Almoradux: «Un refugio entre pinares»
La cocina y el sitio más civilizado para comer entre Sevilla y el Rocío
Un cuarto de siglo lleva de trayectoria Restaurante El Camino . Un negocio capitaneado por Emilio Martín que no ha dejado de crecer desde que arrancó su andadura. De un pequeño local dedicado a dar comida casera pasó a ser un restaurante con dos buenos salones -uno para 40 personas, y otro para alrededor de 60-. Después vendría la primera carpa al aire libre, con una barbacoa en el centro que puede acoger a 150 personas más y, más tarde, una segunda carpa para 250 comensales. Hay más. Se suma al complejo, un pequeño hotel con habitaciones y apartamentos con capacidad para 30 visitantes.
Así las cosas, con tantos espacios al alcance de la mano, no es de extrañar que Restaurante El Camino esté siempre en las quinielas de los vecinos que quieren celebrar sus eventos más importantes. «En verano no paramos con las bodas, comuniones, bautizos y reuniones», explica Emilio.
Centrando ya las tintas en los fogones, en este negocio se tira mucho de carnes a la barbacoa , como cerdo, buey o cochinillos al horno . También de verduras de cercanía. Otros platos destacados son el paté de pato con frutos secos y Pedro Ximénez y las pencas de acelgas rellenas de presa y salsa . Para regar, mantienen en carta alrededor de 50 referencias de vinos, con siete para degustar por copas.
En relación a los postres, elaboran y sirven tarta de castañas, tarta de queso, arroz con leche y tarta de galletas con chocolate . Para los que no se quieren perder nada, tienen en carta un surtido de poste con el que se puede hincar el diente a toda la oferta dulce.