Cómo saber cuál es tu fortaleza emocional y qué hacer para potenciarla
La psicóloga Ana Belén Medialdea explica cómo entrenar la capacidad para hacer frente a las dificultades y adversidades que le pone la vida
¿Cómo te tratas y cómo hablas a los demás? Tu respuesta influye en tu autoestima

¿Habías escuchado alguna vez el término 'fortaleza emocional'? Por si acaso no lo habías escuchado nunca, te cuento: a mí me gusta definir la fortaleza emocional como la capacidad que tiene una persona para hacerle frente a las dificultades y adversidades que le pone la vida.
Nada es estático, la vida es un continuo cambio y, en ocasiones, nos pone a prueba o nos hace sentir perdidos, sin rumbo, a la deriva. ¿Quién no se ha sentido fuera de control en algún momento?, ¿Quién no ha experimentado esa sensación de vacío y de inseguridad ante alguna dificultad o pérdida importante? ¿Alguna vez la vida te ha quitado el equilibrio y después lo has recuperado?
Hoy quiero contarte que cada obstáculo que te ha puesto la vida, cada situación dura a la que te has tenido que enfrentar, cada miedo que te has atrevido a mirar a la cara, cada momento incómodo que has vivido, te ha ayudado a ser un poquito más fuerte emocionalmente.
La muerte de algún ser querido, la pérdida de un trabajo, una ruptura, una decepción, un diagnóstico inesperado… Estas situaciones difíciles nos ponen a prueba, nos duelen y, a veces, nos bloquean. Pero cuando atravesamos el dolor y recogemos el aprendizaje de esa lección de vida, nos recomponemos y podemos descubrir partes de nosotros que no conocíamos.
«Cuando la vida nos quita el equilibrio y nosotros lo recuperamos descubrimos nuestras fortalezas»
Ana Belén Medialdea
Psicóloga
Una de las cosas que me parece más bonita de mi trabajo es ayudar a las personas a conectar con sus fortalezas. Ante las adversidades, es muy común sentirse perdido e incluso pequeño. Por mi consulta han pasado muchas personas que han vivido situaciones difíciles en su vida y no eran capaces de ver todo lo que habían logrado superar. Ante la dificultad, se sentían tan perdidos que desconfiaban de sus propios recursos. Para mí es muy emocionante cuando las personas logran mirar su problema desde otra perspectiva y logran distanciarse emocionalmente del sufrimiento convirtiéndolo en coraje.
Hay una frase de Ralph Waldo Emerson que dice: «Lo que tienes detrás y lo que tienes delante es insignificante cuando lo comparas con lo que tienes dentro».
Cuando llega a mi consulta algún paciente con su alma rota por alguna situación traumática que ha tenido que vivir, mi primer objetivo es ayudarle a que pueda entender que él o ella es mucho más que esa situación traumática. Por un lado, está el trauma y por otro lado están él o ella. Algunos de ellos llegan a mí después de pasar por terapias largas donde la terapia era muy lenta y donde a veces, se victimizan más por todo lo que les ha ocurrido. En estos casos siempre les invito a cambiar la palabra 'víctima' por 'superviviente'. Esos supervivientes que desean trabajar para parecerse al menos un poquito a la persona que eran antes de esa situación que les rompió.
Depende de cómo nos narremos a nosotros mismos nuestra historia, podremos convertirnos en víctimas o en supervivientes.
Reconocer nuestras fortalezas y potenciarlas es una de las cosas que más pueden ayudarte en tu bienestar emocional y tu crecimiento personal.
Cómo potenciar la fortaleza emocional
1. Lo primero de todo quiero que sepas que ser fuerte emocionalmente no quiere decir no sentir la tristeza, ni la ira, ni el miedo o alguna emoción desagradable. No podemos no sentir por mucho que a veces sea desagradable. Por eso, para potenciar nuestra fortaleza emocional es muy importante evitar luchar contra lo que sentimos.
2. Ante las adversidades, necesitamos activar más que nunca el modo compasión. Es decir, cuando la vida nos duele a rabiar, necesitamos cuidarnos mucho y buscar espacios para nosotros mismos, conectar con lo que nos gusta e intentar hacerlo, aunque no tengamos ganas o fuerzas. Esta será nuestra medicina para el dolor. Muchas personas se sienten mal cuando en los momentos de adversidad hacen cosas por sí mismos porque se sienten egoístas. Esto no es egoísmo, es generosidad contigo. Es tu medicina para tener equilibrio emocional.
3. Pregúntate: ¿Cuál es tu motivo para seguir adelante? Uno de los pilares de la fortaleza emocional se basa en encontrar un motivo para seguir adelante en el que podamos aferrarnos en los momentos más difíciles y que nos ayude a evitar caer en la desidia y en el abandono.
4. Reflexiona: ¿Qué fue lo que hiciste que te ayudó en otros momentos en los que te sentiste mal?, ¿Qué fue lo que aprendiste de esas situaciones en las que creíais que no ibas a ser capaz de salir adelante? Recuerda que tú eres mucho más que tus problemas, tu estado de ánimo y todo lo que te preocupa. Ten presente esto para ayudarte a separar lo que eres tú de lo que te está preocupando. No eres lo que te pasó, ni lo que te está pasando.
«Las tormentas hacen que los árboles tomen raíces más profundas».
Si te apetece leer más sobre autoestima y cómo fomentar una relación sana contigo o con los demás, te invito a leer mi libro: 'Las 5 estaciones de la autoestima'. También puedes reflexionar conmigo a través de mi cuenta de Instagram @Anapsicologamadrid.