Consolación: Tres generaciones de buena cocina en Cartaya
Consolación: Tres generaciones de buena cocina en Cartaya
En la antigua carretera que unía Huelva con las playas de La Antilla, Isla Cristina y Ayamonte, encontramos una antigua venta, que inició sus actividades en 1958, y que tras la remodelación que acaban de hacer, se ha consolidado como un lugar de referencia en la gastronomía onubense. Es el restaurante Consolación de Cartaya.
Actualmente lo regenta la tercera generación, Antonio y Jaime Pérez Columé , jóvenes que traen aires más innovadores y creativos, aunque sin renunciar a la cocina tradicional por la que siempre se ha caracterizado. Siguen practicando una cocina del entorno, aprovechando los productos del mar y de la huerta que siempre supieron tratar.
El local, tras las reformas , mantiene sus espacios, una barra, un amplio salón comedor muy luminoso, y una terraza. En lo que se refiere a la decoración, se ha incorporado un nuevo suelo y muebles de madera.
La carta es variada. Tiene una amplia selección de ensaladas , a las que siguen pescados, mariscos y carnes de la zona elaborados de forma tradicional y con algunas innovaciones de cocina de fusión, sin olvidar una muestra de arroces y guisos marineros. Siempre fueron célebres sus langostinos de trasmallo con su punto especial de cocción.
Empezamos nuestra degustación con un aperitivo de la casa, un pastel de pescado con verduras , acompañado de unas gotas de mahonesa. Le siguieron una magnificas croquetas de queso , con una bechamel fina y sabrosa y la cubierta delicada.
Especialmente recomendable es el atún marinado que sirve, llevado casi al punto de la mojama, aunque mucho más sabroso que esta última, y acompañado de un buen chorreón de aceite y guacamoles.
Apostamos después por un clásico de la zona, revuelto de bacalao a la portuguesa , aunque en el Consolación de dan un toque personal . La ración de bacalao era generosa, y acabado con un original el gratinado final y una salsa alioli al pimentón. Por poner alguna pega, el método de elaboración quizás provoque el revuelto estuviera un poco pasado.
Y para finalizar probamos otro de los platos estrella de la casa: el rape con gambas a La Consolación , hecho el pescado con una salsa de nata, almendras crudas y azafrán. El resultado final bueno, aunque un poco pasado el rape y excesiva salsa. Las gambas que lo acompañaban tenían una suave tempura y le venía muy bien al plato.
Para cerrar nuestra crítica, podemos decir que no defraudó el Restaurante Consolación. Sigue siendo ese referente de buen pescado y marisco, y buenos guisos de la zona. Todo un clásico.