Almoradux: «Un refugio entre pinares»
La cocina y el sitio más civilizado para comer entre Sevilla y el Rocío

A poco más de media hora de Sevilla, dirección a El Rocío, y una vez pasado Hinojos se encuentra este restaurante emplazado entre pinares y con guiños en su interior a las antiguas cabañas de la zona.
A los que no somos muy de hacer el camino no se nos ocurre una forma más civilizada de ir a ver a la Virgen que haciendo un alto aquí y recuperar fuerzas para seguir hasta la ermita. Además, a través de su carta tenemos acceso a toda la gastronomía de la provincia de Huelva: de la sierra al mar, sin olvidar las setas que acompañan a alguno de sus platos.
Iniciamos el viaje gastronómico echando un vistazo a una inmejorable carta de vinos clásicos: riojas, riberas y, como no podía ser de otra forma, blancos del Condado.
Esperando los primeros platos tomamos un aperitivo de caña de presa de bellota que últimamente está promoviendo, y con qué éxito, la firma 5J. Enseguida nos llega un tartar de atún con aguacate y piñones presentado en cilindro y que pese a no ser la época del túnido por excelencia está buenísimo y fresco gracias al bendito invento de la ultracongelación. A continuación, una sabrosaensalada templada de perdiz escabechada, que da pena servirse del pintón que tiene la presentación. Buenísima la verdura y generosa la perdiz – en algunos restaurantes la perdiz sólo se encuentra escrita en la carta y no hay rastro de ella cuando llega el plato.
Unas gambas de un espléndido tamaño, aunque no tan frescas, apenas dan un respiro a un rotundo plato de pulpo a la gallega.Qué difícil es hacer este sencillo plato, pero hoy aquí lo han bordado. Cerramos la comida con un salteado de langostinos y setas jugoso y riquísimo, de libro de cocina.
El resto de la carta que se puede probar aquí necesita una visita con menos entrantes de los que pedimos ya que sus platos a la brasa y carnes son contundentes: brazuelo de lechal, presa de black angus o su solomillo Almoradux que hornean y recubren de bacon y queso, sin olvidar una generosa guarnición de patatas.
En definitiva, una cocina interesante en un paraje natural de pino autóctono donde hacer un alto en el camino y con un servicio y un espacio a la altura de una gran ciudad.
ALOMORADUX
Valoración:
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Comida: 4
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Servicio: 3
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Ambiente: 4