CONFIDENCIAL
El runrún: Ana Mª Bernal se reinventa
Polifacética como ella sola, muchos de nuestros lectores la conocerán como concursante de de ‘Se llama copla’, el exitoso Talent Show de raíces sureñas donde consiguió meterse a media audiencia de Canal Sur en el bolsillo.

Les hablamos de Ana María Bernal, también muy conocida en el ambiente del Carnaval Colombino, del que fue choquera mayor en 2013. Centrada en el cante, como decimos, demostró su capacidad de adaptación al abordar un género como la copla que, aunque relacionado de aquella manera con el flamenco, tiene sus propias claves. Y a la vista estuvo que la cantaora formada en la peña femenina supo resolver brillantemente el reto con su propio estilo. Hoy comprobamos que Ana Bernal vuelve a reinventarse explorando otros campos profesionales ajenos totalmente al mundo del espectáculo aprovechando la popularidad conseguida. Quizá incluso alguno de nuestros lectores haya encontrado su tarjeta de presentación en el buzón de correos, en la que se anuncia como ‘coach’ nutricional para ayudar a mantener la báscula a raya “de forma sencilla y efectiva, sin efecto rebote, sin pasar hambre ni ansiedad y disfrutando de la comida”. La cuadratura del círculo, para entendernos. Además, Ana nos echará una mano con el menú semanal, a la hora de planear una tabla de ejercicios o hacer la lista de la compra. Incluso estará a nuestro lado en los momentos de bajón a través del “chat de motivación”. Desde aquí, cómo no, desearle mucha suerte en su aventura empresarial.


Temporeras en rebelión, y con razón. Venirte desde tu país para trabajar en base a unas condiciones –siempre duras- y encontrarte con que, una vez aquí, no se cumplen, debería ser denunciado siempre. Y eso es lo que ha hecho este martes un grupo de temporeras marroquíes que habían venido a Huelva a trabajar en la campaña de frutos rojos. Según han denunciado desde Jornaleras en lucha, que ha acudido a la finca tras la petición de auxilio, las temporeras estaban protestando porque no se cumple la jornada de 39 horas semanales comprometidas –hora que no se trabaja, hora que no se cobra y, por tanto, pueden encontrarse con que el viaje no les sale rentable- y se han mantenido firmes en su reivindicación. La organización ha arrancado a la empresa el compromiso de que esta jornada se cumplirá, con lo que parece que la protesta ha surtido efecto. Habrá que seguir pendientes, pero ojalá y siempre la resolución –y la determinación de las trabajadoras- fuese así.
