MANIFESTACIÓN EN LEPE
Inmigrantes temporeros, por un hogar digno
12.37 h. Decenas de personas han reclamado este martes en Lepe una alternativa habitacional digna y permanente para los trabajadores y trabajadoras que malviven en los asentamientos chabolistas y los afectados por el último incendio.


El incendio que la semana pasado arrasó el asentamiento chabolista más grande de la provincia de Huelva, el que se levantaba junto al cementerio de Lepe, ha servido como detonante para que muchas de las personas que lo habitaban, la mayoría inmigrantes temporeros, digan basta. Muchas de ellas, acompañadas por ciudadanos de a pie y representantes de organizaciones pro derechos humanos, se han echado a la calle este martes para reclamar una solución a su situación: la de buena parte de ellos es que están tirados sin un sitio en el que vivir. “Son personas que se encuentran en extrema vulnerabilidad, trabajadores y ciudadanos que están contribuyendo a la riqueza del país y del pueblo y, sin embargo, se vulneran sus derechos más básicos”, ha señalado en declaraciones a Canal Sur Radio Pepa Suárez, de la Asociación Pro Derechos Humanos Andalucía (APDHA). Junto a ella, representantes de otras varias organizaciones han acompañado –como vienen haciendo también de manera habitual, en el día a día- a estos afectados por el incendio y el posterior desalojo y vallado del asentamiento, con el que se les ha expulsado del que hasta ahora era su infrahogar. Desde entonces, se encuentran realojados en el polideportivo municipal, o acogidos con compañeros en otras chabolas, durmiendo dónde y cómo pueden, pero sin que nadie les haya ofrecido una solución habitacional digna y permanente. Y eso es lo que han salido a reclamar esta mañana a las calles del pueblo donde trabajan mayoritariamente, a cuya economía contribuyen pero en el que les dicen que no hay viviendas para ello. “Las Administraciones a todos los niveles, pero también el sector empresarial, debe ofrecer una alternativa a estas personas que viven y trabajan con nosotros”, señalan desde las organizaciones, que insisten en la idea de que no hay riqueza sin dignidad. Por eso, estos trabajadores decidieron la semana pasada en asamblea iniciar una huelga general y dejar de acudir a los campos leperos -y onubenses en general- a trabajar hasta que quienes tienen que hacer se pongan manos a la obra para ofrecerles la alternativa que llevan tiempo reclamando. Seguimiento desigual de la huelgaLamie Camara, uno de los socios de Asnuci e impulsor de estas acciones, ha contado a Europa Press que la inmensa mayoría de los trabajadores no han realizado paros y han acudido a trabajar a las fincas pero poco a poco iremos sumando apoyos porque esto no puede seguir así, ya que viene el frío y no tenemos propuestas. Asimismo, ha indicado que van a seguir con las concentraciones en la parada del autobús de Lepe para visibilizar su situación. Necesitamos una propuesta, una solución, una esperanza, ha proseguido. Por su parte, fuentes municipales han indicado que miembros del equipo de gobierno han recibido a un grupo de los manifestantes para escuchar sus inquietudes y les han trasmitido que el pabellón deportivo seguirá habilitado para acoger a los que lo precisen. Además, les han indicado que el Consistorio está trabajando para, junto a ONG y empresarios agrícolas, buscar alojamiento y empleo, pero les han recordado que muchos están en situación irregular y en esa materia no tiene competencia el Ayuntamiento. En el manifiesto leído, firmado por Asnuci, Asociación de Malienses de Lepe, Asociación Muride (Senegaleses) de Lepe, APDHA, Huelva Acoge, Mujeres 24H, Periferias Plataforma de Cultura y Sociedad, indican que estas personas se desplazan a la provincia para trabajar en las distintas campañas agrícolas y que están en unas condiciones graves al sufrir la ausencia de alternativas habitacionales. La gravedad de las condiciones de vida que vivimos desde hace décadas se ha visto incrementada en el municipio de Lepe desde que cientos de personas perdimos la infravivienda dónde vivíamos debido a los incendios sucesivos de los días 14 y 15 de octubre, el posterior derribo de chabolas en buen estado y el vallado de la zona dónde se encontraban, han recordado. Infraviviendas todas que nunca quisimos y en la que vivíamos por no disponer de alternativa. Ahora, el asentamiento ha desaparecido y consideramos que es el momento para decir definitivamente no a las chabolas, y exigir que las entidades con competencia para ello resuelvande una vez por todas ésa vergonzosa realidad que llevamos más de una década denunciando sin observar ninguna respuesta efectiva, continúa el manifiesto. Tras recordar que el tejido empresarial y la sociedad necesitan a las personas inmigrantes, han sostenido que no podemos consentir que ninguna empresa siga obteniendo beneficios ignorando las condiciones de vida de sus trabajadores y trabajadoras. Por ello, exigen que se habiliten los recursos de emergencias necesarios para atender las necesidades básicas de techo, higiene, y descanso de las personas que han perdido sus chabolas en el incendio yen los derribos posteriores hasta que se encuentre una alternativa. No al desalojo sin alternativas, han indicado, incidiendo en que todas las entidades con competencias y responsabilidad en la problemática encuentren una solución al problema habitacional que se plantea en la provincia, y en concreto en el municipio de Lepe. Entendemos que buscar y encontrar una solución no es una opción, ni una cuestión de buena voluntad, es una obligación que nos incumbe a todos y todas, y no vamos a parar hasta que la solución llegue, concluyen.
El incendio que la semana pasado arrasó el asentamiento chabolista más grande de la provincia de Huelva, el que se levantaba junto al cementerio de Lepe, ha servido como detonante para que muchas de las personas que lo habitaban, la mayoría inmigrantes temporeros, digan basta. Muchas de ellas, acompañadas por ciudadanos de a pie y representantes de organizaciones pro derechos humanos, se han echado a la calle este martes para reclamar una solución a su situación: la de buena parte de ellos es que están tirados sin un sitio en el que vivir. “Son personas que se encuentran en extrema vulnerabilidad, trabajadores y ciudadanos que están contribuyendo a la riqueza del país y del pueblo y, sin embargo, se vulneran sus derechos más básicos”, ha señalado en declaraciones a Canal Sur Radio Pepa Suárez, de la Asociación Pro Derechos Humanos Andalucía (APDHA). Junto a ella, representantes de otras varias organizaciones han acompañado –como vienen haciendo también de manera habitual, en el día a día- a estos afectados por el incendio y el posterior desalojo y vallado del asentamiento, con el que se les ha expulsado del que hasta ahora era su infrahogar. Desde entonces, se encuentran realojados en el polideportivo municipal, o acogidos con compañeros en otras chabolas, durmiendo dónde y cómo pueden, pero sin que nadie les haya ofrecido una solución habitacional digna y permanente. Y eso es lo que han salido a reclamar esta mañana a las calles del pueblo donde trabajan mayoritariamente, a cuya economía contribuyen pero en el que les dicen que no hay viviendas para ello. “Las Administraciones a todos los niveles, pero también el sector empresarial, debe ofrecer una alternativa a estas personas que viven y trabajan con nosotros”, señalan desde las organizaciones, que insisten en la idea de que no hay riqueza sin dignidad. Por eso, estos trabajadores decidieron la semana pasada en asamblea iniciar una huelga general y dejar de acudir a los campos leperos -y onubenses en general- a trabajar hasta que quienes tienen que hacer se pongan manos a la obra para ofrecerles la alternativa que llevan tiempo reclamando. Seguimiento desigual de la huelgaLamie Camara, uno de los socios de Asnuci e impulsor de estas acciones, ha contado a Europa Press que la inmensa mayoría de los trabajadores no han realizado paros y han acudido a trabajar a las fincas pero poco a poco iremos sumando apoyos porque esto no puede seguir así, ya que viene el frío y no tenemos propuestas. Asimismo, ha indicado que van a seguir con las concentraciones en la parada del autobús de Lepe para visibilizar su situación. Necesitamos una propuesta, una solución, una esperanza, ha proseguido. Por su parte, fuentes municipales han indicado que miembros del equipo de gobierno han recibido a un grupo de los manifestantes para escuchar sus inquietudes y les han trasmitido que el pabellón deportivo seguirá habilitado para acoger a los que lo precisen. Además, les han indicado que el Consistorio está trabajando para, junto a ONG y empresarios agrícolas, buscar alojamiento y empleo, pero les han recordado que muchos están en situación irregular y en esa materia no tiene competencia el Ayuntamiento. En el manifiesto leído, firmado por Asnuci, Asociación de Malienses de Lepe, Asociación Muride (Senegaleses) de Lepe,
Junto a ella, representantes de otras varias organizaciones han acompañado –como vienen haciendo también de manera habitual, en el día a día- a estos afectados por el incendio y el posterior desalojo y vallado del asentamiento, con el que se les ha expulsado del que hasta ahora era su infrahogar. Desde entonces, se encuentran realojados en el polideportivo municipal, o acogidos con compañeros en otras chabolas, durmiendo dónde y cómo pueden, pero sin que nadie les haya ofrecido una solución habitacional digna y permanente.

Y eso es lo que han salido a reclamar esta mañana a las calles del pueblo donde trabajan mayoritariamente, a cuya economía contribuyen pero en el que les dicen que no hay viviendas para ello. “Las Administraciones a todos los niveles, pero también el sector empresarial, debe ofrecer una alternativa a estas personas que viven y trabajan con nosotros”, señalan desde las organizaciones, que insisten en la idea de que no hay riqueza sin dignidad.
Por eso, estos trabajadores decidieron la semana pasada en asamblea iniciar una huelga general y dejar de acudir a los campos leperos -y onubenses en general- a trabajar hasta que quienes tienen que hacer se pongan manos a la obra para ofrecerles la alternativa que llevan tiempo reclamando.
Lamie Camara, uno de los socios de Asnuci e impulsor de estas acciones, ha contado a Europa Press que la inmensa mayoría de los trabajadores no han realizado paros y han acudido a trabajar a las fincas pero poco a poco iremos sumando apoyos porque esto no puede seguir así, ya que viene el frío y no tenemos propuestas. Asimismo, ha indicado que van a seguir con las concentraciones en la parada del autobús de Lepe para visibilizar su situación. Necesitamos una propuesta, una solución, una esperanza, ha proseguido.
Por su parte, fuentes municipales han indicado que miembros del equipo de gobierno han recibido a un grupo de los manifestantes para escuchar sus inquietudes y les han trasmitido que el pabellón deportivo seguirá habilitado para acoger a los que lo precisen. Además, les han indicado que el Consistorio está trabajando para, junto a ONG y empresarios agrícolas, buscar alojamiento y empleo, pero les han recordado que muchos están en situación irregular y en esa materia no tiene competencia el Ayuntamiento.

La gravedad de las condiciones de vida que vivimos desde hace décadas se ha visto incrementada en el municipio de Lepe desde que cientos de personas perdimos la infravivienda dónde vivíamos debido a los incendios sucesivos de los días 14 y 15 de octubre, el posterior derribo de chabolas en buen estado y el vallado de la zona dónde se encontraban, han recordado.
Infraviviendas todas que nunca quisimos y en la que vivíamos por no disponer de alternativa. Ahora, el asentamiento ha desaparecido y consideramos que es el momento para decir definitivamente no a las chabolas, y exigir que las entidades con competencia para ello resuelvande una vez por todas ésa vergonzosa realidad que llevamos más de una década denunciando sin observar ninguna respuesta efectiva, continúa el manifiesto.
Tras recordar que el tejido empresarial y la sociedad necesitan a las personas inmigrantes, han sostenido que no podemos consentir que ninguna empresa siga obteniendo beneficios ignorando las condiciones de vida de sus trabajadores y trabajadoras.
Por ello, exigen que se habiliten los recursos de emergencias necesarios para atender las necesidades básicas de techo, higiene, y descanso de las personas que han perdido sus chabolas en el incendio yen los derribos posteriores hasta que se encuentre una alternativa. No al desalojo sin alternativas, han indicado, incidiendo en que todas las entidades con competencias y responsabilidad en la problemática encuentren una solución al problema habitacional que se plantea en la provincia, y en concreto en el municipio de Lepe.
Entendemos que buscar y encontrar una solución no es una opción, ni una cuestión de buena voluntad, es una obligación que nos incumbe a todos y todas, y no vamos a parar hasta que la solución llegue, concluyen.