Escobalin, tradición marinera en el puerto de Isla Cristina
Escobalin, tradición marinera en el puerto de Isla Cristina
En el puerto de Isla Cristin a, a escasos metros del mar, una situación que les favorece para conseguir los pescados y mariscos recién capturados, está el Bar Escobalín. Ha cogido la herencia de las recetas marineras caseras y trata de mantener la frescura y calidad de sus productos. No hay cocina creativa en este establecimiento, pero si buen producto . El Bar Escobalín tiene más de taberna portuaria que de restaurante de varios tenedores.
Decoración muy básica, estilo bodegón o taberna, con un amplio salón interior con motivos marineros y una terraza exterior en el acerado . Como decíamos antes, cocina marinera, sin disfraces ni aditamentos. P escados y productos de la zona sin mucho tratamiento. La carta, reducida, con opción a tapas o raciones, se basa en entrantes, mariscos, guisos marineros, fritos y plancha. Arroces, por encargo. E l atún uno de los protagonistas de la carta , ya que, recordemos que, aunque otros llevan la fama, este puerto onubense es también conocido por su captura y manufactura del atún, y mantuvo una almadraba hasta bien entrada la década de los setenta del siglo pasado.
Empezamos con unas coquinas, bien depuradas,sin arena, pero que se nos antojaron algo pequeñas. Eso sí, bien elaborada con su buen aceite, sus ajitos y en el punto justo de fuego.Estaban recién hechas.
Lo siguiente fue entrar en las especialidades de la casa, las recetas marineras. Iniciamos el retorno a los fogones tradicionales, hechos con productos muchas veces humildes o sin salidas en los mercados, con un guiso muy de Isla Cristina: los “pellejos “, hecho con los desechos del atún cuando se corta y se prepara en esa ceremonia que hoy en día conocemos con el “ronqueo”. Con esos desechos, insisto, se elabora un humilde guiso muy conocido en los ambientes marineros: pellejitos de atún en salsa. Con la piel gelatinosa del atún, antes de llegar a la carne, y lo que se queda pegado al pellejo cuando se separa de la carne, se elabora un guiso que recuerda mucho a los callos. Ninguna pega que poner…
Otro guiso muy de Huelva es la raya (otro pescado de los que se tiraba…) en pimentón y con especias, entre otras el comino. Hay también otra versión de guiso con este pescado en amarillo. Antiguamente era un pescado despreciado, pero hoy en día se ha revalorizado esa carne casi gelatinosa que admite muy bien cualquier sabor que le incorporemos. La receta estaba muy lograda y de sabor, magnífico.
La carta, aunque no lo probamos, incluía otros guisos como garbanzos con choco , albóndigas de choco o atún encebollado. Lo dicho, para quienes quieran una cata por las cocinas y recetas tradicionales de Huelva, este es uno de sus sitios.
Acabamos con unos salmonetes, pequeños al ser de fango, pero frescos y con ese característico sabor a barro de los salmonetes de la zona. En la sartén le habían dado el trato justo para no desvirtuar el auténtico sabor.
En resumen, como comentábamos antes, una vuelta a la cocina tradicional marinera de la zona , con un servicio animoso, aunque a veces desbordado. Y aviso a navegantes: No admiten tarjeta de crédito.