites. Luis Collante realizó su tesis doctoral sobre ellos e impulsó que en 2021 la localidad acogiera el Congreso de Jóvenes Investigadores en Paleontología.

De un modo u otro el pasado más profundo encuentra el modo de emerger hacia la superficie. En Cañaveral de León lo hace despertando una fascinación cargada de motivos.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación