CONFIDENCIAL
El runrún: 'Habemus sustituto' para el Moulin Rouge
La crisis del coronavirus alargó sus tentáculos en la capital onubense hacia varios lugares de ocio nocturno y afortunadamente parece que poco a poco va saliendo también el sol para ellos.

Y es que por ejemplo en la calle San Sebastián había un gran ambiente de 'tardeo' de viernes a domingo y también un respetable ocio nocturno por las noches en los pubs Molly Malone y Moulin Rouge. El primero de ellos todavía tiene el cartel de 'Se alquila' y está completamente vacío por dentro a la espera de que aparezca (ojalá) pronto algún interesado para reabrirlo. Y el que ya ha encontrado un sustituto es el segundo de ellos, cambiando un poco su filosofía anterior. Así, el pasado día 1 de julio abrió sus puertas 'Dalí Huelva', un lugar de cócteles y copas cuyo horario al público será de lunes a domingo de 19.00 a 02.00 horas, tanto en el interior como en su amplia terraza. A ver si tiene suerte y, lógicamente con las medidas de seguridad preceptivas impuestas por el Covid-19, reactiva la marcha y el ambiente en dicha zona de la capital onubense.

Feria interrumpida. Aunque ferias como tal no se están celebrando tampoco este verano –y van dos-, en muchas localidades están optando por hacer algo intermedio, para paliar en cierto modo las ganas del público asistente y, de paso, la situación en la que se han visto sumidos los feriantes, uno de los sectores más castigados por el Covid. Pero claro, las cosas no siempre salen como se planean y van dependiendo de las cifras y la incidencia del Covid, que en los últimos días no ha sido especialmente esperanzadora y nos ha dejado una imagen bastante triste en Isla Cristina. ¿Y por qué? Pues porque allí, desde principios de mes, hay instalada una mini feria con atracciones y los clásicos puestos de algodón de azúcar y tómbola, sobre todo para el disfrute de los más pequeños. La misma, habilitada en la avenida del Carnaval, había llegado como un soplo de aire fresco que, sin embargo, este fin de semana se ha cortado en seco, ya que la alta incidencia ha obligado a suspenderla momentáneamente. Lo cierto es que ha sido de lo más desolador ver las atracciones con las persianas echadas y, sobre todo, a los y las feriantes aparcados con sus caravanas en el recinto, pasando la noche reunidos al fresco si nada más que hacer que preguntarse cuándo podrán retomar su actividad con normalidad. Una pena que, con suerte, se aliviará en los próximos días, cuando si la situación sanitaria lo permite podrán volver a encenderse las luces en la avenida del Carnaval, donde este pequeño alivio para los feriantes está previsto hasta el próximo 25 de julio. Ojalá y puedan disfrutarlo, pese a la interrupción momentánea.


Y es que por ejemplo en la calle San Sebastián había un gran ambiente de 'tardeo' de viernes a domingo y también un respetable ocio nocturno por las noches en los pubs Molly Malone y Moulin Rouge. El primero de ellos todavía tiene el cartel de 'Se alquila' y está completamente vacío por dentro a la espera de que aparezca (ojalá) pronto algún interesado para reabrirlo. Y el que ya ha encontrado un sustituto es el segundo de ellos, cambiando un poco su filosofía anterior. Así, el pasado día 1 de julio abrió sus puertas 'Dalí Huelva', un lugar de cócteles y copas cuyo horario al público será de lunes a domingo de 19.00 a 02.00 horas, tanto en el interior como en su amplia terraza. A ver si tiene suerte y, lógicamente con las medidas de seguridad preceptivas impuestas por el Covid-19, reactiva la marcha y el ambiente en dicha zona de la capital onubense. Feria interrumpida. Aunque ferias como tal no se están celebrando tampoco este verano –y van dos-, en muchas localidades están optando por hacer algo intermedio, para paliar en cierto modo las ganas del público asistente y, de paso, la situación en la que se han visto sumidos los feriantes, uno de los sectores más castigados por el Covid. Pero claro, las cosas no siempre salen como se planean y van dependiendo de las cifras y la incidencia del Covid, que en los últimos días no ha sido especialmente esperanzadora y nos ha dejado una imagen bastante triste en Isla Cristina. ¿Y por qué? Pues porque allí, desde principios de mes, hay instalada una mini feria con atracciones y los clásicos puestos de algodón de azúcar y tómbola, sobre todo para el disfrute de los más pequeños. La misma, habilitada en la avenida del Carnaval, había llegado como un soplo de aire fresco que, sin embargo, este fin de semana se ha cortado en seco, ya que la alta incidencia ha obligado a suspenderla momentáneamente. Lo cierto es que ha sido de lo más desolador ver las atracciones con las persianas echadas y, sobre todo, a los y las feriantes aparcados con sus caravanas en el recinto, pasando la noche reunidos al fresco si nada más que hacer que preguntarse cuándo podrán retomar su actividad con normalidad. Una pena que, con suerte, se aliviará en los próximos días, cuando si la situación sanitaria lo permite podrán volver a encenderse las luces en la avenida del Carnaval, donde este pequeño alivio para los feriantes está previsto hasta el próximo 25 de julio. Ojalá y puedan disfrutarlo, pese a la interrupción momentánea. El fandango callejero que pone los pelos de punta. Huelva no será la ciudad más reluciente del mundo, pero si brilla es por las personas que la habitan. Unas más que otras logran embellecer el paisaje urbano de múltiples formas. Inimitable es la de Domiciano Márquez, que regaló hace unos días un soberbio fandango en plena calle de la capital a todos los viandantes, que alucinaron con su voz. Lo contaba en su muro de Facebook Sebastián Macías Masera, conocido artísticamente como Sebastián de la Estación, guitarrista y compositor flamenco nacido en Villanueva de las Cruces que estaba guitarra en mano recientemente tocando en el centro de Huelva, en la calle Marina. “La magia de la calle hizo que de manera natural y espontánea se plantara delante de mi sonanta un ser especial como es Domiciano Márquez, del Alosno”, asegura el guitarrista, que reconoció que aún antes de hablar con él, a través de su mirada, intuyó que era alguien que “tenía algo que contar/cantar”, aunque “no me imaginaba la verdad tan desgarradora y potente que escondía su garganta”. Y es que en este encuentro, de forma espontánea, sin pedírselo siquiera, Domi se puso a cantar y rápidamente se formó cerca de él un corrillo para disfrutar del espectáculo y grabarlo, porque merecía la pena. “Su voz tenía el eco de la tierra profunda del Andévalo, un lamento contenido, una frustración desgarradora, una llamada desesperada para celebrar la vida”, insiste su acompañante oportuno. “La calle tembló con su voz y hasta los corazones de los paseantes llegó el terremoto de su eco salvaje, natural e indomable”, sentencia Sebastián de la Estación. Pues eso, que más allá de los estelares nombres, hay voces con mucho que contar y cantar, que proyectan vidas y vivencias en la voz, para enseñarnos tanto y ponernos los pelos de punta. Pero como es mejor verlo que contarlo, aquí pueden deleitarse ( https://fb.watch/v/3wFu1M45u/ ).