CARTA AL DIRECTOR
Cinco minutos de noticias
Nos llena de injusticia muchas cosas, al final duele, no podemos ignorar como está el mundo, nuestras vergüenzas son aplaudidas por seres que no aprecian nada la vida, su Ser, nuestros sabios actos silbados en carcajadas ignorantes .
Por una idea de seguir a alguien que se queja como fanático va a la lucha sin pensar las consecuencias, solo pensar en tener razón se ponen las vestiduras de necios, de no ver más allá, una simple amenaza se vuelven años de guerras, de sangre derramada.
Un pensamiento de destrucción hacia el otro porque si; no le da el cerebro para más, se convierte en un dramático final, un abuso colectivo, incluso ya se graban y lo cuelgan en redes (cosa absurda para ell@s y mejor para la víctima) pero ¿qué hay por ahí por las casas?, demonios ocultos por no tener la cultura necesaria, por desterrar lo mejor de la humanidad, estirpar el arte por derechos de la mente que menosprecian el unir, destrozan la paz, pisotean el honor de alguien y luego orgullosos están y excusados de mil formas para no ser responsables.
La crítica en la calle hacia otras personas es la semilla que mañana inundará de odio el mundo.
¿Aprenderemos algo? En siglos no somos capaces de darle el espacio necesario a la vida en sí; no nos enseñan lo que nuestro interior puede transformar al mundo para bien o para mal, que todas las cosas pequeñas que pensemos en base a llevarnos bien, a sobrevivir la especie humana, en llevar nuestra especie donde corresponde como ser más inteligente del planeta, aunque a veces nos den mil lecciones los animales, no aprendemos y no, nos enseñan.
Crecemos para tener un trabajo en mente pero no para ayudar a nadie, sino para tener dinero y con eso en base a ello realizar nuestros más ilusionantes sueños. ¡Qué deprimente vida! hemos construido , en base a la economía se hiere todo lo que significa Ser Humano se engrandecen a las personas, a las familias, empobrece la dignidad, el conocimiento, el simple unir fuerzas , pues estamos sometidos a lo que la economía nos quiera dejar vivir, a que los gobernantes gobiernen con sentido común.
¿Dónde hemos llegado? ¿Para qué? Veo la crispación de los que ya no aguantan más y el nacimiento de la maldad a la hora que oscurece y no tiene voz su auxilio.
Grandes sabios que tenemos y no seguimos en nada, estamos totalmente separados en la convivencia de vivir fuera de lo natural encerrados desde que nacemos con el miedo a nuestro hermano, al vecino, al de otro barrio, otra ciudad, siempre el miedo nos lo meten para no tener armonía, el mejor y el peor, números de estadísticas espiatorios de nuestras metas, que no determinan lo que somos ni lo que podemos llegar a ser.
Ahora hay agresiones de menores a sus compañeros a todas horas, a sus profesores, sus padres/madres, sus parejas en no saberse amar.
Hemos perdido el rumbo de lo verdaderamente importante , vivir en sintonia con los demás y en el planeta .
Hay luz si se vuelve a mirar uno mismo y se corrige aunque se quite las costuras del alma, las palabras que no motivan, las miradas terribles hacia lo diferente, el derecho de de reaccionar enfurecido o enervado que te quita tu serenidad. Volvamos a enseñar a los niños a respetar a los mayores, que todos son iguales, pero que hay personas diferentes y necesitan nuestra atención y cariño, que el odiar estará presente en su cuerpo y es odio a uno mismo, que la mentira no puede esconder la verdad del que lo ve, tod@s nos vemos en cada acción ahí está la verdad, enseñemos a coger un libro por gusto a conocer otros mundos, otras historias bellas, juguemos con nuestros hijas/ hijos que vean la.diversión que teníamos en nuestra niñez sin ningún tipo de tecnología a todas horas, seamos ejemplo para ell@s de organización, de respeto hacia todo lo que conlleva apreciar la vida en sí, no les dejemos solo a los profesores ese trabajo es parte de toda la sociedad enseñarle, de todas las personas que le rodean, así se podrá cambiar algo en dos o tres generaciones.
El mal siempre va existir pero afrontemoslo con más amor que seamos más los que amamos al universo. Si somos más habrá más esperanza para el mundo, más luz para la clase de Seres Humanos que queremos que haya para los niñ@s que vienen, que no sean amargas sus quejas, que tengan el arma más poderoso un gran corazón y fuerza interior que derrame bondad, compasión y paz. Hagamos esa mágica hazaña.
Leopoldo Alés Ortega
