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VIVO CON PASIÓN

El poder de la unión

La unión y el esfuerzo transforman sueños en realidades duraderas

un proyecto con

REPORTAJE

Marta Pérez

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Rafael Sánchez Olea dirige Cobadu desde 1982, una cooperativa de piensos de Zamora que se ha convertido en todo un ejemplo por su cercanía, honestidad y respeto por el entorno.

Cobadu nació en el año 1982. Entre las comarcas de Tierra del Vino y La Guareña, en Zamora, 380 hombres del campo construyeron una fábrica de piensos compuestos para defenderse de los abusos de las grandes empresas. En un principio, Cobadu se puso en marcha con tan solo siete empleados, y ahora sus cifras son para sentirse orgullosos de todo el camino recorrido. Se ha convertido en la mayor cooperativa de toda Castilla y León, aglutina a 11.000 socios y su facturación supera los 500 millones de euros. Empezaron con cuatro hectáreas y fabricaban ocho millones de kilos de pienso. En 2024 superan las 50 hectáreas y lo que vendían en todo un año, lo despachan ahora en dos o tres días.

Cobadu es la cooperativa más importante de Castilla y León, y una empresa imprescindible para Zamora. Sus instalaciones se encuentran en Moraleja del Vino, Arcenillas y Villaralbo, en la imagen. Esta última localidad cuenta con algo más de 1.700 habitantes y destaca por su preciosa iglesia Nuestra Señora de la Asunción, que data de principios del siglo XVI y se enmarca en el estilo gótico rural.

Él es Santiago, responsable de fábrica, trabajador desde el origen. Un pilar fundamental para Cobadu.

Rafael Sánchez Olea, Director General de Cobadu, fue uno de aquellos 380 hombres que unieron fuerzas para cambiar el sector. Su familia siempre ha estado vinculada al campo y él creció viendo el esfuerzo de quienes trabajan la tierra y el ganado. Estudió veterinaria y encontró en Cobadu un proyecto que le llenó de ilusión. “Nació con una misión que resonaba profundamente en mí: ser un apoyo para los ganaderos y agricultores en un entorno que, ya entonces, no se lo ponía fácil. Esa visión y la fe en las personas que me han acompañado estos años, especialmente del equipo y el Consejo Rector, me impulsaron a asumir el liderazgo”, explica.

Imagen individual

La cooperativa se encuentra intrínsecamente ligada a Moraleja del Vino, Villaralbo y Arcenillas, municipios zamoranos que no superan los 2.000 habitantes. “Estos pueblos no solo son donde se encuentran nuestras instalaciones, sino que son parte de nuestra identidad. Hemos contribuido a dinamizar el municipio con empleo directo e indirecto, impulsando su economía y apostando por el desarrollo de la zona. Pero también ha aportado algo más intangible: un sentido de pertenencia y orgullo local”, confiesa Sánchez Olea. Según sus palabras, necesitamos cambiar nuestra percepción. “El mundo rural no es un lugar de carencias, sino de oportunidades para quienes quieren construir, por supuesto con esfuerzo y visión de futuro”.

Imagen individual

Cobadu vivió un momento muy complicado en 2020, cuando sus instalaciones sufrieron un grave incendio. Gracias a la resiliencia de socios y trabajadores, lograron superar el bache.

Pese a las cifras que manejan ahora, el camino no ha estado exento de dificultades. En 2020, por ejemplo, sufrieron un trágico incendio en sus instalaciones. “Fue un golpe muy duro, pero también una prueba de nuestra resiliencia. Nos sobrepusimos gracias a la solidaridad de los socios, la entrega de los trabajadores y el apoyo de toda la comunidad. Fue un recordatorio de que, cuando trabajamos juntos, no hay obstáculo que no podamos superar”, apunta su director. Esa cercanía con sus socios es uno de los pilares que rigen la cooperativa. “Trabajamos con honestidad porque no solo ofrecemos productos o servicios, somos mucho más y tenemos una responsabilidad con todo nuestro entorno”, añade.

Rafael Sánchez Olea asegura que tiene que cambiar la percepción del mundo rural: “No es un lugar de carencias, sino de oportunidades para quienes quieren construir, por supuesto con esfuerzo y visión de futuro”.

Cobadu ofrece a los pueblos de la comarca un empleo digno y de calidad, y también algo tan intangible como un sentido de pertenencia y orgullo local.

La cooperativa no solo actúa en Castilla y León, sino que también lo hace en Extremadura, Portugal y zonas limítrofes, ofreciendo un amplio abanico de productos y servicios gracias a un equipo profesionalizado y a una compleja red comercial.

Desde Cobadu también sienten una profunda preocupación por el medioambiente y siempre tienen el foco puesto en la sostenibilidad de su trabajo, tal y como explica Sánchez Olea. “Cuidar del campo es cuidar del futuro. Nuestra actividad está basada en tres ejes fundamentales: el uso eficiente de los recursos, la reducción de residuos y la apuesta por la energía. Nos preocupa enormemente la sostenibilidad económica de las actividades agrícolas y ganaderas, es el primer paso sin el cual el sector primario no se sostiene. En cuanto a la economía circular, creo que ha sido un concepto quizás mal utilizado, y en nuestro caso es algo que hemos desarrollado de forma natural, hasta tal punto que nuestros socios son a su vez clientes y proveedores de la cooperativa. Y, siempre que sea posible, utilizamos materias primas kilómetro cero”.

Rafael Sánchez Olea (dcha.) estudió veterinaria y lleva en Cobadu 43 años, un proyecto que le sigue manteniendo ilusionado.

Para la cooperativa, el trato con el socio es fundamental.

Cobadu nació en 1982 con solo siete empleados.

La cooperativa propicia que mucha gente joven se quede en sus municipios y apueste por lo rural.

Villaralbo forma parte de la Asociación Ibérica de Municipios Ribereños del Duero.

Cobadu es uno de los mayores puntos de fabricación de piensos de toda España.

Cobadu asesoran íntegramente a quien quiera trabajar el campo.

Pese a llevar 43 años dentro de la cooperativa, Rafael asegura que sigue mirando al futuro con ilusión y ganas. “Me gustaría que Cobadu siga siendo un referente en el sector, ampliar el número y calidad de nuestros servicios, y asegurar que las nuevas generaciones encuentren en el campo un lugar para desarrollar su vida. Además, quiero seguir fortaleciendo el espíritu cooperativo en el que creo firmemente, que es lo que realmente da sentido a lo que hacemos, eso no podemos olvidarlo”.

Imagen individual

La cooperativa tiene un respeto absoluto por el medioambiente. “Entendemos que cuidar del campo es cuidar del futuro”, explica Sánchez Olea.

Cobadu se enorgullece de generar prosperidad, ayudando a sus agricultores y ganaderos. Una cooperativa que siempre está al lado de sus socios, que es honesta y trabajadora. Cuando le preguntamos a Sánchez Olea cómo le gustaría que recordaran su gestión, él lo tiene claro: “Me gustaría que piensen que dejamos una huella positiva en el campo y en las vidas de quienes confiaron en nosotros. Sin duda, haber vivido los orígenes en primera persona, me permite sentirme muy orgulloso de lo que hemos conseguido entre todos: una cooperativa ejemplo y unas instalaciones de referencia”.

Hay vida empresarial más allá de las grandes ciudades de nuestro país. Por eso, desde Banco Sabadell y en asociación con Vocento, queremos hacer un recorrido por algunas de esas empresas españolas que no están en el centro y cuyos productos usamos en nuestro día a día, o son esenciales para que nuestra sociedad funcione.

Vamos a narrar historias con un gran componente humano en compañía de empresas que han apostado por sus raíces y quedarse en los márgenes de las grandes capitales. Relatos con recorrido para negocios que han sabido adaptarse y reactivar, en ocasiones, la economía y sociedad de la zona.

un proyecto con

Créditos

Brand strategy

Jorge Guillén

Content strategy

Aurora Yañez

Inmaculada Oliva

Dirección de arte diseño ui

Alessandro Marra

Desarrollo

Pelayo Trives

Gonzalo Cachón

Cobadu

Sabadell te acerco - Cobadu, El poder de la unión

Rafael Sánchez Olea dirige Cobadu desde 1992, una cooperativa de piensos de Zamora que se ha convertido en todo un ejemplo por su cercanía, honestidad y respeto por el entorno.