CONCIERTAZO EN EL FORO
El siempre vigente magnetismo de Raphael
Con el sello inconfundible de un artista con capacidad como pocos para arrastrar a varias generaciones, enérgico y brillante, Raphael se metió al público en el bolsillo con su potente imán, siempre calibrado con ganas de vivir. Hizo cantar, bailar y emocionarse a un Foro repleto al ritmo de sus canciones más inolvidables.
Pocos artistas pueden decir que allá donde van viven una gran noche. Huelva no fue una excepción, sino excepcional con el artista, en una velada que directamente echó raíces en el recuerdo presente. Raphael se entregó al máximo porque así concibe la música y el público, que llenó el Foro Iberoamericano de La Rábida, le respondió con similar intensidad para redondear la magia del recital ‘REsinphónico’.
Camino de los 60 años tomando el pulso a la vida desde los escenarios, donde siempre pisa fuerte y refulge una mirada optimista y brillante, enérgica, como el espíritu que transmite. Nos gana con sus ganas de vivir, conquista con su gracia y su arte, su inconfundible forma de moverse, pero sobre todo con una voz única, que no tiene arrugas y ha sabido mantener siempre vigente. Al de Linares los 76 años no le pesan, sino que le permiten tener conciencia sobre la experiencia, una lucidez especial.
Para ponerse a su nivel hay que sudar mucho. El paso de tiempo no resta poder al potente imán de un artista con una personalidad arrolladora, que ama lo que hace y quiere hacer partícipe de su ceremonia al público, en un amplio abanico de edades. Ese es uno de sus grandes logros, su capacidad de aunar generaciones distintas y que pasen por el aro de fuego con convicción.
Así hubo sonrisas y emociones, llevadas por el ritmazo del artista y su gran banda, siempre in crescendo, con el respetable entregado, a cada momento de pie, cantando y bailando al son de música electrónica. ¿Y dónde está el Dj? Se preguntaban algunos. Así se reinventa Raphael, vanguardista con lo suyo de siempre. Por eso se metió a todo el mundo en el bolsillo con ‘Mi gran noche’, y siguió haciendo bailar con temas tan enormes como ‘Yo soy aquel’, ‘En carne viva’, ‘Ámame’ o ‘Escándalo’, que fue la penúltima. Estuvo sacando brillo con esmero a las joyas de su corona. También hubo momentos de calma e intimismo, con temas que llegan muy adentro, como ‘Gracias a la vida’, de Violeta Parra y también popularizada por Mercedes Sosa, acompañado por un guitarrista.
Y es que Raphael no defrauda nunca. Es garantía de espectáculo y eso es mucho decir para un superviviente en la vida y en la música, que redobla empeño ante los obstáculos. Así calibra la vigencia de su magnetismo y cosecha tanto éxito en todo el mundo.
