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El runrún: El 'día Z' de Zara

Si en su día hubiéramos tenido que jugárnosla seguro que la mayoría hubiera apostado que la última tienda en mantenerse en pie en el centro de Huelva sería Zara. Imperturbable ante cualquier situación, su prosperidad no ha variado; sin embargo ya tiene fecha de cierre, que llegará con independencia de la larga y estrecha relación mantenida con la clientela onubense.

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 Como ya se dijo en su día, Huelva no ha hecho 'nada' que haya ofendido a la empresa de Amancio Ortega, Inditex, para ejecutar el que es un cierre doloroso para empleados y clientela. No hay de qué sorprenderse proque se venía rumiando y ya lo dijimos hace cuatro años. La capital onubense es una más en una lista de ciudades 'condenadas' a quedarse sin la tienda emblema del grupo en el centro histórico, como Jerez de la Frontera, Almería, Segovia, Zamora o Talavera de la Reina, entre otras. Durante el mes de julio, la empresa gallega cerró una tienda cada dos días por toda España y la de Huelva ya tiene 'su día Z', el último, el de cierre. Será el 2 de octubre, como hemos podido confirmar. Hasta entonces, apenas un mes, la tienda funcionará como acostumbra, con novedades cada semana, la amabilidad de sus dependientas -que llevan la procesión por dentro-, hasta que acercándose el fin, comenzará el declive y dejarán de renovarse las colecciones, se irán vaciando percheros y estantes y se apagará la luz. No esperen liquidación o algo parecido. Es una pena que parece ya asumirse. Nada se sabe del efecto que tuvo el comunicado del Ayuntamiento de Huelva, en el que el alcalde, Gabriel Cruz, anunciaba que quería reunirse con Inditex para conocer sus planes en la ciudad tras este cierre. Aquello fue el 21 de agosto y más allá de ese gesto nada más se agitó en el asunto. No alberguen esperanzas los más incondicionales, por si acaso. La compañía de Ortega hace y deshace a su antojo y toca la resignación y en su defecto, la tienda ubicada en Holea y la tienda online (que también te manda los paquetes a Holea). Si el centro de Huelva lleva unos años con la espada de Damocles encima, pérdidas como ésta no ayudan a ver el futuro con optimismo. Pero no seamos derrotistas, aún hay establecimientos que merecen la confianza de los onubenses y están dispuestos a resistir, mantener sus negocios, y aportar su parte de vida al ambiente de la capital.   ¿Magia o insulto? El pavoroso incendio originado en Almonaster la Real el pasado jueves ha tenido -y tiene- a toda Huelva -y más allá- con las carnes abiertas. La sensibilidad está a flor de piel en los onubenses, con pena por el tesoro natural perdido, con dolor el sufrimiento de los que han tenido que dejar su casa con lo puesto, con reconocimiento por la encomiable labor de todos los implicados en la extinción del fuego. Sin ver directamente las llamas el manto gris de alma verde consumida en la catástrofe se ha extendido durante kilómetros para tener presente cuánto nos ha robado este cruel suceso repetido. En este contexto el fotógrafo Jesús Ruiz (@FotosJesusRuiz en Twitter), haciendo honor a su profesión, decidió el pasado 27 de agosto aprovechar el atardecer para fotografiar en la lejanía la Giralda de Sevilla, una silueta sombría destacando en un fondo macilento, rojizo, pero sobre todo con las nubes de humo procedentes de Almonaster, a 80 kilómetros. Se hizo la magia, dijo en su cuenta junto con las instantáneas tomadas. Las reacciones no se hicieron esperar, con muchas muestras de indignación. Efectivamente algo de magia hay cuando un tipo aprovecha un incendio devastador para ensalzar un monumento, una ciudad o un paisaje obviado u omitiendo el origen funesto y devastador que han dado fruto a su artificio, decía @huelvasemuere, que adjuntó una definición de magia. Otra persona indicó Pues haz magia y bórralo. Es ofensivo para los afectados y para los trabajadores del @Plan_INFOCA @Bomberaytohuel1 y Militares de UME que se han dejado la piel por este incendio. Veo que lo tuyo no es Empatizar. En esta línea, le replicaban ¿La magia? Más que magia, las llamas que están devorando el corazón de Huelva. Falta de tacto y empatía. Al final el fotógrafo tuvo que intervenir ante la oleada de críticas: Tras el gran número de interacciones que ha tenido el tuit, quiero dar las gracias a toda la gente que ha elogiado mi trabajo, ya que para mí significa mucho. Por otro lado quiero pedir perdón a la gente que se haya sentido ofendida, a aquellas personas que lo están pasando mal y que me lo han comentado de manera respetuosa, en ningún momento fue mi intención reírme de la gente de Huelva ni mucho de la que en estos momentos lo esta pasando mal, a aquellas personas que me han insultado a mi, incluso a mi familia decirle que si se han sentido ofendidos por el título en ningún momento ha sido mi intención pero no creo ni mucho menos que sea para insultarme a mí y a mi familia. Y es que una foto es lo que se ve y el momento en el que se tomó, su forma y su fondo, su contexto, algo más que la simple imagen. Habrá podido ofenderse muchas personas, pero tampoco hay que linchar en las redes a alguien por algo así y ni mucho menos perder las formas y caer en el insulto. La solución no va por ahí, Ojalá no se hubieran producido estas imágenes, pero especialmente las de los montes arrasados, las de los animales huyendo del fuego, las de los vecinos temiendo por sus casas, las de los bomberos combatiendo las llamas pese al cansancio, las de los aviones dejando caer el agua una y otra vez sin obtener un resultado definitivo. Para que eso suceda, toca conciencia y cuidar el campo todo el año, las autoridades y los ciudadanos, con muchos gestos que al final importan y marcan la diferencia. Llegan los urinarios caninos. No hay más que darse un paseo por cualquiera de nuestras calles y plazas para constatar que uno de los principales enemigos de la limpieza de la vía pública son las mascotas; o, mejor dicho, los dueños de muchos de estos animales que siguen aplicando esa máxima tan nuestra que viene a decir que cuando algo es de todos no es realmente de nadie. Eso sí, poco a poco estamos desterrando, por ejemplo, la costumbre de no recoger las cacas de los perros, aunque el asunto del pis es otro cantar: puede llegar a ensuciar tanto como las deposiciones sólidas y lo de usar un botella de agua para diluir la ‘meada’, para qué engañarnos, no lo hace prácticamente nadie. Por eso, unos empresarios onubenses han tenido la brillante idea de patentar un sistema para su recogida “de manera eficiente y sostenible”.La solución consiste en un soporte de publicidad que se adapta al mobiliario urbano y que en su base tiene un depósito al que van a parar los residuos líquidos de los perros –que habría que ver en la práctica cómo se retira  y con que frecuencia–. Este urinario canino tiene, además, su puntito tecnológico, ya que se le pueden incorporar servicios acceso wifi, geolocalización de mascotas o lectura de microchips, según sus creadores. Con el PipiGuau, que así se llama el invento, todo parecen ventajas, aunque mucho nos tememos que algún que otro animal de dos patas se animará a usarlo también. 

El runrún: El 'día Z' de Zara

¿Magia o insulto? El pavoroso incendio originado en Almonaster la Real el pasado jueves ha tenido -y tiene- a toda Huelva -y más allá- con las carnes abiertas. La sensibilidad está a flor de piel en los onubenses, con pena por el tesoro natural perdido, con dolor el sufrimiento de los que han tenido que dejar su casa con lo puesto, con reconocimiento por la encomiable labor de todos los implicados en la extinción del fuego. Sin ver directamente las llamas el manto gris de alma verde consumida en la catástrofe se ha extendido durante kilómetros para tener presente cuánto nos ha robado este cruel suceso repetido. En este contexto el fotógrafo Jesús Ruiz (@FotosJesusRuiz en Twitter), haciendo honor a su profesión, decidió el pasado 27 de agosto aprovechar el atardecer para fotografiar en la lejanía la Giralda de Sevilla, una silueta sombría destacando en un fondo macilento, rojizo, pero sobre todo con las nubes de humo procedentes de Almonaster, a 80 kilómetros. Se hizo la magia, dijo en su cuenta junto con las instantáneas tomadas. Las reacciones no se hicieron esperar, con muchas muestras de indignación. Efectivamente algo de magia hay cuando un tipo aprovecha un incendio devastador para ensalzar un monumento, una ciudad o un paisaje obviado u omitiendo el origen funesto y devastador que han dado fruto a su artificio, decía @huelvasemuere, que adjuntó una definición de magia. Otra persona indicó Pues haz magia y bórralo. Es ofensivo para los afectados y para los trabajadores del @Plan_INFOCA @Bomberaytohuel1 y Militares de UME que se han dejado la piel por este incendio. Veo que lo tuyo no es Empatizar. En esta línea, le replicaban ¿La magia? Más que magia, las llamas que están devorando el corazón de Huelva. Falta de tacto y empatía. Al final el fotógrafo tuvo que intervenir ante la oleada de críticas: Tras el gran número de interacciones que ha tenido el tuit, quiero dar las gracias a toda la gente que ha elogiado mi trabajo, ya que para mí significa mucho. Por otro lado quiero pedir perdón a la gente que se haya sentido ofendida, a aquellas personas que lo están pasando mal y que me lo han comentado de manera respetuosa, en ningún momento fue mi intención reírme de la gente de Huelva ni mucho de la que en estos momentos lo esta pasando mal, a aquellas personas que me han insultado a mi, incluso a mi familia decirle que si se han sentido ofendidos por el título en ningún momento ha sido mi intención pero no creo ni mucho menos que sea para insultarme a mí y a mi familia. Y es que una foto es lo que se ve y el momento en el que se tomó, su forma y su fondo, su contexto, algo más que la simple imagen. Habrá podido ofenderse muchas personas, pero tampoco hay que linchar en las redes a alguien por algo así y ni mucho menos perder las formas y caer en el insulto. La solución no va por ahí, Ojalá no se hubieran producido estas imágenes, pero especialmente las de los montes arrasados, las de los animales huyendo del fuego, las de los vecinos temiendo por sus casas, las de los bomberos combatiendo las llamas pese al cansancio, las de los aviones dejando caer el agua una y otra vez sin obtener un resultado definitivo. Para que eso suceda, toca conciencia y cuidar el campo todo el año, las autoridades y los ciudadanos, con muchos gestos que al final importan y marcan la diferencia.

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Llegan los urinarios caninos. No hay más que darse un paseo por cualquiera de nuestras calles y plazas para constatar que uno de los principales enemigos de la limpieza de la vía pública son las mascotas; o, mejor dicho, los dueños de muchos de estos animales que siguen aplicando esa máxima tan nuestra que viene a decir que cuando algo es de todos no es realmente de nadie. Eso sí, poco a poco estamos desterrando, por ejemplo, la costumbre de no recoger las cacas de los perros, aunque el asunto del pis es otro cantar: puede llegar a ensuciar tanto como las deposiciones sólidas y lo de usar un botella de agua para diluir la ‘meada’, para qué engañarnos, no lo hace prácticamente nadie. Por eso, unos empresarios onubenses han tenido la brillante idea de patentar un sistema para su recogida “de manera eficiente y sostenible”.

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