Doña Lola, mucho más que buena comida

En el restaurante Doña Lola de Isla Cristina todo es distinto. El edificio, que alberga el espacio Capitana, un lugar de ocio y restauración, destaca por sus innovadoras líneas arquitectónicas para disfrutar del entorno y de las vistas de Isla Cristina . Su carta de comida es también muy diferente al resto de la oferta gastronómica de Isla . Y su servicio, esmerado…

Lo primero que llama la atención cuando entramos en Doña Lola, además de su decoración de estilo industrial con elementos rústicos y toques de vanguardia , es su servicio. Todo muy cuidado: te reciben con aperitivo ( en este caso un humus), buen pan, vajilla de diseño y con cada nueva oferta gastronómica hay cambio de platos y cubiertos. Y tras los postres, un chupito por cuenta de la casa…

En los fogones está un joven Alejandro Rodriguez,  un  chef formado en El Aponiente de Ángel León . La carta está basada en productos de la zona, pero con toques de fusión y de cocina creativa . Alejandro y su equipo usan también las brasas para conseguir sus apetitosos platos.

Dados de atún

Empezamos con unos dados de atún,  es decir un tartar de atún fresco muy bueno. Incluye cebolletas y huevas de salmón, y todo ello ligado con una salsa de yema curada. La pieza de atún que usan es el descargamento, la parte interna del lomo negro que se sitúa junto a la espineta. Se utiliza para la elaboración de la mojama de almadraba. Sin lugar a dudas, los platos estrellas de este establecimiento giran entorno al atún, sin olvidar la oferta de pescados de lonja como rodabayo, dorada, lubina o corvinas, y hechos a la brasa.

Verduras a la brasa con pesto

Precisamente a la brasa probamos unas verduras con pesto, frutos secos y queso de cabra. La llegada del plato llena de buenos olores la mesa. Los pimientos rojos y verdes, la cebolla, el calabacín y el champiñón componen una muy sabrosa oferta tras pasar por las manos del equipo de fogones y brasas de Doña Lola.

Lomo de bacalao gratinado

Acabamos con un lomo de bacalao gratinado con tomate y crema trufada. Al fondo, una crema de patata con trufas. Otra forma de probar un producto tan versátil como el bacalao., que en esta ocasión es desalado y hecho a baja temperatura durante muchas horas. El resultado es francamente apetecible.

En los alrededores vemos como sirven arroces y comentan como el fumé para elaborar estos guisos está durante  cuatro horas en el fogón para concentrar sabores. Lo apuntamos para otra ocasión ya que sin lugar a dudas este espacio lo merece.