LLAMADA A LA MOVILIZACIÓN CIUDADANA DE CARA A ESTE JUEVES
Una Unidad de Ictus en riesgo de desaparición, la punta del iceberg de la situación de la sanidad de Huelva
13.15 h. Si usted está ahora mismo reunido con otras cuatro personas, ha de saber que en los próximos años alguno de ustedes sufrirá un ictus. Aún así, la Unidad de Ictus no está hoy por hoy garantizada en Huelva, que está convocada este jueves a concentrarse para exigir una solución a largo plazo para este servicio en riesgo.
Huelva, la provincia andaluza con mayor incidencia y mortalidad por ictus, podría quedarse a partir del mes de junio sin Unidad de Ictus en el Juan Ramón Jiménez. Es un sinsentido, ilógico, pero es una amenaza que está ahí y que “la ciudadanía tiene en su mano parar mostrando de manera clara su descontento”.
Al menos así lo consideran desde la Asociación Onubenses Unidos por una Sanidad Pública de Calidad (Onusap), que ha convocado para este jueves, 23 de febrero (19.30 horas), una concentración frente a la Delegación de Salud de la Junta de Andalucía en Huelva.
El leit motiv principal es la defensa de esta Unidad de Ictus, que desde hace semanas sigue activa gracias al acuerdo alcanzado para que colegas de Sevilla acudan al Hospital Juan Ramón Jiménez a cubrir los huecos imposibles de suplir con la plantilla de neurólogos existente en el centro hospitalario onubense: un total de ocho, de los cuales cuatro no pueden hacer guardia. “Los que se quedan salen a una guardia cada cuatro días, lo que es inasumible”.
Así lo afirma el presidente de Onusap, Diego Mora, que ha explicado que la falta de neurólogos en Huelva se debe a las “condiciones de trabajo que deben soportar en nuestra provincia”, con una fuga de profesionales motivada en “un hospital sobrecargado, con plantillas que en muchos servicios no se han aumentado en 20 años, lo que provoca una carga de trabajo muy difícil de asumir”.
De hecho, “hay que pensar que en una Unidad de Ictus “las guardias son demoledoras. En Huelva hay una media de tres ictus al día, lo que supone estar 24 horas en tensión tomando decisiones cada segundo. No es lo mismo repartirlo entre cuatro compañeros que entre 48 que son en el Virgen del Rocío, por ejemplo”.
La Unidad de Ictus es “una de las pocas unidades que hay en el Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva que se puede cuantificar cuántas vidas salva al año y cuántas discapacidades ha evitado. Tenerla supone la diferencia entre salir recuperado después de un ictus o salir en silla de ruedas para el resto de tus días”, explica Diego Mora, que por eso no duda en insistir en su llamamiento a la ciudadanía para movilizarse y que se garantice su supervivencia, ya que “lo contrario sería un atraso de décadas”.
Tras la alarma que suscitó el hecho de comprobar que con los profesionales actuales no podían cubrirse todas las guardias de febrero –una Unidad de Ictus, para considerarse como tal, debe contar con un neurólogo de guardia 24 horas al día, siete días a la semana, 365 días al año- “se consiguió el compromiso de traer puntualmente a neurólogos de Sevilla, pero es justo hasta principios de junio. Hasta tres días después de las elecciones municipales”.
De no encontrar solución más allá, Huelva se convertiría en la única provincia andaluza sin Unidad de Ictus.
Así, desde Onusap alertan de que este parche no es permanente, avisando de que incluso se ha puesto sobre la mesa la posibilidad de implementar el servicio de teleictus, que “cumple su función en pueblos remotos, pero no puede ser la solución en una capital de provincia en la que se atienden 900 ictus al año, porque añade retraso al abordaje de una dolencia en la que la rapidez en la actuación es primordial”.
La Unidad de Ictus, la punta del iceberg
Tras la movilización convocada para este jueves, y en la que se espera una participación masiva de “una ciudadanía que debe despertar y dejar claro en la calle que quiere tener la misma sanidad que tienen el resto de andaluces”, se encuentra no solo la amenaza sobre la Unidad de Ictus, sino la situación sanitaria general de la provincia, con carencias arrastradas desde hace décadas y en la que las eternas promesas no acaban nunca de hacerse realidad.
“La casi pérdida de la Unidad de Ictus es la punta del iceberg de la situación de nuestra sanidad, que en plena pandemia de salud mental y de suicidios tiene a 5.000 pacientes sin psiquiatra; donde hay carencias de anestesistas y falta de quirófanos. Somos la única provincia sin chares, que podrían descongestionar el hospital; y también la única sin Materno Infantil, que permitiría que el hospital creciese y las plantillas se dimensionen”.
“No podemos seguir observando, impasibles, cómo quien gestiona nuestra sanidad mira de forma indolente que se llevan seis neurólogos a Sevilla sin hacer nada, o como el presupuesto para nuestro Materno Infantil lo destinan a un hospital de pandemias allí infrautilizado. Tendría que estar plantada allí exigiendo que a Huelva llegue lo que le corresponde, en vez de estar inaugurando capas de pintura en centros de salud”, reprochan desde Onusap, insistiendo en la necesidad de que la ciudadanía onubense muestre en la calle su descontento.
Descontento por tener unas carencias que en cualquier otra provincia serían impensables, mientras aquí se asumen como normales de tantas excusas recibidas a lo largo de los años. “Pero merecemos tener una sanidad digna. La misma que la de nuestros vecinos de otras provincias, ni más ni menos”.
