CARTA AL DIRECTOR
Manifiesto por un alojamiento digno para los afectados por el incendio en el asentamiento de Lepe
Hace unos días se produjo en el asentamiento de chabolas, conocido con el nombre de Hotel Portugal, un incendio con el balance de dos personas heridas y el asentamiento totalmente arrasado. Ni un solo político, ni un solo representante de ninguna administración, incluida la local, se interesó por el estado de salud de las 100 personas afectadas que, a día de hoy, duermen al raso.

Quizás sea porque somos negros. O porque somos pobres. Tal vez sea porque no votamos. Lo cierto es que esa falta de auxilio ante un drama humanitario se llama racismo institucional.
Somos pobres, negros y no votamos pero sostenemos con nuestro trabajo un sector económico que mueve cada año más de 500 millones de euros en la provincia de Huelva. Un trabajo durísimo y mal pagado que sostiene a un sector económico en alza liderando las ventas nacionales en el exterior. Contribuimos con nuestro trabajo y nuestros impuestos al bienestar de la sociedad. Sin embargo, el día que el fuego devoró todas nuestras pertenencias solo recibimos una caja de comida, una botella de agua y una invitación a salir del lugar donde nos cobijamos mientras observábamos el avance de las llamas.
Sabemos que somos imprescindibles como ha quedado demostrado durante el estado de alarma. La falta de mano de obra en los campos de Huelva, debido al cierre de fronteras, se reemplazó con nuestro esfuerzo de dobles jornadas de trabajo diario. Hemos sido trabajadores esenciales, imprescindibles, exponiendo nuestra salud al peligro de una enfermedad altamente contagiosa. Y a pesar de ello, excepto en contadas ocasiones, no hemos tenido a nuestro alcance los servicios básicos necesarios, como agua o recogida de basura para cuidar nuestra salud y poder llevar a cabo las recomendaciones de las autoridades sanitarias.
Los asentamiento de chabolas suponen un peligro para nuestras vidas como hemos comprobado con el paso del tiempo y la multitud de incendios ocurridos en los mismos. Y sufrimos unas condiciones higiénico sanitarias deplorables. Sin agua, sin electricidad y sin servicio de recogida de basura vivimos peor que los animales tal como dijo el relator de NNUU Philip Alston cuando visitó este mismo asentamiento. Pero además, esta situación de injusticia, que dura más de 20 año, supone una vergüenza para un estado de derecho y moderno. No queremos caridad, no queremos que nos regalen nada. Solo pedimos acceso a un alojamiento digno sostenido con nuestro trabajo.
Por todo ello exigimos:
Apoyan este manifiesto el grupo “Solución Asentamintos” donde se integran varias organizaciones y asociaciones.