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Oxitocina

Es un neurotransmisor que interviene, entre otras muchas cosas, tanto en el parto como en la lactancia

S.B.

La oxitocina es un oligopéptido compuesto de nueve aminoácidos. Se descubrió a principios del XX y fue sintetizada por el bioquímico Vincent Du Vigneaud en 1953.

Fue a partir de ese momento que este compuesto comenzó a ser motivo de análisis en los laboratorios para identificar el papel que jugaba en aspectos tan importantes de nuestro día a día como el de las relaciones sociales.

La oxitocina es un neurotransmisor que interviene, entre otras muchas cosas, tanto en el parto como en la lactancia. Es comúnmente conocida como la 'hormona del amor' debido a su intervención en los sentimientos de empatía, confianza, así como en la actividad sexual o incluso en el control de las emociones.

La oxitocina y el amor

Cuando nos enamoramos y sentimos al principio esa pasión tan intensa, caótica y exagerada, la oxitocina actúa como desinhibidor, un proceso muy parecido al que sucede con el alcohol en sangre.

La oxitocina nos empuja a arriesgarnos, aporta confianza en nosotros mismos y dota a nuestro cerebro para no ver los posibles peligros o implicaciones que puede tener esa relación, a pesar de que en ocasiones se trate de una relación tóxica.

Oxitocina y parto

Durante el trabajo de parto nuestro cuerpo segrega de forma natural oxitocina, lo que logra estimular los receptores correctos en el útero manteniendo las contracciones durante el parto para dilatar el cuello del útero y proceder al alumbramiento.

A su vez, la oxitocina es una hormona que interviene de forma crucial tanto en la lactancia materna como en la subida de leche, ya que sin oxitocina la leche no podría salir de la glándula mamaria.

En ocasiones se utiliza la oxitocina sintética para la inducción del parto, cuando el embarazo supera las 41 semanas. Su función es desencadenar los procesos fisiológicos del parto para conseguir imitar el proceso, estimulando las contracciones uterinas.

Además, la oxitocina es muy importante en la última fase del parto. Y es que en el momento de expulsar la placenta, esta debe salir completa y el útero contraerse firmemente para evitar hemorragias. Actualmente la OMS recomienda el alumbramiento dirigido ya que disminuye en un 60% la posibilidad de hemorragias posparto.

El alumbramiento dirigido consiste en administrar una dosis de oxitocina endovenosa en el momento que salen los hombros del bebé del canal del parto. Así la oxitocina actúa para evitar que el alumbramiento se alargue demasiado.

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