festival de niebla

Aristófanes revisited

Notable versión de 'Las nubes' que pudimos disfrutar en Niebla, tanto en sus momentos álgidos y brillantes, como en otros más lineales

Los actores, excelentes profesionales todos ellos, estuvieron más que bien, y en algunas ocasiones sembrados

Una de las escenas de 'Las nubes' h24

Bernardo Romero

Tuvo un ataque de hipo y no pudo dar su opinión sobre el amor. En el conocido simposio platónico Sócrates ofrece una idea del amor que a Aristófanes pudiera parecer que le traía al fresco. El filósofo ateniense quiere alcanzar la verdad sin ocultar lo que de negativo pudiera haber en Eros y sus circunstancias, haciendo referencia a las enseñanzas que recibió de Diotima, mujer sabia a la espera de ser reconocida por el feminismo militante. Pero Aristófanes, como el inolvidable Paco Martínez Soria en 'Don erre que erre', se empeña en tildarlo de falaz embaucador, hasta el punto de que incluso en esta buena versión de Paco Mir el público celebra las chanzas del conservador comediógrafo ateniense a costa de quien hizo del pensamiento y de la búsqueda de la verdad, la razón de su propia existencia.

Incluso en esta buena versión de Paco Mir el público celebra las chanzas del conservador comediógrafo ateniense a costa de quien hizo del pensamiento y de la búsqueda de la verdad, la razón de su propia existencia

Sócrates es uno de los pilares del pensamiento occidental y Aristófanes es el autor de unas comedias que no pasan de moda. Actuales o actualísimas, como demuestra esta notable versión de 'Las nubes' que pudimos disfrutar en Niebla, tanto en sus momentos álgidos y brillantes, como en otros más lineales. De todo un poco, como en botica, pero más los remedios que los males. Buena comedia, al fin y al cabo.

La obra representada anoche en Niebla h24

Sería conveniente recordar que Aristófanes vivió en una época complicada para Grecia, la derrota ateniense en las guerras del Peloponeso y la decadencia de la que fuera luz del pensamiento y las artes no ya en la península de los hijos de Helena, sino en todo el Mediterráneo. Dos milenios y medio después seguimos con nuestras guerras, qué importa qué guerras, tal como dice la empresaria del teatro en un momento determinado. Guerras, las mismas guerras, movidas siempre por oscuras, o muy claras, motivaciones económicas. De ahí que Aristófanes fuera un pacifista convencido, como demuestra en esta obra, pero más aún en su 'Lisístrata' o en 'Las asambleístas', otra obra del ateniense que vimos hace unas semanas en Niebla. El dedo acusador del autor griego, coincidente con el atrevido Paco Mir, señala a la clase política y, en un momento dado, nos señala a todos. Tontos del culo, nos llama a todos y no solo a la pelirroja, al calvo y a los dos tortolitos, sino a todos, tontos del culo y no tenemos más remedio que sonreír y aceptar que, en efecto, somos tontos del culo. Aquí reside el valor de esta revisión de 'Las nubes', en las que se pone a Aristófanes de vuelta y media para dejarlo finalmente en el mismo lugar. Todo un ejercicio de malabarismo bien efectuado. Bravo por Paco Mir una vez más.

El valor de esta revisión de 'Las nubes' consiste en poner a Aristófanes de vuelta y media para dejarlo finalmente en el mismo lugar

Volvemos con Sócrates en busca la verdad y al atrevido cómico buscando llenar sus funciones con críticas no sólo al pensador, con el que debía tener una cierta enemistad, sino a la clase política y al poder en general, a los que pone en solfa en sus más celebradas comedias, algo que, a día de hoy, sería absolutamente impensable. Ya saben, lo estúpidamente correcto o se acata sin rechistar o recibes el silencio, la política llamada de la clausura, como respuesta. Al parecer se ha abierto la veda y Paco Mir hace un llamamiento para que no nos dejemos avasallar. Se puede y se debe hablar.

Otro momento del montaje de Paco Mir h24

Vivimos unos tiempos en los que la autocensura y el Ministerio de la Verdad son implacables. Malos tiempos. El caso es que Aristófanes, conservador hasta las trancas, llenaba los recintos, que es a lo que iba el hombre. Paco Mir, en un ejercicio notable de profundización de la obra del cómico ateniense, logra también llenar los recintos. El sábado en Niebla, a pesar del calor, que lo hubo y del bueno, logró divertir y mantener al público en sus asientos en las dos horas que dura la función. Pero basta de Paco Mir, vayamos a otras cuestiones no menos relevantes.

Los actores, excelentes profesionales todos ellos, de altura, los mejores, qué duda cabe, estuvieron más que bien, y en algunas ocasiones sembrados. De Viyuela y Mariano Peña qué vamos a decir, su maestría ha sido innumerables veces ofrecida por los canales de televisión, con lo cual no es menester añadir nada más. Buenísimos actores ambos dos. Pero qué me dicen ustedes del resto de teatreros que tuvimos la suerte de disfrutar en Niebla. Cristina Almazán es poderosa tanto en su actuación como en sus dotes de soprano, que para eso estudió canto y danza. Magnífica. Amparo Marín y Paqui Montoya, doblan y aciertan en todos sus papeles y protagonizan una de las escenas más hilarantes y tensas, la de las argumentas, la buena y la mala, El Monteagudo, como Amparo Marín un viejo conocido de los

Nos reímos todos y entre el público sonaban libres y multitudinarias las carcajadas, con la ridiculización del lenguaje estúpidamente correcto que tratan de imponernos

habituales al festival iliplense, es todo un filósofo sobre las tablas, de su buen hacer cada vez que vez que nos visita algo hemos comentado, luego nos repetimos, como el gazpacho tan bien elaborado que nos ha elaborado Paco Mir con estos buenos actores, completando el conjunto Samuel Viyuela, de casa le debe venir al galgo, o Moncho Sánchez-Diezma, también doblando y acertando en sus papeles. Hasta los chicos del coro estuvieron bien, y sólo una puntualización, o una acotación, la corifea es muy guapa. De modo que dejamos de dar la lata a los pacientes lectores con este otro atrevimiento de Paco Mir, el de reírse, nos reímos todos y entre el público sonaban libres y multitudinarias las carcajadas, con la ridiculización del lenguaje estúpidamente correcto que tratan de imponernos. Servidor, como periodisto que es, se suma a esa carcajada.

'Las nubes', una adaptación de Paco Mir de la comedia de Aristófanes.

Dirección: Paco Mir. Ayudante de dirección: Mané Solano. Música original: Juan Fco. Padilla. Escenografía: Juan Sanz. Vestuario: Mai Cantó. Iluminación: Fran Cordero. Reparto: Mariano Peña, Pepe Viyuela, Cristina Almazán, Manuel Monteagudo, Moncho Sánchez-Diezma, Samuel Viyuela, Paqui Montoya y Amparo Marín. Coro: Mario Boraita, Ale Martos, Rubén Fedez y Rafa Herrera.

Alcazaba de los Guzmanes del castillo de Niebla. Aforo: 900 localidades, Lleno (agotadas las entradas tiempo ha). 12 de agosto, 2023. Ambiente mayoritariamente teatrero mechado de seguidores del famoseo. Un calor soportable por las buenas maneras de los actores y la obra en su conjunto, que se encargaron de hacer olvidar.

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