Mismo mar, 2º premio de la categoría de adultos del Concurso de Microrrelatos

Doce de la mañana de un día de primavera cualquiera. Nadia, seis años, navega con a su madre junto a un grupo de personas, tiene hambre, su madre le prepara un bocadillo de atún, ya es la ultima reserva de comida que les queda, llevan cuatro días en el mar.

Misma hora, mismo mar, Loreto, seis años, navega también junto a su madre, se han dado un baño en la piscina del barco, también tiene hambre y ahora se disponen a comer, no saben qué, no se han preocupado por el menú de hoy.

Diez de la noche. La madre de Nadia intenta dormirla, le acaricia el pelo, la protege con sus brazos, le ha dado para cenar unas galletas y un poco ce agua.

Misma hora, mismo mar. Loreto se acuesta llorando, después de cenar no se quería ir a la cama, en cubierta había una fiesta, ella quería asistir pero es una fiesta de personas mayores. Su madre para consolarla le lleva unas galletas de chocolate y un vaso de leche, la niña no lo toca.

Tres de la mañana, Nadia duerme, su madre no. Comentan entre los mayores que ya no queda agua, hay personas enfermas, están nerviosos.

De pronto la niña despierta, hay mucho ajetreo en la patera, un barco se acerca , hace sonar la sirena, unos potentes reflectores iluminan la superficie, se acercan despacio. Uno a uno, suben todos al barco, les dan mantas y caldo caliente.

La madre le dice bajito —Mañana empezaremos a buscar a papá — La niña se vuelve a dormir reconfortada.

Misma hora, mismo mar, Loreto despierta, ve que la madre está a su lado, le dice bajito —Mañana nos encontraremos con papá — La niña vuelve a dormir reconfortada.

Lema : Dentro de la desigualdad, todos somos iguales.