SEGURIDAD
El carácter militar de la Guardia Civil, un debate atemporal que sigue vigente
Esta peculiaridad implica que los agentes de la Benemérita no cuenten con derechos asociativos o que están sujetos al Código Penal Militar
El día 6 de enero además de ser el Día de Reyes es el día de la Pascua Militar. Esta jornada, de celebración castrense, sirve como pistoletazo de salida del año militar y también como repaso y balance del año anterior. El día tiene su plato fuerte en la tradicional celebración en el Palacio Real de Oriente de Madrid, con el Rey y la Familia Real, el presidente de Gobierno y demás autoridades como protagonistas. En esta reunión se imponen condecoraciones militares a aquellos civiles y miembros de las Fuerzas Armadas que hayan hecho méritos durante el año anterior, además de marcar las líneas de acción de cara al año entrante.
A raíz de esta fecha y celebración, la Asociación PRO Guardia Civil (APROGC) compartió en sus redes sociales una publicación ensalzando el carácter militar de este cuerpo de seguridad del estado. En ella se hacían eco y citaban de forma textual una de las frases utilizadas por la Guardia Civil en su página web para explicar esta cualidad: “El carácter militar forma parte de la esencia de la Guardia Civil, y éste no hace sino acrecentar y ampliar la eficacia de la misma como policía integral al servicio de los ciudadanos”, acompañándola de una imagen de su Majestad el Rey en el acto. Los comentarios a favor y en contra de este hecho, no tardaron en llegar.
¿En qué consiste exactamente la naturaleza militar y por qué suscita tanto debate?
La propia Guardia Civil explica en sus bases que la naturaleza militar determina su modo de actuar, incluyendo aspectos como su estructura interna, su jerarquía, disciplina y organización Todo ello supone, tal y como detallan, una extraordinaria cohesión y eficacia en el cumplimiento del deber.
Atendiendo a estas explicaciones, sobre el papel no parece haber grandes motivos por los cuales esta peculiaridad suscite tantas opiniones y posturas opuestas y favorables. Sin embargo, lo que convierte a esta cualidad en una característica tan controvertida son distintos aspectos que conviene detallar.
El abogado Juan Carlos Fernández, del despacho Monteagudo y Vales, es un gran conocedor de todo lo relativo al derecho militar y más en concreto de los asuntos que atañen a la Guardia Civil. Él explica que el carácter militar conlleva que, por ejemplo, los agentes de la Benemérita vean limitados sus derechos asociativos. Es más, reconoce que “se ha sancionado a aquellos Guardias Civiles que en su momento han intentado organizar un sindicato”. Algo que la Policía Nacional sí recoge entre sus opciones y que deja a estos agentes con un rango de actuación mucho más limitado que el del resto de compañeros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado.
Asimismo y a raíz nuevamente de su carácter militar, los Guardias Civiles se ven sometidos al Código Penal Militar y no al Código Penal ordinario, lo que supone un sometimiento a los tribunales militares. Además de tener que cumplir con las Reales Ordenanzas de las Fuerzas Armadas, normativa que según el especialista “define el comportamiento que debe observarse por los miembros de la institución”.
Otros aspectos a mencionar son que “en los procedimientos disciplinarios y a diferencia del resto de funcionarios, los guardias civiles no se ven representados por sus abogados, sino que estos asisten en calidad de asesores dependiendo del caso”, o que, “si bien durante el día a día los Guardias Civiles se encuentran encuadrados en el Ministerio del Interior, el acceso y pérdida de la condición de Guardia Civil depende del Ministerio de Defensa”.
Un debate llevado al plano político
En los últimos años partidos políticos como Unidas Podemos, especialmente de la mano de su antiguo líder Pablo Iglesias, confesaron ver con buenos ojos la desmilitarización de la institución para así ofrecer a los agentes la posibilidad de unirse o manifestarse si lo entendieran necesario.
Este, revela Juan Carlos Fernández, es uno de los argumentos más repetidos a la hora de posicionarse a favor de la desmilitarización. “Se suele poner de relevancia la limitación de derechos así como el carácter anacrónico de la institución”, asegura. Aunque también cree conveniente apuntar el punto de vista de los defensores de este carácter militar que tienden a apelar a “los sentimientos y la nostalgia que marca la tradición militar de la Guardia Civil”, algo que entienden que no debe desaparecer.
