Gran Vía Uno, tradición y fusión
En uno de los puntos que se está poniendo de moda para la gastronomía en Huelva, la esquina de la Plaza de las Monjas con la Avenida Martin Alonso Pinzón (antiguamente Gran Vía) lleva ya abierto hace más de dos años el restaurante Gran V ía Uno, que podríamos tildar de gastrobar, y que cuenta con diversos ambientes y cartas.
Podemos encontrar tapas, raciones y platos. Tiene en el exterior una amplia terraza y el comedor cuenta con una decoración agradable, donde destaca el ladrillo y la madera, con luces cálidas y espacios amplios. Tiene también una barra de grandes dimensiones.
Su carta, que cambia con frecuencia, es de fusión entre los fritos, los pescados, mariscos de la zona y los arroces, con toques de cocina oriental . No faltan además de los mencionados pescados y mariscos, carnes del norte y de temporada de caza.
Empezamos probando una ensalada de choco aliñado siguiendo la receta onubense. Quizás fuera de lo más flojito que probamos. Lo intentamos también con la ensaladilla , esta vez más que correcta: en su punto, sabrosa y con los ingredientes necesarios.
Pasamos a platos calientes. Nos entró por la vista un plato de almendritas del mar , buenísimas, y todo un plato de cocina de mercado. Le siguieron unos tacos de corvina fresca , a la plancha, donde el secreto estaba en el producto, bueno, y con una suave pasada por la plancha.
Para probar la fusión de la cocina que comanda el Chef Marcos Pérez, pedimos unos noodles con gambas y atún . Muy sabroso el plato, original, generoso, aunque los trozos de atún estaban algo pasados.
Nos atrevimos también con una carrillada de la zona, con su lecho de patatas recién hechas, (lo cual es muy de agradecer) y la salsa hecha con PX que lo convirtió en uno de los platos estrellas.
Para cerrar la degustación pedimos una tarta de galletas, al estilo de Fátima, que encantará a los muy dulceros. Y para rematar, unos cafés, que llegaron muy bien servidos, en unas bandejas, lo cual es de agradecer, así como el detalle del chupito por cortesía de la casa.
Nos gustó Gran Vía Uno . Carta atractiva, diversa, donde el denominado común es el buen producto y se atreven con algunos toques de cocina fusión. Y el servicio, casi impecable. Un sitio para disfrutar en esa zona cero de la gastronomía onubense .