El runrún: El spray de Man-o-matic pulveriza récords

Desde el propio museo parecen no dar crédito al tirón que las obras expuestas por Adrián Pérez tienen en un público, además, muy heterogéneo, ya que no son solo jóvenes los que se acercan a la sala Siglo XXI a ver entre cuatro paredes las obras salidas de los aerosoles de Man-o-matic. Cómo entender si no que hasta el día de hoy hayan sido más de 5.000 los visitantes a la muestra, incluyendo el millar que acudió a la inauguración. Según nos cuentan desde el museo, si habitualmente reciben entre 50 y 100 visitas diarias, durante esta última semana la cifra no ha bajado de 400, llegando incluso al medio millar; a los que habría que sumar los 1.600 contados durante el sábado y el domingo. Cifras de vértigo que sirven para que la institución considere esta muestra como la más exitosa de su historia, pero también para valorarla desde otro punto de vista: ha conseguido traer al Museo a cientos de onubenses que no hubieran acudido con otra exposición y muchos de ellos han podido ver, por ejemplo, la importante colección arqueológica que custodian sus muros. Atrás queda el que hasta ahora se consideraba el hito más importante en cuanto a muestras temporales se refiere: la exposición ‘Sorolla y sus contemporáneos’ de 2009, a cuya inauguración acudieron 700 personas. Ahora, viendo la impresionante aceptación, el Museo tiene la opción de intentar prorrogar la fecha de clausura, prevista para el 3 de mayo, para hacerla coincidir incluso con el Día Mundial de los Museos, que se celebra el 18 del mismo mes, y organizar un acto especial que sirva de colofón a una muestra que dejará huella.

Perros uniformados. Siguiendo con la línea de la guasa, así es como precisamente se han tomado muchos la medida municipal de identificar el ADN las heces de los perros que defecan en cualquier parte en la calle para poder multar a sus dueños, que no las recogen. Con mucho sentido del humor un tuitero informaba de que la Guardia Civil ya tiene “un cuerpo de elite” para luchar contra este problema. Se trata de perros bien adiestrados y que llevan con orgullo, profesionalidad y honor el informe de la Benemérita. Esperemos que cumplan bien con su labor y que ellos también cumplan la ley y no dejen ‘regalitos’ cuando van patrullando.