CON LA EDITORIAL ALGAIDA
El moguereño Daniel Blanco lanza el trhiller intimista 'Como era en un principio', finalista del Premio Ateneo de Sevilla
El periodista y escritor de Moguer Daniel Blanco acaba de publicar con la editorial Algaida la obra 'Como era en un principio', una historia de misterio basada en hechos reales, primera finalista del premio de novela Ateneo de Sevilla.


Algaida editores presenta la novela ‘Como era en un principio’, de Daniel Banco, un thriller intimista que recoge la corriente europea del domestic noir, un subgénero de la novela negra en pleno auge, donde el investigador es una persona corriente y los sospechosos forman parte del círculo más íntimo, el del hogar y la familia, con lo que se dinamita el último refugio del ser humano.

Daniel Blanco, periodista y escritor con más de cuarenta premios nacionales de relato, teatro y novela, presenta una historia basada en hechos reales. Ésta es la sinopsis:
En 1987 Adela es una joven casada a la que su marido le regala un reloj de oro y diamantes. Ella, presumida, alardea de él hasta que, cuatro meses más tarde y tras una cena con los amigos, lo pierde. Aunque lo busca en casa, en el trabajo y hasta en la calle, nunca lo encuentra.
En 2019, cuando está a punto de jubilarse, Adela recibe en el trabajo un sobre sin sello ni remitente con el reloj que había perdido 32 años antes. Esta aparición confirma dos sospechas: que no lo sabía perdido, sino que se lo habían robado, y que alguien de su entorno la odiaba lo suficiente como para hacerle daño tanto tiempo.
Como era en un principio, primera finalista del Premio Ateneo de Sevilla en 2019, retrata con precisión tres generaciones de una familia para hablar de los silencios y los afectos, de la desmitificación de los padres.
PREGUNTA.- ¿Cómo surge la novela?
R.- La novela nace de una historia real, de una experiencia cercana: la apari- ción de un reloj perdido (o robado) más de tres décadas atrás. Este detalle me pareció lo suficientemente potente como para ser el arranque de una novela que me permitiría hablar de uno de los temas que más me intere- san: los complejos entramados familiares y las relaciones paternofiliales.
P.- ¿Cuál es la diferencia de esta novela con las otras que has escrito?
R.- Es mi primera incursión en la novela de intriga, en una historia de suspense donde el escenario queda circunscrito al hogar. Es cierto que Como era en un principio está sustentada en un misterio y que tiene algunos tintes de thriller, pero esto es sólo una excusa para diseccionar nuestros afectos más intensos: la familia, los amigos y la pareja, porque es ahí donde surgen los odios más profundos, las venganzas inagotables.
P.- Dentro del género negro, ¿qué aporta el domestic noir?

P.- ¿Por qué has elegido una protagonista casi de 40 años y en paro?
R.- Virginia, la protagonista que se hace cargo del mis- terio del reloj, refleja un perfil al que nos hemos acostumbrado en la realidad: una persona a la que no se le ha cumplido ninguno de los sueños que tenía: ni está casada ni tiene trabajo ni vive de forma independiente. Ella, perteneciente a esa generación que se ha topado con dos crisis econó- micas, es una víctima de la precariedad laboral ac- tual y desde ese derrotismo se enfrenta al mundo. Además, la aparición del reloj es, posiblemente, lo más interesante que le ocurra en la vida.
P.- Casi todos los personajes son mujeres, ¿por qué?
R.- En Como era en un principio muestro a una familia gobernada por un matriarcado porque las mujeres siempre han estado más reconciliadas con sus emociones, porque, como personajes, tienen muchas más aristas, y por- que han sido el verdadero motor de la sociedad, aunque sea desde el cuida- do de la casa y la crianza de los niños.
P.- Es una novela que se desarrollan en dos tiempos, en 1987 y en 2019, ¿cómo se enfrenta a eso un escritor?

P.- ¿Qué ha sido lo más complicado a la hora de escribir la novela?
R.- Encontrar el equilibro entre el misterio y los vaivenes familiares, entre el thriller y la novela psicológica, que ninguno de los ámbitos sola- para al otro porque, a pesar de la acción y de la intriga, es una novela intimista sobre cómo la familia es el lugar en el que aprendemos a amar. Y también a odiar.
P.- ¿Con qué has disfrutado más escribiendo la historia?
R.- Sin duda, con la evolución de los personajes y con la creación de una atmósfera desafiante y malsana en torno a lo cotidiano.

R.- A las relaciones madres-hijos se les presupone amor incondicional, pro- tección, apoyo, y nos cuesta hablar de madres (o padres) que no se adap- tan a este rol o de hijos que no sienten el menor apego por sus padres. Esta novela ahonda en las relaciones paternofiliales para mostrar la cara más amarga, la de los odios enquistados, los rencores y la lucha cotidiana. Entre padres e hijos hay muchas formas de quererse y muchas formas también de soportarse.
P.- ¿Con qué idea te gustaría que se quedaran los lectores?
R.- Con que la familia no es un ente compacto e indestructible sino que está lleno de grietas, de debilidades y de silencios, es una estructura en una continua búsqueda de equilibro. Los padres nunca son como imagina- mos; los hijos, tampoco. Y es un tema que me interesa mucho: la identi- dad y el rol que adoptamos dentro de nuestras familias.