carta al director del investigador enrique cabrejas
¿Por qué se llama Huelva?
Me es grato poner en su conocimiento y a través de este artículo que el nombre de HUELVA es un acrónimo ibérico que en español significa: LA HERMANDAD DE LA SEÑORA. Me hago cargo de que esta afirmación les deje atónitos, no puede ser de otro modo; pues voy a transmitirles una epistemología que ha estado inédita durante miles de años. Esta novedosa teoría del conocimiento tiene un razonamiento que se puede sustentar empíricamente.

Verán, como saben Huelva es una ciudad y un municipio español, capital de la provincia homónima en Andalucía. De su topónimo se ha dicho que viene de la antigua denominación prerromana de Ὄνοβα “Onuba” y que su significado es a día de hoy desconocido, aunque no para quien suscribe este artículo, pues el caso es que conozco bien que quieren decir ambos términos y he de señalar que con Huelva se expresa un concepto y con Onuba otro distinto, lo explico:
Verán, Huelva al igual que Córdoba eran peculiares en su época antigua, inexplicablemente ambas son onubenses pero eso tiene una explicación. Bien, tiene unas cuantas y eso es extensible a toda La Baetika y fuera del sistema bético, incluso. Miren, su dios no era como los demás, para ser exactos era femenino, se trataba de La Señora. Y puede sorprender en estos días que nuestros antepasados ibéricos fueran tan religiosos pero no puede resultar tan difícil de asimilar, dado que si lo extrapolamos a partir de la religión cristiana, es claro que hubo un cambio de doctrina pero la ancestral adoración a La Señora se ha mantenido a través de los tiempos en una renovada devoción en la figura de La Virgen. Su dios no era “Baal” El Señor sino en cambio era “Ba” La Señora.
Y el Teónimo Huelva metafóricamente en nuestro actual idioma bien pudiera expresarse como el “Pueblo de Dios”, no obstante en su literalidad, constituían y presuntamente por parentesco la “HERMANDAD DE LA SEÑORA”. Por otro lado, en cuanto a “Onuba” nos encontramos ante la expresión de grado máximo, es decir un sintagma superlativo y es la clave semántica que explica algo “muy grande” o “grandioso”. Y ¿qué esperan? Al fin y al cabo se trata de su diosa, pues para ellos con OnuBa no se refieren a otra cosa que a “La Grandísima Señora”.
Miren, respecto a la inicial letra “H” de la denominación Huelva hay que tener en cuenta que el carácter “H” era una letra de uso común para nuestros ibéricos. Representaba nuestro sonido actual de la vocal / o /. Tenía un sentido y también fonético. Por el contrario ¿qué sentido tiene en la lengua española escribir una H? No tiene ningún sonido. No tiene la menor lógica, es una letra inútil. La razón es muy poderosa y es que nuestras palabras no la llevaban, fue forzada durante la romanización. Es una letra falsa. Es inyectar un código que consideraríamos de todas, malicioso. Verán, la lengua ibérica tenía el nombre de “Ispania” ¿para qué “Hispania”?... La letra “H” como fonema no tiene sentido. Es solo una muestra de imprimir carácter de un latín a un idioma que no es latín y tampoco lo necesita. Humanum est errare. “Errar es humano.” Y errar no lleva “h”, sin embargo lo que se le ha hecho a nuestra lengua, a eso se le llama “herrar” y con “H” porque marca el ganado y los artefactos, pero herrar a un idioma es cosa distinta.
En cuanto a la letra “V” de Huelva en primer lugar hay que entender que la población estaba bajo la protección de una diosa ibérica y para referirse a ella lo hacían con el nombre de BA con “B”y en segundo lugar los ibéricos también tenían el carácter “V” cuando escribían, pero este tenía el valor de nuestra actual “N”; entonces no distinguían con rasgo fonológico entre las que hoy son nuestras distintas letras “B” y “V”, porque la segunda era representación de otro fonema completamente distinto, así que cuando pronunciaban la / B /, la articulaban oclusiva bilabial y no labiodental como es la / V / ¿y saben qué? Aquí está lo bueno del asunto: Nosotros tampoco. Siquiera miles de años después. Si escribimos “B” o escribimos “V” los españoles deberíamos distinguir los sonidos de una y de otra letra ¿no es así? La primera deberíamos hacerla oclusiva bilabial y la segunda hacerla labiodental. Sin embargo, en español no lo hacemos ni por una equivocación ¿por qué no lo hacemos? Es algo extraordinario que no tiene explicación. Pero ¿de verdad, piensan que no la tiene? ¡Sí! Y tanto que la tiene, y es que no lo hacemos porque, aun los romanos cambiaran la “B” ibérica por la “V” latina y digamos, que nos latinizasen el idioma, nosotros continuamos vocalizando, tenaces, como lo hicieron nuestros antepasados. Ahí tienen la mejor prueba para demostrarles, que nuestra fonología la heredamos directamente de los ibéricos y no del latín vulgar como se afirma. Y el latín, es una lengua extraordinaria, es un éxito de tipografía pero siquiera existía cuando la lengua ibérica llenaba de significado las estelas de la península ibérica. Que no supieran leerla dificultó que eso no estuviera claro desde el principio.
Verán, en lingüística los acrónimos son vocablos formados al unir parte de dos o más palabras. Esa clase de acrónimo es el tipo de nombre que es UEL · BA y es el modo común de uso de la sintaxis de los íberos y los celtíberos, que aquí se complementa de dos elementos claramente identificables. Y es necesario apuntar que el sentido de un acrónimo es la suma de los significados de las palabras que lo generan: En el caso que nos ocupa, son el vocablo ibérico “Uel” que significa “marca” “huella”, “línea”, “parentesco” o “familia” más el nominativo ibérico “Ba” que significa “Diosa”, “Señora” o “Dama”. El nombre de HUELVA es un acrónimo ibérico que en lengua española significa: LA HERMANDAD DE LA SEÑORA.
Enrique Cabrejas IñestaInvestigador de la Historia del Lenguaje