MATERIAS PRIMAS
Ebullición minera para una demanda en expansión
Hay dos explotaciones a pleno rendimiento (Matsa y Atalaya), nuevas inversiones (Los Frailes y Las Cruces) y más de 50 investigaciones vivas para buscar los yacimientos del futuro

Las proyecciones futuras sobre la demanda de materia primas han disparado el interés en la minería. «Actualmente se consumen 25 millones de tonelada de cobre al año y en 2030 se requerirá una producción de otros seis millones adicionales para satisfacer a un ... mercado en expansión», afirma Alberto Lavandeira, CEO de Atalaya Minning. Este ingeniero recuerda que es una oportunidad y un problema. «Hay proyectos mineros que han tardado veinte años en ponerse en marcha desde la fase de investigación a la operación… los stocks visibles se están acabando y puede que no haya tiempo para incrementar la producción al ritmo que requiere la economía».
Atalaya Mining es una de las dos grandes operaciones en activo que hay en Andalucía –junto a Sandfire Matsa– con una producción de 52.300 toneladas de cobre en 2022 y nuevos planes de crecimiento en la Faja Pirítica, como Masa Valverde (donde invertirá 174 millones). Matsa y Atalaya configuran el 'Horizonte 1' del sector: proyectos maduros, en funcionamiento y con labores de investigación permanente para alargar su vida útil.
'Horizonte 2'
En el 'Horizonte 2' figuran dos proyectos que deben mover una inversión conjunta cercana a los 800 millones: Minera Los Frailes, liderada por Grupo México, que reabrirá Aznalcóllar y la ampliación de Cobre Las Cruces (a cargo de First Quantum); ambas entrarían en operación en los próximos dos años (si se cumplen las previsiones más optimistas). En esta lista también hay otras iniciativas en la Faja Pirítica como Denarius Metals (que posee el yacimiento de Lomero Poyatos) o Tharsis Maning (con La Zarza y San Telmo). Y más allá del cobre, Minas de Estaño promueve una explotación en Fuente Obejuna que requerirá un desembolso de 65 millones; e Insersa aspira a reactivar la minería del plomo en Linares.

'Horizonte 3'
El 'Horizonte 3' de la minería llegará de la mano de la fiebre investigadora que está viviendo la región. En este momento hay 57 autorizaciones de investigación sobre una superficie de 30.000 hectáreas, que deben determinar el potencial de las minas del futuro, que dará continuidad a la actividad en las próximas décadas. «No se planifica donde se sitúa una mina, los recursos se localizan allí donde los puso la naturaleza, así que debemos ser ágiles a la hora de dotar estos proyectos de infraestructuras como líneas eléctricas», remarca Lavanderia.
La importancia del sector puede crecer en el futuro de la mano de otros elementos menos conocidos, pero cuya función es esencial para la industria moderna. El Instituto Geológico y Minero (IGME) –que depende del CSIC– sitúa a Andalucía como un territorio estratégico para la obtención de minerales críticos, que es como se denomina a aquellos recursos que son imprescindibles para fabricar móviles, ordenadores, células para la energía solar, coches eléctricos, baterías e infinidad de productos tecnológicos o industriales. Se trataría del 'Horizonte 4'.
Gran potencial
«En Andalucía hay indicios de que existe potencial para extraer al menos 17 de las 30 materias primas que la UE define como 'críticas'», tal como sostienen Concepción Fernández Leyva y Esther Boixereu, geólogas del IGME que han participado en el mapa andaluz de potencialidad minera. Uno de los ejemplos más claros es el del estroncio, utilizado para la fabricación de productos tan diversos como medicamentos, vidrios, cerámicas o luces fluorescentes. «En Granada está el segundo mayor yacimiento del mundo y el único productor de la UE, y se podrían realizar estudios más exhaustivos para hallar nuevos recursos».
La lista es más amplia: en La Alpujarra, por ejemplo, hay evidencias de la existencia de vanadio (esencial para la actividad siderúrgica y los utensilios de acero). Los científicos del IGME toman muestras del terreno y las analizan para determinar si hay presencia de un mineral determinado.
Una vez identificado, se introduce la información en la base de datos y la cartografía que atesora este instituto, que cruza estas evidencias con todo el conocimiento acumulado.
A partir de esta primera información, las compañías mineras pueden iniciar una campaña de investigación geológica que determine de manera más precisa la cantidad y la situación de los recursos. «La administración pública concede a una empresa la exploración y, si se dan las condiciones, se inicia el proceso para establecer una mina», lo cual exige inversiones económicas muy voluminosas. El mapa es un hilo del que hay que tirar.
Entre los demás elementos de los que existe un alto número de indicios en Andalucía está la fluorita, especialmente en la sierra de Granada, con usos en la industria cementera, entre otros. En el Valle de los Pedroches en Córdoba hay wolframio y bismuto y tanto en la zona de Aracena en Huelva como en la sierra de Ronda se encuentra grafito, de gran utilidad en el sector aeronáutico.
Estos elementos se unen a otros, como el titanio, el antimonio o la barita, que sitúan al Sur de España en una posición privilegiada. «La Comisión Europea quiere fomentar el acceso a estos recursos, pues se considera que existe un riesgo de que se pueda complicar el suministro de los mismos en el futuro». En un momento en el que la UE camina hacia un sistema energético libre de emisiones, «existe la amenaza de que se sustituya la actual dependencia de los combustibles fósiles por el de estas materias primas sobre las que la competencia mundial es cada vez mayor», subraya el documento del IGME.
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