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¿Cuándo debemos acudir al podólogo?

Existen multitud de problemas que pueden surgir en los pies. Sin embargo, no todos tienen la atención que merecen porque, en ocasiones, se consideran problemas menores.

¿Cuándo debemos acudir al podólogo?

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El Colegio Oficial de Podólogos de Asturias explica que el podólogo es un profesional sanitario que tiene la formación universitaria y la competencia legal para diagnosticar y tratar los problemas en los pies. Asimismo, defiende que si se decide acudir a un profesional para embellecer los pies o, incluso, a otro profesional sanitario, hay que saber que hay razones de salud para acudir al podólogo.

¿Cuándo debemos acudir al podólogo?

- Las durezas. El Colegio de Podólogos asturiano especifica que no son sólo un problema de carácter estético, sino que pueden deberse a alguna patología.

- Uñas encarnadas. Tienen diferentes causas, siendo una de ellas el corte inadecuado de las mismas.

- Callos. Se producen por roce o mal apoyo del pie, según el Colegio Oficial de Podólogos de Asturias. Su eliminación sin realizar el diagnóstico de las causas que lo producen puede mantener e incluso agravar el problema.

- Papilomas. Pueden confundirse con callos por personas inexpertas. Su eliminación no siempre es fácil y requiere diferentes abordajes que dependen de la localización y de la extensión del papiloma.

- Mal olor. Muchas veces se produce por hongos y su tratamiento requiere un diagnóstico previo.

¿Cuándo debemos acudir al podólogo?

- Dolor o cansancio. Suele indicar problemas en la estructura o en la función del pie. Su diagnóstico y tratamiento evitará la agravación del problema.

- Juanetes. Según afirma el jefe de Traumatología de los Hospitales Vithas Nisa Virgen del Consuelo (Valencia) y Rey Don Jaime (Castellón), el doctor José Manuel Nebot, la aparición de juanetes se da con más frecuencia en mujeres y sobre todo entre los 40 y 60 años.

No es un hecho casual, es un problema que viene facilitado por el uso reiterativo de calzado inadecuado, y sobre todo por la utilización de zapato ajustado o de punta y de tacón alto, que son los causantes de que se presionen los dedos en el interior del zapato, limitando el movimiento de los mismos. Además, a mayor edad, más posibilidades de padecer juanetes debido a que se ha dado más uso a los pies, añade.

Otros factores desencadenantes del problema es la forma de caminar heredada, la artritis reumatoide, los pies planos, cavos y el pie egipcio.

¿Cuándo debemos acudir al podólogo?

El problema se soluciona gracias a la cirugía percutánea, técnica que reduce las posibles complicaciones y que ha minimizado y mejorado los procesos de recuperación en el postoperatorio. El doctor Nebot puntualiza que atiende por esta causa a un 80 por ciento más de mujeres que de hombres.

Al tratarse de un procedimiento ambulatorio, el paciente se va caminando por su propio pie con un zapato postquirúrgico. Se trata de un método quirúrgico que permite realizar intervenciones a través de incisiones mínimas, lo que ocasiona un trauma mínimo de los tejidos próximos, obteniendo los mismos resultados que con la cirugía abierta, pero con muchas ventajas, subraya el experto.

La importancia de cuidar los pies en los mayoresPor su parte, el Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos de España hace hincapié en el cuidado de los pies de las personas mayores, esencial para su salud y prevenir patologías, que podrían originar otras enfermedades, antes de que se agraven y lleguen, incluso, a afectar a su movilidad.

Un estudio de la 'Revista Española de Podología' revela que un 75 por ciento de los problemas en los pies de las personas con más de 65 años se derivan de enfermedades osteoarticulares como la artritis o la artrosis.

Además, el Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos de España puntualiza que los problemas más comunes en los pies de este grupo poblacional son los de la piel, como las queratopatías, en un 23 por ciento; distrofias ungueales, en un 29 por ciento; uñas encarnadas, en un 16 por ciento e infecciones fúngicas ungueales, en un 15 por ciento.

Otras de las enfermedades que afectan directamente a la salud de los pies son la obesidad, los trastornos cardiovasculares o la diabetes. La razón es que pueden comportar cambios en la estructura de los pies que alteren la marcha, generen molestias o supongan pérdida de sensibilidad, entre otros, alertan desde el organismo.

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