CARNAVAL COLOMBINO
Fali Ramos anuncia su adiós al Carnaval tras 33 años tatuando con su talento la fiesta
El autor onubense, que participa en el concurso del Carnaval Colombino con la comparsa ‘El hombre de sangre fría’, anuncia su despedida de la fiesta con un comunicado tras 33 años ligado a ella activamente. Claro referente para otros carnavaleros que quieren hacer camino, acumula experiencia más allá de Huelva, un buen número de premios y colaboraciones estelares. El carnaval onubense sin él hubiera sido otra cosa y si su vocación por multiplicar la fe carnavalera hubiera sido más acompañada, también.
Las retiradas de quienes viven llenando otras vidas en el ejercicio de su pasión siempre son más difíciles de aceptar, como la de Fali Ramos, que deja el Carnaval, en el que ha dado muchísimo a toda Huelva y más allá durante 33 años de prolífica trayectoria. Con su innegable talento ha tatuado la fiesta con sus letras por completo, hablando de todo con sutileza pero sin perder filo. También la ha bañado en sus músicas para que brille y le ha dado un vuelco con su humor. Y todo a través de distintas apariencias, tipos de todo pelaje pero la misma piel de gallina valiente al pisar un escenario.
Por eso el Gran Teatro moría de expectación cada vez que renacía con otra presencia al llegar otro estreno. Este año 2020 la comparsa ‘El hombre de sangre fría’ será la última reencarnación y viene con las últimas coplas, flores, como cada febrero, cultivadas con arte. Al parecer el adiós lo tenía más que meditado y algunos de sus más allegados lo sabían. El resto lo conoce ahora porque pensaba que era el momento, metidos de lleno en el concurso, donde siente más pulso de vida.
Dice Toni Nadal, que ha entrenado a cientos de jóvenes y entre ellos al inigualable Rafa Nadal, que no todos saben hacer todo bien y que “el talento es la capacidad de aprender”. En Fali Ramos, que luce otra figura distinta, reluce además el talento para enseñar. Porque ha llevado su vocación por cantar chistes, musicar historias y afinar voces más allá de su círculo, porque abrió sus puertas para formar a otros jóvenes con ganas de hacer las cosas bien, porque ayudó a coser el repertorio de otras agrupaciones de muchos lugares. Muchos de los directores y componentes actuales de distintas agrupaciones han pasado por sus cuartos de ensayo.
En los últimos años ha puesto toda su ilusión en formar en su Peña Escuela de Carnaval a autores, directores e integrantes de nuevas agrupaciones, para que se multipliquen y difundan la esencia de la fiesta. En este capítulo, queda ahí también, a la espera de nacer, su proyecto junto a Raúl Barneto de una escuela de carnaval, en el que ni la Fopac ni el Ayuntamiento han puesto las mismas energías y parece olvidado.
El cariño dentro y fuera de Huelva es su patrimonio, como los homenaje brindados y los pasodobles dedicados, así como un buen puñado de premios, la garantía de calidad a lo que todo el mundo aprecia y valora. Porque la valía de Fali Ramos ha quedado patente más allá del Carnaval, en el que ha tocado casi todas las modalidades y que ha sabido vender su espíritu fuera de Huelva. Es un artista polifacético, humorista, que le da todos los palos con brillantez, pues también escribe sevillanas para Manguara y otros grupos. Nada se le resiste, y tampoco dejó de explorar otros terrenos y compartió su método de trabajo y su sapiencia en charlas y seminarios en la Universidad de Huelva.
La fiesta pierde con su adiós y quienes le quieren bien, al Carnaval y a Ramos, esperan que este ingenioso autor siga ligado a ella de alguna forma y no acabe todavía su aportación. Si no sucede, bien alta queda la cuenta reunida con esfuerzo y pasión, tan difícil de igualar. Consiguió con su agrupación revalorizar la chirigota del Carnaval Colombino, marcar el listón, y persistir. De hecho, la mejor etapa de la historia de la chirigota onubense está ligada a su nombre. También hizo camino con la comparsa de Quiñones, junto a Fali Mosquera, en Cádiz, donde se granjeó la sincera amistad de otros autores. Entre ellos, el ya eterno Juan Carlos Aragón, quien públicamente le dijo que si viviera en La Tacita de Plata sería el director de su chirigota. Ahora escribe para agrupaciones de Jaén y Almería, donde también han visto en él un oráculo al que acudir para encontrar un rumbo, porque es un fiable modelo de referencia.
Atrás quedaron las noches robadas una a una a su familia, que ahora todas de golpe han ejercido su peso en la balanza de su decisión. Nadie duda de que Fali Ramos ama profundamente esta fiesta, pero en un comunicado ha explicado los motivos por los que suelta las riendas de un caballo que probablemente siempre trotará en él confundido con el latido de su corazón. Ahora, con callos en las manos, se desvincula de ese ritmo y abre los brazos, quizás para recrearse en el recuerdo de vuelta de un abrazo de quienes sienten su impagable aportación como un legado imborrable.
Con todo el cariño del mundo a mi tierra, a mi Huelva y temblándome el pulso, hoy anuncio mi retirada definitiva del mundo del Carnaval, una decisión meditada hace meses y que necesito compartir.
33 años respaldan mi entrega a esta ciudad y a esta fiesta que tanto me ha dado y a la que le di los mejores años de mi vida. Consagrado y querido a veces, incomprendido y maltratado otras, me he sentido por partes iguales profeta en mi tierra y un simple bufón de la corte. En mi cabeza sólo ha existido un deseo, crear, componer, regalar canciones, siento que lo que me ha llenado y a lo que le he dedicado mi vida, de una forma u otra, es al arte. No concibo una vida sin un pasodoble, sin una copla que revuelva las emociones, y creo que es hora de bajarme de la carroza del Dios Momo y disfrutar de otras cosas.
Agradecido a mi familia, mis amigos y a esa afición incondicional a la que les he regalado mis versos cada año. Han sido el motor para que esta cabecita nunca parase de crear. Dolido por aquellos que sólo veían buscar protagonismo aunque fuera a costa de echar por tierra tanto esfuerzo y trabajo, dolido porque no entendieran que mi forma de hacer Carnaval igual era diferente a lo establecido. Siempre he buscado que los que cantan conmigo se sientan queridos y reconocidos, como lo son el grupo de los tres ultimos años, un grupo joven en fase de crecimiento que sólo merecen elogios y apoyos por su entrega y que son la esencia de esta fiesta y veo con lástima que somos hombres de sangre fría incluso con nuestros propios paisanos.
Agradecido a la prensa escrita y a esos juntaletras a los que vas cogiendo cariño con el paso de los años y que han caminado junto a ti a cada momento, narrando éxitos y fracasos y compartiendo muchos ratos intensos.
La vida son momentos.
Me hubiera sentido el hombre más importante del mundo siendo pregonero de esta fiesta a la que me entregué en cuerpo y alma más de 30 años, de la que recogí cosecha en forma de 15 primeros premios, 28 finales y más de 100 colaboraciones. Pero nuestra querida FOPAC nunca quiso darme ese placer con mi ciudad. Nunca entenderé como una fiesta tan vinculada al arte pueda estar en manos de personas carentes de sensibilidad ni capacidad de creación artística. El Carnaval es cultura, no lo olvidemos.
Sólo soy un coplero más. Un coplero, al igual que sus compañeros, olvidado por el Ayuntamiento que nunca quiso gestionar la Escuela de Carnaval, para que esta fiesta pudiera crecer como dios manda.
Agradecido a todos los que aplaudieron mis repertorios, a los que confiaron en mí y en mi forma de trabajar, a los que tuvieron fidelidad incondicional y a los que me quisieron, que hoy siguen siendo mis amigos. Por eso prefiero que se me eche de menos ... a qué se me eche de más.
Como dijo un maestro, “la copla, por encima de todo”