Los métodos más eficaces para protegerse del fraude online

 La seguridad es uno de los aspectos más importantes en la vida para todas las personas y no solo se restringe al ámbito sanitario, callejero o laboral. Internet es el medio en el que más tiempo invierte una amplia mayoría de la población y eso no ha hecho más que acentuarse durante el confinamiento por la pandemia mundial del coronavirus. Los datos de consumo de páginas webs, desde informativas a casas de apuestas, han crecido exponencialmente, siendo eso percibido por los delincuentes especializados en el mundo cibernético para intentar aprovecharse de los demás y promover campañas de fraude y estafa que pueden suponer un grave problema para nuestra privacidad y economía. Algunas de las normas básicas a la hora de navegar por internet es buscar entornos seguros, protegerse con un buen antivirus y tener mucha precaución a la hora de introducir datos personales. Podría parecer algo sencillo de cumplir, pero los hackers se las ingenian para convertirse en alquimistas del engaño y poder captar nuestra atención. Un solo click a destiempo en un enlace contaminado, puede poner todos nuestros datos en manos de alguien con capacidad infinita para hacer un mal uso de ellos y hacer chantaje y extorsión. Solo en 2018, se produjeron en España un total de 84.607 delitos informáticos, tal y como informa N26, y es preciso tener en cuenta que en muchas ocasiones, estos delitos no se denuncian por vergüenza, por chantaje o porque no nos damos cuenta hasta que se produce un hecho ya dramático para nuestros intereses. Hay infinidad de maneras con las que los delincuentes buscan a su presa; desde crear perfiles falsos en webs de citas y ganar nuestra confianza, a crear una recaudación de fondos para alguna buena causa que al final resulta ser un engaño a otras menos depuradas, pero efectivas en determinados sectores de la población, como reclamos de hacerse ricos rápidamente con algún negocio o comisiones anticipadas. Especialmente importante es no acceder a enlace que se reciban por medio de SMS o correos electrónicos, ya que en lo denominado como phishing, esos enlace pueden llevarnos a entornos webs donde nuestros datos queden al servicio de hackers, por el simple hecho de un click en un sitio equivocado. Evitar las cadenas de mensajes se antoja vital; en estos tiempos, ha sido muy frecuente recibir hilos solicitando que se pasen a otros contactos, que tengan enlaces dentro sensibles de estar envenenados. La prudencia y racionalidad son las mejores consejeras para evitar caer en este tipo de engaños, pero nadie está libre de poder incurrir en ello. Es vital hacer hincapié en esto ya que son muchos los que no denuncian por sentir vergüenza o enfado consigo mismos. Si alguien cae, nadie está libre de poder hacerlo por lo que ser víctima de un fraude cibernético requiere ponerlo en conocimiento de las autoridades para que puedan rastrearlo, detener a los culpables y evitar que otras personas tengan el mismo problema, tal y como se indica en PCWorld. Solo así podrá frenarse una tendencia al alza y realmente peligrosa.

 La seguridad es uno de los aspectos más importantes en la vida para todas las personas y no solo se restringe al ámbito sanitario, callejero o laboral. Internet es el medio en el que más tiempo invierte una amplia mayoría de la población y eso no ha hecho más que acentuarse durante el confinamiento por la pandemia mundial del coronavirus. Los datos de consumo de páginas webs, desde informativas a casas de apuestas, han crecido exponencialmente, siendo eso percibido por los delincuentes especializados en el mundo cibernético para intentar aprovecharse de los demás y promover campañas de fraude y estafa que pueden suponer un grave problema para nuestra privacidad y economía. Algunas de las normas básicas a la hora de navegar por internet es buscar entornos seguros, protegerse con un buen antivirus y tener mucha precaución a la hora de introducir datos personales. Podría parecer algo sencillo de cumplir, pero los hackers se las ingenian para convertirse en alquimistas del engaño y poder captar nuestra atención. Un solo click a destiempo en un enlace contaminado, puede poner todos nuestros datos en manos de alguien con capacidad infinita para hacer un mal uso de ellos y hacer chantaje y extorsión. Solo en 2018, se produjeron en España un total de 84.607 delitos informáticos, tal y como informa N26, y es preciso tener en cuenta que en muchas ocasiones, estos delitos no se denuncian por vergüenza, por chantaje o porque no nos damos cuenta hasta que se produce un hecho ya dramático para nuestros intereses. Hay infinidad de maneras con las que los delincuentes buscan a su presa; desde crear perfiles falsos en webs de citas y ganar nuestra confianza, a crear una recaudación de fondos para alguna buena causa que al final resulta ser un engaño a otras menos depuradas, pero efectivas en determinados sectores de la población, como reclamos de hacerse ricos rápidamente con algún negocio o comisiones anticipadas. Especialmente importante es no acceder a enlace que se reciban por medio de SMS o correos electrónicos, ya que en lo denominado como phishing, esos enlace pueden llevarnos a entornos webs donde nuestros datos queden al servicio de hackers, por el simple hecho de un click en un sitio equivocado. Evitar las cadenas de mensajes se antoja vital; en estos tiempos, ha sido muy frecuente recibir hilos solicitando que se pasen a otros contactos, que tengan enlaces dentro sensibles de estar envenenados. La prudencia y racionalidad son las mejores consejeras para evitar caer en este tipo de engaños, pero nadie está libre de poder incurrir en ello. Es vital hacer hincapié en esto ya que son muchos los que no denuncian por sentir vergüenza o enfado consigo mismos. Si alguien cae, nadie está libre de poder hacerlo por lo que ser víctima de un fraude cibernético requiere ponerlo en conocimiento de las autoridades para que puedan rastrearlo, detener a los culpables y evitar que otras personas tengan el mismo problema, tal y como se indica en PCWorld. Solo así podrá frenarse una tendencia al alza y realmente peligrosa.

Hay infinidad de maneras con las que los delincuentes buscan a su presa; desde crear perfiles falsos en webs de citas y ganar nuestra confianza, a crear una recaudación de fondos para alguna buena causa que al final resulta ser un engaño a otras menos depuradas, pero efectivas en determinados sectores de la población, como reclamos de hacerse ricos rápidamente con algún negocio o comisiones anticipadas. Especialmente importante es no acceder a enlace que se reciban por medio de SMS o correos electrónicos, ya que en lo denominado como phishing, esos enlace pueden llevarnos a entornos webs donde nuestros datos queden al servicio de hackers, por el simple hecho de un click en un sitio equivocado.

 La seguridad es uno de los aspectos más importantes en la vida para todas las personas y no solo se restringe al ámbito sanitario, callejero o laboral. Internet es el medio en el que más tiempo invierte una amplia mayoría de la población y eso no ha hecho más que acentuarse durante el confinamiento por la pandemia mundial del coronavirus. Los datos de consumo de páginas webs, desde informativas a casas de apuestas, han crecido exponencialmente, siendo eso percibido por los delincuentes especializados en el mundo cibernético para intentar aprovecharse de los demás y promover campañas de fraude y estafa que pueden suponer un grave problema para nuestra privacidad y economía. Algunas de las normas básicas a la hora de navegar por internet es buscar entornos seguros, protegerse con un buen antivirus y tener mucha precaución a la hora de introducir datos personales. Podría parecer algo sencillo de cumplir, pero los hackers se las ingenian para convertirse en alquimistas del engaño y poder captar nuestra atención. Un solo click a destiempo en un enlace contaminado, puede poner todos nuestros datos en manos de alguien con capacidad infinita para hacer un mal uso de ellos y hacer chantaje y extorsión. Solo en 2018, se produjeron en España un total de 84.607 delitos informáticos, tal y como informa N26, y es preciso tener en cuenta que en muchas ocasiones, estos delitos no se denuncian por vergüenza, por chantaje o porque no nos damos cuenta hasta que se produce un hecho ya dramático para nuestros intereses. Hay infinidad de maneras con las que los delincuentes buscan a su presa; desde crear perfiles falsos en webs de citas y ganar nuestra confianza, a crear una recaudación de fondos para alguna buena causa que al final resulta ser un engaño a otras menos depuradas, pero efectivas en determinados sectores de la población, como reclamos de hacerse ricos rápidamente con algún negocio o comisiones anticipadas. Especialmente importante es no acceder a enlace que se reciban por medio de SMS o correos electrónicos, ya que en lo denominado como phishing, esos enlace pueden llevarnos a entornos webs donde nuestros datos queden al servicio de hackers, por el simple hecho de un click en un sitio equivocado. Evitar las cadenas de mensajes se antoja vital; en estos tiempos, ha sido muy frecuente recibir hilos solicitando que se pasen a otros contactos, que tengan enlaces dentro sensibles de estar envenenados. La prudencia y racionalidad son las mejores consejeras para evitar caer en este tipo de engaños, pero nadie está libre de poder incurrir en ello. Es vital hacer hincapié en esto ya que son muchos los que no denuncian por sentir vergüenza o enfado consigo mismos. Si alguien cae, nadie está libre de poder hacerlo por lo que ser víctima de un fraude cibernético requiere ponerlo en conocimiento de las autoridades para que puedan rastrearlo, detener a los culpables y evitar que otras personas tengan el mismo problema, tal y como se indica en PCWorld. Solo así podrá frenarse una tendencia al alza y realmente peligrosa.