carta al director
A mi hijo, Miguel Angel Hoyo Estrada
Siento la enorme necesidad de decir algo de ti como final de estos desagradabílisimos días que hemos y estamos pasando después de haberte marchado en silencio y procurando causar el menor dolor posible a tu familia. Como han comentado algunos de tus amigos, has sido un ejemplo para muchos por cómo has llevado durante bastantes años esta cruz que desgraciadamente te ha tocado vivir en plena juventud.

Nadie, ni incluso tus más allegados, podemos imaginar las situaciones tan horribles por las que has pasado, y aunque hayas sentido en algún momento agotamiento o desesperación, no nos has hecho partícipes para ahorrarnos sufrimientos; al contrario, has mostrado resignación procurando ver siempre algo positivo para darnos a los demás, e incluso esperanzas de futuro para ti mismo.
Durante el tiempo de tu enfermedad, con la cantidad de personas, médicos, ATS, enfermeras o radiólogos con los que has tratado, no has tenido ningún problema, porque con tu actitud las hacías mas asequibles y cercanas. Recuerdo una oncóloga de Madrid, Dña. Ana Maña, que te acogió en su casa durante tu recuperación de una de las operaciones, hecho inaudito, pero vio en ti un enfermo especial. Además, algunos médicos con los que he tratado se han extrañado de los conocimientos e informaciones que tenías de tu enfermedad y el último que te asistió me ha dicho que nos costará tiempo amoldarnos a la situacion.
Como tú me decías, has ido ganándole tiempo a la vida, pues tú sin decaer, que ya es difícil, y a pesar de que los médicos tiraron la toalla, tú seguías con una entereza envidiable al pie del cañón buscando alguna salida, que se intuia imposible. Has mostrado una entereza, una predisposición, un saber estar en todo momento, que has sido todo un ejemplo. Tu fortaleza, tu visión siempre positiva de la situación y tus ganas de superar tus males han llamado la atención de todos los que te rodeábamos y tratábamos.
Has procurado siempre evitarnos situaciones desagadables e incómodas de tus tratamientos, que has preferido sufrir tú solo.
Miguel, has tenido muy mala suerte, creo que la vida no ha sido justa contigo. Nos has dado una buena lección y siempre te mantendremos en nuestras mentes pues esta herida no se podrá cicatrizar nunca.
Tu padre,
Bernardino Hoyo Garrido
Este jueves, 15 de junio, a las 20.30 horas, la iglesia de las MM Agustinas acogerá la celebración de una misa funeral por Miguel Angel Hoyo Estrada.