CARTA AL DIRECTOR
Desventuras con las ratas en el Polígono San Sebastián
10.57 h. Según una definición al uso, “implícito”, del latín “implicitus”, es algo que se encuentra incluido en otra cosa o actividad, sin que esta lo exprese o manifieste de forma directa.
O sea, dicho en roman paladino, la situación descrita por un medio local, muestra una situación, clara, simple, concisa, sin adornos o complicaciones, referente a la situación vecinal producida por las ratas en un inmueble de la capital onubense.
Es decir, aparentemente, el problema se identifica plenamente con una de las situaciones típicas en algunas Administraciones, desconocemos el porqué, respecto a “dejar en reposo indefinido” en cualquier anaquel, algún expediente, al menos preocupante de afectar a la salud, venido en suerte, sin existir, que sepamos explicación plausible al largo tiempo transcurrido desde sus inicios.
Al respecto, el ciudadano medio ya debería haberse acostumbrado al surgimiento de este tipo de situaciones, producto de las penumbras presupuestarias y sombras de improductivas, inercias de la Administración, sea cual sea su signo político, arriesgándose como contribuyente, dicha sea la suerte, al quebranto doméstico que supongan sus desembolsos fiscales.
O sea, dicho en roman paladino, la situación descrita por un medio local, muestra una situación, clara, simple, concisa, sin adornos o complicaciones, referente a la situación vecinal producida por las ratas en un inmueble de la capital onubense.Es decir, aparentemente, el problema se identifica plenamente con una de las situaciones típicas en algunas Administraciones, desconocemos el porqué, respecto a “dejar en reposo indefinido” en cualquier anaquel, algún expediente, al menos preocupante de afectar a la salud, venido en suerte, sin existir, que sepamos explicación plausible al largo tiempo transcurrido desde sus inicios.Al respecto, el ciudadano medio ya debería haberse acostumbrado al surgimiento de este tipo de situaciones, producto de las penumbras presupuestarias y sombras de improductivas, inercias de la Administración, sea cual sea su signo político, arriesgándose como contribuyente, dicha sea la suerte, al quebranto doméstico que supongan sus desembolsos fiscales.Este autor vive muy de cerca a través de la autoría de sus Artículos (w.w.w. modificadosobraspublicas.com), los problemas de la “España local”, y les puedo asegurar que Huelva no supone ninguna excepción dentro de los múltiples dislates que vienen ocurriendo a lo largo del mundo consistorial, o aledaños.Me parece acertada la adopción de medidas, por las partes afectadas, producto de la desesperación y mientras tanto, recordemos aquel pasaje de Esteban Echeverría, introductor del romanticismo en Argentina, perteneciente a la denominada Generación del 37, formado en Francia, que alentaba:“Cuentan que al oír tan desaforados gritos las últimas ratas que agonizaban de hambre en sus cuevas, se reanimaron y echaron a correr desatentadas, conociendo que volvían a aquellos lugares, la acostumbrada alegría y algazara precursoras de la abundancia..........”¡ Mucha suerte, queridos amigos onubenses ¡ Jesús Antonio Rodríguez Morilla
“Cuentan que al oír tan desaforados gritos las últimas ratas que agonizaban de hambre en sus cuevas, se reanimaron y echaron a correr desatentadas, conociendo que volvían a aquellos lugares, la acostumbrada alegría y algazara precursoras de la abundancia..........”
¡ Mucha suerte, queridos amigos onubenses ¡
Jesús Antonio Rodríguez Morilla