El runrún: Vox y el balcón de la tolerancia

En democracia toca aceptar lo que dictan las urnas, aunque no salga lo que hemos votado o nos gustaría. Eso piensan los vecinos de arriba de Vox, que en la decoración de su balcón muestran a las claras que su ideología va por otra dirección. Eso no está reñido –todo lo contrario– con abanderar la tolerancia en estos tiempos de tanto odio absurdo a lo diferente, un ejercicio sano y recomendable. Más bien imprescindible. “A las y los que convivimos a diario con la diversidad racial, cultural e ideológica, no nos molesta tener vecinos diferentes. Igualdad, amor y libertad por encima de todo”, señala la vecina en sus redes sociales acompañada por una foto en la que besa a su pareja en el balcón, adornado con una proclama feminista (“La lucha será feminista o no será”), sobre el cartel del grupo municipal de Vox en Huelva. En su ánimo no está provocar ni entrar en 'piques', sino normalizar que haya posiciones opuestas. Pretende hacer un llamamiento a la convivencia y al respeto a la diversidad. Quiere ser el balcón de la tolerancia, no imitar lo que se critica y en todo caso dar un ‘golpe zen’. Más vale predicar con el ejemplo que con palabras vacías. Su publicación ha sido bien recibida y le han llegado en distintos comentarios recomendaciones y variopintas propuestas para su balcón, como una ‘besada’ popular. Le seguiremos la pista.

Monteagudo, pase lo que pase ante el Murcia. No ha arrancado la temporada el Recre como se esperaba. En el seno del consejo de administración eran conscientes de que repetir lo conseguido la pasada campaña, es decir, estar 22 partidos seguidos sin perder y acabar como campeón de grupo, era una misión realmente complicada de alcanzar. Pero sí que confiaban en estar toda el ejercicio en la zona media-alta y muy cerca de los puestos de 'play-off' de ascenso, algo que ya lleva algunas semanas sin ocurrir. El presupuesto y la masa social son, como mínimo, iguales que los de la pasada temporada, de ahí el tono agridulce y de decepción después de que se haya cumplido un tercio del campeonato. Las sensaciones no acaban de ser buenas en una plantilla que curiosamente ha ido de más a menos y lógicamente cuando eso le ocurre a un gallito de la categoría con urgencias siempre se mira al banquillo. En la zona noble albiazul de momento hay calma tensa pero sigue habiendo confianza en el trabajo de Alberto Monteagudo, de ahí que todavía no estén pensando en ningún tipo de medida drástica. Apelan a la paciencia y a que cambie la actual dinámica con un buen partido ante el Murcia este domingo en el Nuevo Colombino, y es que a día de hoy al Decano no le sale casi nada, cualquier error le está penalizando e incluso la suerte le ha dado la espalda. Aunque la semana pasada llegaron los primeros pitos de un sector de la afición albiazul en la derrota ante el Recreativo Granada, y pese a que el equipo onubense sólo ha sumado tres de los últimos 18 puntos en juego, pase lo que pase en el duelo ante el conjunto grana Monteagudo seguirá siendo el técnico del Decano. Firmó un contrato por dos años y sólo si hay temor a un descenso a Tercera División habría un giro de timón en el banquillo. Por lo demás, el club albiazul quiere ir creando un proyecto a medio plazo para, si no puede dar esta temporada el salto de categoría, intentarlo en la que viene. Esa es la idea inicial, aunque la opinión del aficionado será muy tenida en cuenta por si hay que cambiar de entrenador en las próximas semanas. En el mundo del fútbol los resultados por suerte o por desgracia siempre suelen dictar sentencia.