Señora Maria, un clásico del pescado en el Puerto de El Terrón
En el Puerto de El Terrón , que para quien no lo sepa es el puerto de la localidad onubense de Lepe, cerca de La Antilla, sobrevive cuarenta años después un negocio familiar que inició la señora María y Quinto, y que ahora regentan sus sobrinos. Es el bar-restaurante Señora María , un clásico en la zona para el pescado frito y a la plancha.
El establecimiento, de decoración marinera , está junto a las artes de pesca del citado puerto, y responde al modelo de negocio que ha ido creciendo con el paso del tiempo y del buen hacer, y que actualmente cuenta con diversas terrazas y porches añadidos que lo hacen muy agradable en los meses en los que se agradece estar en el exterior. Las vistas no son especialmente espectaculares , salvo que seamos unos “frikis” de la cosa marinera, pero lo que vamos buscando no son sus vistas ni atardeceres, sino su comida.
La carta, visible en un cartelón grande a la entrada del establecimiento, se compone como decía antes de ensaladas, hortalizas de la zona, algún guiso marinero como arroz caldoso, y, especialmente, pescados y mariscos frescos de la zona , bien fritos o a la plancha. No hay una elaboración esmerada de productos, pero se caracteriza por la buena calidad de estos.
Desde hace años atraen a este establecimiento sus gambas fritas y sus calamares del campo , es decir cebollas y pimientos rebozados y fritos. Nosotros nos animamos con una ensaladilla de pulpo , muy sabrosa y donde se podían encontrar trozos de pulpo, y a la que, quizás, le sobra el vinagre de Módena y le falta un poco de sal a la patata, aliñada con pimentón.
Siguieron unas coquinas medianas , sin arena, y hechas al momento, aunque le faltaba a los ajos un poco de cocinado al vino, amen de un aceite un poco más sabroso.
La prueba de fuego del establecimiento eran sus fritos, por lo que nos atrevimos con un plato típico donde los hayas en la zona, unas acedias que resultaron estar bien frescas y con una buena técnica de fritada. Superaron con mucho el examen…
Y la prueba del siete fue el pescado plancha. En esta ocasión un buen trozo de corvina a la plancha , fresca, y en su punto de cocción. Sobraba quizás la decoración del plato con el nombre del restaurante hecho con vinagre de Módena, pero resultaba original. La corvina venía acompañada de un tartar de tomates, cebolla y pimientos muy sabrosos también.
En resumen, los sobrinos de doña María y Quinto mantiene la calidad de este establecimiento en el que, como decíamos, no hay grandes elaboraciones, pero si buena materia y buena cocina .