José Vicente: "El triunfo de lo sencillo"
“Lo mejor que hace José Vicente es no cambiar nada”
Hacía tiempo que queríamos volver a José Vicente y por una carambola terminamos sustituyendo a unos amigos en la mesa que tenían reservada.
Lo mejor que hace José Vicente es no cambiar nada. ¿Para qué? Cuando tienes un negocio equilibrado, que es referente de la gastronomía de una zona y que es capaz de tener mesas ocupadas los fines de semana pero también entre semana lo mejor es no inventar. Por no cambiar no hay que mover ni los cuadros que tiene colgados en sus paredes ¿Se han fijado en que cuanto más rancias son las pinturas de un restaurante mejor se come en él?
La carta
La carta de este restaurante es breve, apenas una docena de platos entre los que elegir . Y si, además, te encuentras con un camarero como el que nos atendió (eficiente, amable y sin carreritas ni aspavientos) que te adivina lo que quieres tomar, consigues reducir la tediosa fase de decidir a apenas un minuto. Minuto que además se encargan de tener cubierto con la bebida ya servida y un maravilloso aliño de hígado de cerdo.
Empiezan a llegar los platos. Todos regular presentados pero esto no es masterchef ni falta que hace. Uno de los secretos de su éxito es fácil. A todo le ponen una loncha de jamón por encima .
Es increíble lo que un buen jamón puede hacer por unos espárragos a la plancha –de gran tamaño- o por un plato de boletus deliciosamente hechos. Inevitable y maravilloso su revuelto de setas y un plato tan difícil de conseguir y que tan pocos buscan aquí como son las manitas de cerdo. Rematamos con una sabrosa presa de cerdo ibérico en perfecto punto, acompañadas con patatas y judías verdes.
Castañas de postre
Y entonces llegó el milagro. Nunca habíamos probado y nadie nos había hablado de sus postres. Sólo podemos decirle que dejen sitio en su próxima visita a las castañas en almíbar con helado de turrón . Es, definitivamente, otra historia. Y desgraciadamente ya no pudimos con un tentador tocino de cielo que vimos a nuestros vecinos.
En definitiva, magníficas verduras y setas, espléndidos guisos y muy buena chacina, que se rematan con excelentes postres. Eso sí, la próxima vez volvemos entre semana, con menos ruido y más tiempo para disfrutar la tranquilidad de la dulce sobremesa.